12-02-2006
(Mensaje original de Otto Kumm)
El 25 de agosto de 1939 se firmó la alianza anglo-polaca que fijaba en términos militares el compromiso ya expresado en marzo con la garantía política. Berlín envió un ultimátum a Varsovia, que respondió llamando a sus reservistas. Hitler pareció pasar por unos momentos de indecisión, puesto que Mussolini le había advertido ya de que Italia no estaría preparada para la guerra antes de 1942 o 1943. Tampoco Japón se inclinaba por una acción inmediata, ya que aquel verano se había producido un grave encuentro con los soviéticos en la frontera entre Manchukuo y la Mongolia Exterior, y Tokio sólo deseaba utilizar contra Moscú al pacto Anticomintern, , sin secundar los deseos de Alemania de emplearlo contra cualquier enemigo suyo. Los japoneses se limitaron a colaborar con los alemanes en la lucha contra el comercio británico en Extremo Oriente.
Finalmente, el 31 de agosto Hitler firmó la orden de ataque contra Polonia. La noche siguiente, se puso en marcha el plan de invasión y, a las 04,45 del día 1 de septiembre de 1939, comenzaron simultáneamente el asalto aéreo-terrestre y el ataque desde el mar contra la fortaleza de la Westerplatte, en Danzig. El 3 de septiembre llegó a Berlín la declaración de guerra conjunta anglo-francesa. Dos días después, el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt invitó a Churchill, nombrado primer lord del Almirantazgo, a ponerse en contacto directo con él. ¡Había comenzado la Segunda Guerra Mundial!