02-01-2013
Hola, foreros!!...
Este artículo me vino a la cabeza buscando unas fotos de la película “Patton”, de 1970, para colocarlas en el topic que abrió Wittmann sobre “Curiosidades en el cine”.
Patton dio, da y dará mucho de que hablar. Se le ha considerado como un soldado en su pura esencia, algo indisciplinado con sus superiores y exigente de esa disciplina con sus subalternos: amante de la guerra e incapaz de sobrevivir sin tener un mando en combate. Pero también se le definió como un militar obstinado, incomprendido, brusco; obsesionado con vencer a sus enemigos y que tuvo que hacer frente a un montón de “conspiraciones” para relevarle del mando (auspiciadas por las “envidias” de sus propios compañeros y de los políticos de turno), debido a sus contínuas transgresiones e incorrectas salidas de tono. Como véis, hay opiniones para todos los gustos. El caso es que su leyenda está ahí y perdurará en la historia militar, de una manera u otra...
El General Patton...¡¡Imponente!!...¿no?...
Cuando buscas cosas, no tienes más remedio que leer unas cuantas... y me tocó leer que Patton fue el único general norteamericano que resultó invicto en toda la Segunda Guerra Mundial. Bueno...¡¡casi invicto!!, porque en Marzo de 1945 sufrió un pequeño desastre en una operación calificada como secreta, que más tarde se conocería como el “raid” de Baum o el “raid Hammelburg”.
Este raid tuvo polémica en su época. Al principio, Patton se desentendió del hecho, tirando balones fuera y negando las evidencias que más tarde aparecerían... Pero no adelantemos conclusiones y comencemos a narrar lo que sucedió en esos días de finales de Marzo de 1945, a punto de acabar la guerra en Europa... ¡Vamos a ello!.
EL RAID
Consistió en una operación secreta, diseñada cuando los estadounidenses estaban ocupados en otros desempeños y destinada a liberar un campo de prisioneros de guerra norteamericanos, el OFLAG XII-B, situado cerca de la población de Hammelburg, a unos ochenta kilómetros de las posiciones que en esos momentos ocupaba el III Ejército de Patton.
Situación de Hammelburg en Alemania
Un fuerte columna motorizada de la 4ª División Blindada partiría de las líneas norteamericanas, se adentraría profundamente en territorio alemán y efectuaría el rescate de los prisioneros internados en dicho campo. Las unidades que intervendrían en la operación, al mando del Capitán Abraham J. Baum, (317 soldados y 57 vehículos) , serían las siguientes:
-La Compañía A del 10th Armored Infantry Battalion, al mando del Capitán Robert F. Lange , con un total de 169 hombres y cuatro oficiales que irían en 15 semiorugas M3A1.
-La Compañía C del 37th Tank Battalion, al mando del Primer Teniente William J. Nutto, tres oficiales y 56 hombres montados en 10 M4 Sherman con cuatro vehículos de apoyo.
-El tercer Pelotón, Compañía D, del 37th Tank Battalion, al mando del Segundo Teniente William G. Weaver Jr., con un oficial y 18 hombres en cinco carros de combate medios M5A1.
-Elementos de apoyo del 10th Armored Infantry Battalion. Tres oficiales y 60 hombres viajando a bordo de un carro de combate ligero, 12 semiorugas y 10 vehículos varios.
Capitán Abraham J. Baum.
La fecha elegida pare el comienzo del raid fue la del día 26 de Marzo. La rapidez de la operación era esencial, porque no se sabía a ciencia cierta cuantas unidades enemigas habría por la zona...y esa rapidez era vital para lograr el factor sorpresa. Los oficiales de inteligencia estadounidenses calculaban que los norteamericanos prisioneros serían unos 300. Como los del Leónidas ese...
EL OFLAG XIII- B
Era uno de los dos campos de prisioneros establecidos en el antiguo campamento militar de Hammelburg, situado a unos tres kilómetros de la población del mismo nombre, en Baviera. Utilizado desde antes de la Primera Guerra Mundial como campo de militar, lo formaban una serie de edificios de piedra. El OFLAG XIII-B (Offizierlager) estaba destinado a albergar a oficiales, mientras que otro campamento, el STALAG XIII-C (Stammlager), alojaba a unos 10.000 hombres en barracas de madera, entre suboficiales y clase de tropa.
Foto de 1916...
En Marzo de 1945 había en el OFLAG entre 1.300 y 1.500 oficiales norteamericanos, además de un buena cantidad de serbios, unos 3.000. Hay fuentes que dicen que el número de prisioneros pasaba de 5.000 hombres. El Coronel Paul R. Goode era el oficial norteamericano de más rango en el campamento y el interlocutor ante los alemanes.
Foto campo...
Las condiciones de vida eran duras en esos momentos, tanto para los prisioneros como para sus guardianes; con el campamento saturado de hombres y pasando un invierno crudísimo, con escasez de comida y el carbón racionado. Las enfermedades producidas por la poca higiene, tipo disentería, estaban haciendo su Agosto en aquel Marzo... pero la suerte de estos prisioneros iba a cambiar en breve, sin ellos imaginárselo...
LOS HECHOS
En la tarde del 26 de Marzo, el grupo de combate norteamericano penetró tras las líneas enemigas desde la pequeña cabeza de puente situada al sur de la población de Aschaffemburg...
Se abrió una brecha en Schweimheim con éxito, pero a costa de la pérdida de dos tanques y de un tiempo precioso para el desarrollo de la operación debido a la tenaz resistencia alemana.
Lo que no sabían los norteamericanos es que estaban entrando en el lugar de acantonamiento militar de la 413 Infanterie División (unos 10.000 hombres, destinados a tercera línea) y del Panzerkampfgruppe del Oberts von Massembach, entre otras unidades de entrenamiento . Y que el escándalo que armaron al pasar por la brecha abierta (bombardeo de artillería pesada incluido) alertó al Alto Mando alemán de la zona. Por fin, después de unas horas de combate, los norteamericanos llegaron a la población de Gemünde a eso de las 8 de la tarde, en donde sorprendieron a los alemanes, que no se esperaban semejante visita.
La ciudad había sido bombardeada el día anterior y no había comunicaciones telefónicas con el exterior, por lo que los germanos no fueron avisados de la existencia de una columna norteamericana que iba en su dirección. A pesar de todo, una Compañía de zapadores alemana tuvo tiempo para volar un puente, destruir tres carros y hacer prisionero a un pelotón de soldados norteamericanos.
La lucha en Gemünde...
Ante la empecinada defensa de la ciudad, el Capitán Baum tuvo que buscar una ruta alternativa para dirigirse a Hammelburg. En todo el grupo de combate se disponía sólo de quince planos incompletos de la zona, por lo que hubo que “preguntar” a los oriundos del país por donde demonios se iba al objetivo. Consecuencia: anduvieron unas cuantas horas haciendo turismo por la preciosa Baviera. Y, por desgracia, uno de los escasos aviones de reconocimiento alemanes que todavía estaban operativos por aquellas fechas, una Fi-156 Storch (que andaba en su busca), va y les caza. ¡Zas!, alertando de la presencia de la columna, de su dirección y su composición aproximada.
Fieseler Fi-156 “Storch”.
Unos kilómetros antes de llegar a Hammelburg, los norteamericanos sufren una emboscada por parte de unos Hetzer, con la pérdida de cuatro semiorugas y tres jeeps. Con el apoyo del fuego de los Sherman que quedaban, la columna puede zafarse de los alemanes y corona la colina que domina el campamento, deteniéndose a cierta distancia de él. Como los guardianes alemanes abren fuego, los norteamericanos se dedican a rociar con todo su armamento lo que creen es una multitud de nazis...con el resultado de unas cuantas bajas entre los oficiales serbios prisioneros. “Ops!!...Sorry!!”. El uniforme de color gris que usaban los serbios confundió a los hombres de Baum, que asociaron ese color con el que utilizaban sus archienemigos en Europa.
Cazacarros Hetzer...
Mientras tanto, en el OFLAG y con la que está cayendo, el Coronel Goode, un Teniente Coronel norteamericano (un tal John K. Waters) y dos oficiales más, se ofrecen para salir del campamento y evitar más bajas “unilaterales” entre los prisioneros. Los alemanes acceden y los cuatro hombres salen del perímetro acompañados por un oficial alemán. Al acercarse a los estadounidenses, Waters recibe el balazo de un soldado germano que lo deja herido. Unas fuentes dicen que fue en el abdomen...y otras, que en el trasero. Personalmente me inclino más por lo segundo, ya que Waters iba de camino presentando tal parte de su cuerpo a los guardianes y la parte delantera a sus compatriotas. ¿El por qué le dispararon?...¡Qui lo sá!...pero se cuenta, se dice, se rumorea que fue un desobediente, inconformista, fanático y cabreado soldado alemán, que pensó iban a rendir el campo de prisioneros. Waters es llevado de vuelta al campo por sus compañeros, al trote, acompañados por el oficial alemán, que ya no sabe a qué palo acogerse.
Entrada del OFLAG
Por fin, la fuerza de Baum llega a las puertas del OFLAG XIII-B. Entre vítores de los allí encerrados, el Capitán se da cuenta de que hay...”hmmm...contemos”...¡¡más de los trescientos hombres a los que tenía que rescatar!!. Después de haber perdido unos cuantos de sus vehículos y ayudado por las matemáticas, Baum calcula que sólo puede rescatar a unos 200 prisioneros. Consulta con el Coronel Goode y deciden llevar sólo a los oficiales de alto rango, informando al resto que tienen tres opciones: ir con ellos a patita, ir por su cuenta o esperar allí la próxima liberación, que sería en breve. Los vítores se convierten en murmullos, acompañados por los juramentos hechos en ese dulce idioma que es el serbio, al comprobar los balcánicos que no se contaba con ellos. La mayoría de los prisioneros optan por quedarse debido a las condiciones físicas en las que estaban, incluyendo el Teniente Coronel Waters, que con su herida en el...en...¡en la nalga!, no puede caminar.
A eso de las ocho de la tarde, la columna “liberadora” del OFLAG parte del campo de prisioneros para descubrir, con desagrado, que los alemanes han cortado las rutas de escape. Buscan un agujero por el que introducirse para volver a casa. Dan vueltas y vueltas como un perro de caza, buscando esa salida, llegando de noche al pueblo de Hoellrich en donde caen en una emboscada alemana, perdiendo tres Sherman.
La baqueteada fuerza se reagrupa en el Reussemberg cerca de una colina (la 427), sin saber que en ella hay un puesto de observación alemán. No queda casi gasolina para los vehículos y están a muchos kilómetros de sus líneas, rodeados por fuerzas hostiles que defienden su territorio con ganas. Se calculan las fuerzas alemanas en un batallón de infantería y un batallón de cazacarros. Se aprovecha el combustible de algunos semiorugas para aprovisionar el resto de vehículos, dejando abandonados los half-tracks que no tienen ni gota de él . Esperan al amanecer para tener cierta visibilidad y no viajar a ciegas. El Capitán Baum se da cuenta de que el regreso no va a ser fácil, que va a haber que luchar y así lo hace saber al Coronel Goode y a los prisioneros, que están bastante cansadillos.
La colina 427
En vista de la situación, la mayor parte de los liberados opta por regresar al OFLAG, con el Coronel a la cabeza y bajo una bandera blanca en señal de rendición. Unos pocos atrevidos permanece con Baum y sus muchachos. Al amanecer, arrancan los motores de los vehículos y se dirigen hacia donde creen están las líneas norteamericanas. Es el día 28 de Marzo de 1945.
Por parte alemana, es el Hauptmann Walter Eggemann el que ha tomado el mando del contraataque. A eso de las nueve de la mañana, una tempestad de fuego y acero cae entre los norteamericanos. Sin posibilidad de escape, Baum ordena a sus hombres que salgan por piernas hacia donde puedan y salven sus vidas, cosa que hacen con una premura sorprendente. En veinte minutos, todos los norteamericanos que no pudieron escapar, unos 20, fueron hechos prisioneros.
Baum logró huir, pero fue cazado en el bosque y herido en una pierna. Los alemanes trasladaron a todos los heridos y prisioneros al Hammelburg, en donde Baum fue curado y compartió hospital con ese Teniente Coronel Waters. Los prisioneros que no estaban heridos y enfermos fueron trasladados ese mismo día 28 de Marzo hasta el STALAG VII-A en Mossburg, a unos cuantos kilómetros de allí. El cinco de Abril de 1945, pocos días después del fallido asalto, el campo de Hammelburg era liberado por elementos de la 14ª División Blindada de los EEUU.
Por fin, la liberación...
CONSECUENCIAS
El raid en sí fue un auténtico fracaso. Todos los vehículos fueron destruidos o capturados por los alemanes. El grupo de combate tuvo 26 muertos y muchos heridos, siendo apresados casi todos a excepción de unos pocos que lograron regresar a sus líneas.
El rapapolvo que recibió Patton de su jefe inmediato, Eisenhower, debió ser algo digno de oir. Pero...¿por qué estaba enfadado Ike con su mejor General, y por qué le estaba dando un buen tirón de orejas?...
Primero, porque la operación había sido preparada sin el consentimiento de Ike. Segundo, porque con la excusa de liberar a prisioneros norteamericanos, en realidad, el raid tenía como objetivo rescatar a ese Teniente Coronel norteamericano, John K. Waters....que era...¡¡El yerno del propio Patton!!...¡¡Cielos!!
Foto de Waters, una vez acabada la guerra...
Waters había sido hecho prisionero en el paso de Kasserine (Túnez) en 1943, y Patton sabía por mediación de la Cruz Roja (por la lista que el Coronel Goode hacía cada equis tiempo para ese organismo, como oficial superior del campo), que su yerno estaba en esos momentos en el OFLAG XIII-B.
Evidentemente, Patton se enojó mucho con la resalsa de Eisenhower y comenzó a desgranar una serie de excusas “inexcusables” para justificar su proceder. Más que nada, lo que le fastidiaba era haberla “pifiado” en la operación de rescate, porque él creía que a hechos consumados (era aficionado a realizarlos sin la consulta pertinente a sus superiores: tal como la conquista de Palermo o el desvío al norte de su III ejército durante la Batalla de las Ardenas), con buenos resultados obtenidos, los demás tenían que callar la boca.
El hecho de que Patton enviara con el grupo de Baum a su ayudante, el comandante Alexander Stiller (de 54 años, con la disculpa de que debía adquirir experiencia en combate), es sospechoso. La misión de Stiller era la de identificar al yernísimo y asegurarse que volvía a casa sano y salvo, algo que dice mucho sobre las intenciones del General de los revólveres de cachas de nácar. A pesar de todo, Patton siguió manteniendo en sus Diarios de guerra que él no sabía nada de su yerno (diarios que, como buen egocentrista que era, tenía pensado publicar en cuanto pudiera; cosa típica en los grandes personajes de la historia)...mientras que, en una carta privada a su esposa, decía exactamente lo contrario. Por cierto...Patton nunca supo que esa carta también se publicaría en el libro “The Longest Winters”, de Alex Kershaw, en 2004...
Al final, este General reconoció su error...pero ese “error”, según él, fue haber mandado un grupo de combate reducido, en vez de una fuerza más grande.
...Como se puede comprobar, “cabezón” en donde los hubiera...
Saludos!!...
Fotos sacadas de San Google.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/George_S._Patton
http://es.wikipedia.org/wiki/George_Patton
http://en.wikipedia.org/wiki/Oflag_XIII-B
http://en.wikipedia.org/wiki/Stalag_XIII-C
http://www.uncommon-travel-germany.com/stalag_13.html