30-10-2015
EL BOMBARDEO DEL PUERTO DE BARI. 2 de DICIEMBRE 1943
por Luigi Antonio Fino.
¡¡ El 2 de diciembre de 1943, desastre por armas químicas en Puglia…!! (1)
Un crimen desconocido de los Aliados por el cual nadie ha sido nunca acusado, procesado, condenado….
¡Ningún libro escolar italiano os ha contado nunca esta historia, sin embargo, quienquiera de vosotros podría, leyendo los textos de historia de la marina militar estadounidense, descubrir que el episodio del bombardeo de Bari es considerado todavía por los estrategas de la Marina de los EE.UU. como un gran desastre militar americano, siendo sólo comparable al bombardeo de Pearl Harbor!
El episodio de Bari también ha sido uno de los más trágicos, y hasta hace poco mejor guardados secretos de la historia de la segunda guerra mundial italiana………….
General Dwigt D. Eisenhower Feldmariscal Albert Kesselring Premier Winston S.Churchill
Principales personajes de este relato
Prologo
Este relato se inicia en Italia, en una soñolienta tarde de finales del 1943, en uno de aquellos días soleados con el cielo limpio, como a veces el invierno en nuestro Mediodía nos sabe regalar. Los Aliados se instalaron en los mejores edificios y en los mejores hoteles. La mayor parte de los marineros está autorizada a bajar a tierra. (2) En las calles había gran animación y movimiento, (suspendido en la práctica el toque de queda), reabierta la universidad, amplia elección de "segnorine" a disposición de los vencedores, un floreciente mercado negro y una larga fila de barcos de carga en espera de entrar en el puerto para descargar mercancías y armas.
En aquella tarde del 2 de diciembre de 1943 el reconocimiento aéreo alemán envió un Me-210 al mandó del primer teniente piloto Werner Hahn a cumplir un vuelo de batida del frente sur italiano. Su objetivo era la observación y la eventual encuesta fotográfica del puerto de Bari, en aquel entonces ocupado por los Aliados. El día era primaveral y el cielo estaba totalmente vacío de nubes; el pequeño avión de reconocimiento, cruzando a 23.000 pies de altura, dejó detrás de si una estela de agua en condensación, revelándolo enseguida a los ojos de los encargados de la defensa antiaérea del puerto. Pero en los departamentos encargados del servicio, parecieron no preocuparse para nada de la curiosidad de aquel inocuo aparato que zumbó, solitario y aburrido, sobre sus cabezas.
No recibiendo molestias de la antiaérea inglesa, el piloto alemán decidido hacer una segunda pasada, sobrevolando la ciudad antes de hacer ruta hacia el Norte, apuntando hacia casa. Werner Hahn pensó que si lo que vió era verdadero y sus previsiones eran las exigidas, la Luftwaffe podría lanzar un serio ataque contra aquel interesante blanco.
Me 210
Bari, en aquella época era una ciudad de cerca de 200.000 habitantes, la guerra había respetado en gran parte sus barrios; tanto la ciudad vieja como la Bari nueva en efecto, padecieron en conjunto pocos daños de la invasión aliada. Estos últimos en efecto decidieron perdonarla, planeando de transformarla en la principal base logística y de abastecimiento aliado para todos los futuros desarrollos de la Campaña de Italia.
En aquellos finales del 1943 en Bari, al entumecimiento soñoliento de la ciudad, hacia de contraste el gran trasiego del puerto con el vaivén continuo de los barcos aliados. Cientos de toneladas de abastecimientos eran desembarcadas a lo largo de todas las horas del día, transformando la antigua quietud de la ciudad en una especie de colmena laboriosa. Aquel 2 de diciembre, al menos 30 barcos aliados estaban anclados a los muelles del puerto y en el fondeadero en espera de descargar, (a menudo echan el ancla tan próximos entre ellos que algunos casi se tocan). El puerto estaba bajo la jurisdicción británica; en parte esto ocurrió porque Bari fue la base logística del 8° Ejercito del general Bernard Law Montgomery. Pero la ciudad fue designada al mismo tiempo como Quartier General del 15th Air Force americana, que fue constituida apenas en el noviembre precedente.
La primaria misión de que habría tenido que realizar la neocostituida fuerza aérea era bombardear los blancos localizados en los Balcanes, en Italia, pero sobre todo en Alemania. El comandante del 15th Air Force era el mayor general James H. "Jimmy" Doolittle y este llegó el 1 de diciembre a Bari. Los americanos pusieron a punto, en aquel tiempo, la estrategia de los bombardeos diurnos "de precisión" pero el 8th Air Force americana de ubicación en Inglaterra sufrió terribles pérdidas justo en la tentativa de averiguar la validez de esta nueva teoría. Las plantillas de la caza de la Luftwaffe, en los cielos de Alemania parecieron, en aquel rompeolas, aumentar en vez de decrecer.
La tarea del 15th Air Force tenía que ser sustraer parte de la presión de la caza alemana que sufría en aquel entonces las 8th. Por añadidura a los usuales materiales de guerra, en alguno de los barcos anclados en Bari, también estaban cargados del carburante para los bombarderos de Doolittle**(3)**y otros abastecimientos de primeras necesidades. La elección de Bari como Quartier General del 15th Air Force americana era la evidente vecindad al aeropuerto de Foggia, designado, a su vez, como base principal de los bombarderos americanos y en aquella época en instalación. La ciudad por lo tanto, también fue invadida por todo el personal técnico que tendría en fin que establecerse en el aeropuerto de Foggia.
Llegaron así, cerca de 250 entre oficiales de la aviación americana y técnicos civiles de primer empleo además de otros muchos centenares de aviadores y personal civil para emplear en los trabajos de instalación de las pistas y los hangares. Totalmente absortos en la tarea de dar velozmente una base a la nueva fuerza aérea, los Aliados dieron poco relieve a la posibilidad que los alemanes pudieran organizar un raid aéreo sobre Bari. La Luftwaffe en Italia tenía, ya desde hacia mucho tiempo, ralentizada su actividad. El desarrollo desfavorable de la Campaña de Italia, la tuvo poco a poco debilitada y difícilmente sus escasas plantillas habrían podido ser empeñadas en un esfuerzo mayor que la actividad de ordinaria rutina. O al menos esto fue lo que los jefes Aliados pensaron.
Los vuelos del reconocimiento alemán sobre Bari fueron observados por lo general, por las baterías antiaéreas británicas con aburrida indiferencia. Al principio, los artilleros ingleses dispararon en dirección de aquellos huéspedes indeseados, pero luego empezaron a ignorarlos en la convicción de que “para que gastar municiones”.
Contestando a las inevitables polémicas acerca de las inaplicadas medidas de seguridad, el Vice Mariscal del aire británico, Sir Athur Coningham, tuvo una rueda de prensa por la tarde del mismo 2 de diciembre asegurando a los reporteros del seguimiento aliado, que la Luftwaffe en Italia debía considerarse sencillamente desaparecida. Él dijo de confiar en el simple hecho qué no creía posible que los alemanes pudieran atacar Bari. Declaró que consideraría "una personal afrenta e insulto" si la Luftwaffe hubiera logrado intentar la más pequeña e insignificante acción en aquel área.
Sin embargo, no todos estaban realmente convencidos que la resistencia de las fuerzas aéreas alemanas hubiera sido realmente destrozada. Por ejemplo, el capitán del ejército británico A. B. Jenks, que era el responsable de la defensa del puerto, sabia perfectamente que las medidas antiaéreas adoptadas eran insuficientes y que la preparación del mismo personal destinado a la defensa era inadecuada. Pero su voz y la de aquellos otros pocos oficiales, que opinaban como él, quedaron desoídas con respecto a los coros complacientes de los restantes oficiales, que formaban parte del sequito del Vice Mariscal del aire, Sir Coningham.
El puerto
Cuando llegaban las primeras sombras de la tarde, los docks del puerto de Bari se iluminaban como si fuera de día para que la descarga de los buques de carga pudiera continuar. Ninguna precaución ulterior fue tomada, nadie pareció nunca sentir la obligación de imponer alguna medida de obscurecimiento.
El capitán Ocho Heitmann, oficial de ruta del barco tipo Liberty "SS John Bascom", observó desde el puente de su barco el lento progreso de las operaciones de descarga. Deseaba de corazón, que pudiera surgir alguna aceleración. Él presentó una formal solicitud a las autoridades del puerto para conseguir una precedencia en las operaciones de descarga, pero no consiguió respuesta. Esto lo tuvo muy mosqueado, pero no dejo traslucir su contrariedad a la tripulación.
Si Heitmann hubiera sabido lo qué el "SS John Harvey", otro barco Liberty anclado a su costado, llevaba en sus bodegas, habría tenido otras muchas razones de preocupación.
El "SS John Harvey", mandado por el capitán Elwin F. Knowles, era un típico barco Liberty; anónima y absolutamente parecido a todos los otros barcos anclados en aquel entonces en el puerto. Muchos de estos buques de carga estaban cargados de las mercancías convencionales para una frente de guerra: vituallas, munición, equipos, material médico, carburante….
Pero aquel barco tan igual a los otros, carente de significativas diferencias, tenia en cambio una carga secreta: cerca de 100 toneladas de bombas cargadas de gas iperita .
Las bombas eran una precaución, solo habrían tenido que ser utilizadas si Alemania hubiera, a su vez, resucitado el espectro de la guerra química.
En el 1943, la posibilidad que Alemania pudiera utilizar gases venenosos apareció en todo caso como una hipótesis remota.
En aquel punto del conflicto la iniciativa estratégica había pasado a los Aliados y Alemania estaba a la defensiva en todos los frentes. Las fuerzas alemanas padecieron la enorme derrota de Stalingrado y seguidamente perdieron el control del Norte África. Los Aliados habían desembarcado ahora en Europa y estaban procediendo lentamente en la tentativa de remontar la península italiana.
El Presidente americano Franklin D. Roosevelt, se inspiró en la continuación de la política perseguida por sus predecesores, que intentaron prohibir la guerra química, (Tratado de Washington del 6 de febrero de 1922 y siguiente Protocolo de Ginebra del 17 de junio1925) y el empleo de los gases en general, por parte de cada nación civil. Incluso sin embargo, cuando durante el avance aliado sobre el frente del Norte África, fueron hallada ingentes cantidades de gases vesicantes, (en realidad todavía se trataba de material italiano procedente del primer conflicto mundial y guardado en Libia; más precisamente fueron hallados compuestos de fenilcloroarsine e iperita). No obstante, y a pesar de que el material descubierto se demostrara no estar en condiciones de pronto empleo, los Aliados teorizaron un escenario estratégico en el que las escoltas de armas químicas debían de estar presentes de ambos lados. El "SS John Harvey", fue así seleccionado para transportar hasta el frente italiano su carga letal y una vez allí, poderla tener como reserva estratégica.
Un Liberty análogo al "SS John Harvey"
...//...