12-03-2006
Se dice que el desembarco de Normandía (Operación Overlord) se llevo a cabo con éxito porque el perro rabioso que era Hitler, dio ordenes incoherentes, mas de lo mismo. La gente se divierte convirtiendo a Hitler en un loco furioso que pagaba sus errores con otras personas y que se subía por las paredes. Es cierto que Hitler cometió errores, pero mas cierto aun que se los hicieron cometer. Vamos a profundizar un poco mas.
El jefe del Abwerh (el “excelente” servicio de contraespionaje alemán dirigido por el fiel almirante Canaris) del XV Ejército alemán, coronel Helmuth Meyer, descifró el 1 de mayo un mensaje de la BBC doble. Iba dirigido a ciertas redes de la Resistencia francesa y precisaba la inminencia de la Operación Overlord. El coronel Meyer comunicó esta información de oro a su jefe directo, el almirante Canaris y al comandante del XV Ejército, general Hans Von Salmuth. Este tomó precauciones para esperar a los invasores. Pero el bueno de Canaris se guardó muy bien de prevenir al VII Ejército de inmediato, dicho Ejército se encontraba en Normandía y fue este, pensemos que por casualidad, el que recibió el golpe.
El mariscal Von Rundstedt comandante en jefe de los ejércitos del Oeste, también fue prevenido de lo que se venía encima, del mensaje “Verlaine”. No dio orden de alerta especial. Por si fuera poco, prevenido del desembarco hacia la una y media de la madrugada, llamó al general Max Pensel hacia las tres, asegurándole que era una operación sin importancia. Pensel era el jefe del Estado Mayor del VII Ejercito. El mariscal Von Rundstedt decidió que le daba igual, que los angloamericanos desembarcarían en Normandía y volvió a dormirse.
También es algo evidente que el Estado Mayor de Rundstedt estacionó las divisiones SS de manera que tardaran el mayor tiempo posible en entrar en combate y de la peor manera posible, cuando la intervención de una de estas divisiones hubiera sido decisiva. Mas tarde, se hicieron aplastar por fuerzas que jamás habrían pisado Normandía de haber estado Hitler debidamente informado.
No hay explicación al hecho de que Rommel abandonara su cuartel general el 4 de julio: Hitler, Jodl y Keitel pensaron que estaba allí. Unos pretenden que estaba en camino para presentarle a Hitler un informe que no deseaba ver, y otros que quería detener al Führer y encerrarlo en el castillo de La Roche – Sur –Jon. El general Heinz Hellmich, jefe de la guarnición de Cotentin, no estaba en su puesto, al igual que los generales W. Falley y Von Schlieben. En lo que respecta al almirante Theodor Krancke, había salido hacia Burdeos. Los días previos al desembarco, las escuadrillas alemanas encargadas de defender la costa fueron retiradas al interior. En el momento que comenzó el desembarco en vez de los mil aviones prometidos, la Luftwaffe envió dos, ¡dos aviones! Es increíble, todos se habían marchado de vacaciones en aquel momento, ¿dónde estaban? Los pobres pilotos, el coronel Joseph Priller y el sargento Wodarckik se encontraron rodeados de enjambres de cientos de aviones enemigos.
A pesar de todo, el enemigo podía ser expulsado al mar. A condición claro esta de que los encargados de las fuerzas alemanas en el Oeste tomaran medidas tajantes y directas. Pero uno se había marchado y el otro dormía. Curiosamente Rommel tampoco estuvo en el comienzo de la batalla de El Alamein, por motivos de salud claro. La 31ª División Panzer, sabía que desde las 0:30 estaban cayendo paracaidistas y tropas aerotransportadas en orilla derecha del Orne, no recibió orden de atacar, cosa que hizo por propia iniciativa por la mañana, sin haber recibido respuesta telefónica de los diversos estados mayores consultados.
El general Sepp Dietrich, comandante de la Leibstandarte y amigo personal de Hitler, declaró que Bradley y Patton consiguieron abrir brecha en Avranches gracias a la defección de dos divisiones alemanas. La 2ª Blindada del general Von Lüttwitz y la 116ª División Blindada del general Von Schwerin, ambos generales pertenecían a la conjura del 20 de julio. Dietrich fue obligado a enviar camiones para recuperar un importante material y municiones destinadas a Normandía y que en plena batalla el Estado Mayor envió a Marsella y a la Costa Azul.
Ustedes juzgaran queridos amigos mis palabras. ;)
Saludos a todos.