06-04-2006
El medio ambiente en esas latitudes subárticas son un factor importantísimo a tener en cuenta en operaciones militares como las emprendidas por Napoleón y Hitler: frío extremo; mantos de nieve muy profundos; días muy cortos; en ciertas zonas, densos bosques de coníferas; escasa densidad de población (pocas posibilidades de encontrar cobijo en edificaciones existentes); pocos y malos caminos.
Consecuencias del medioambiente:
·Restricción en la movilidad de las fuerzas.
·Limitación del apoyo logístico
·Mantenimiento de caminos para remover la nieve o compactarla.
·Se requieren medios de transporte de huella ancha o sobre patines.
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Previsiones:**
·La infantería se agota en las caminatas sobre la nieve.
·Las tropas deben estar equipadas con esquíes.
·El personal requiere cobijo adecuado y si no se encuentra disponible deben proveerse de manera portátil.
·Las bajas por congelamiento pueden exceder las bajas en combate a menos que las tropas tengan la ropa adecuada, incluyendo guantes y zapatos especiales.
·Los heridos deben ser retirados del frente a hospitales de campaña bajo techo para evitar que hasta las heridas menores causen la muerte por exposición.
·Se requieren lubricantes especiales para las armas y los vehículos.
·Se deben proveer medios para evitar que los motores y las armas se congelen.
Efectos de la nieve:
La altura de la nieve en el área de Moscú-Leningrado según el General Emerenko fue de 70 cm a 1,5 metros. Tal cantidad de nieve dificultó la marcha de las tropas alemanas, pero también lo hizo con las tropas rusas. Al menos en Demyansk, la nieve impidió que las tropas alemanas cercadas fueran aniquiladas por los rusos quienes se vieron impedidos de poder continuar el ataque.
Los Panjes:
La caballería soviética solía arrastrar un trineo con un infante, lo que duplicaba el número de sus efectivos en cada ataque. En 1942 las fuerzas Panzer contaban con hasta 2 mil caballos panjes que siempre estaban disponibles, no así los Panzers y blindados que generalmente quedaban fuera de servicio debido al congelamiento. A las Divisiones Panzer, los soldados en el frente les daban el irónico nombre de "divisiones panje". Hasta la Luftwaffe debió equipar unidades con los ponies siberianos para el transporte de sus suministros.
Las fuerzas acorazadas rusas:
Los tanques rusos fueron más efectivos que los alemanes, en especial el T34, KV1 y KV2 debido al mayor ancho de las cadenas y a la mayor altura desde el suelo y la parte inferior del tanque. Los T34 eran capaces de abrir trochas en la nieve para la infantería, mientras que los carros alemanes en 1941 se atascaban en la nieve o el barro. Las máquinas eran lubricadas con aceites especiales anticongelantes.
Los esquíes:
La mayor ventaja de las fuerzas rusas residía en el amplio uso de tropas sobre esquíes. Ellos aprendieron la lección que les dieron los finlandeses durante la Guerra de Invierno. Tanto los militares como las autoridades civiles soviéticas promovieron la utilización de esquíes. Fuerzas siberianas y veteranos de la Guerra de Invierno se entrenaron en Siberia, desarrollando unidades enteras, hasta el nivel de regimiento, que operaban sobre esquíes y que fueron tan efectivas como lo fueron los "sissit" finlandeses. Por su parte, los asesores alemanes que estuvieron en Finlandia durante el conflicto ruso-finlandés, pasaron por alto ese detalle.
Propagación del sonido en bajas temperaturas:
Pero las tropas soviéticas sobre esquíes no siempre tuvieron suerte. Un ataque al 114 Regimiento de Granaderos Panzer, hecho por una brigada del 39 Ejército de la Guardia en marzo de 1942, fue repelido y los soviéticos fueron casi aniquilados. Los alemanes percibieron su llegada sobre la nieve, porque en el clima frío el sonido se propaga con mayor facilidad y a más largas distancias. Los alemanes se percataron que el enemigo se acercaba y tuvieron tiempo para prepararse y recibirlos.
Equipos combinados:
Las unidades rusas sobre esquíes operaron muchas veces en combinación con otros tipos de unidades. Cuando el 3er Ejército Panzer se retiraba de Moscú en diciembre de 1941, una fuerza soviética sobre esquíes acompañada por caballería e infantería en trineos, aisló a la 6ta División Panzer que era la retaguardia del LVI Cuerpo Panzer.
Unidades de esquiadores alemanes:
Los alemanes tuvieron muchas dificultades para ensamblar unidades sobre esquíes. En el Grupo de Ejércitos Centro los archivos de un regimiento muestran que en enero de 1942, sólo habían 10 pares de esquíes por compañía. Otro regimiento sólo podía equipar un pelotón por compañía, apenas para labores de patrullaje, mensajeros y funciones similares. Cuando en marzo de 1942 un cuerpo de ejércitos pudo organizar un batallón de esquiadores, los hombres debieron ser seleccionados por sus habilidades o experiencia en deportes invernales. Como la mayoría procedía de unidades de apoyo, sin experiencia en combate, la efectividad fue limitada.
Armas congeladas: sorpresa en los mandos alemanes:
Habiendo ignorado la experiencia de la Primera Guerra Mundial, los mandos quedaron "sorprendidos" al enterarse que con el frío los mecanismos de los rifles y ametralladoras y aún de los cañones se trababan. Los líquidos de retroceso y los lubricantes de los cañones se congelaban, las culatas y las cámaras de los cañones se resquebrajaban y los resortes y muelles de acero se rompían como si fueran de vidrio. El propio General Halder se enteró, en enero de 1942, que en Tikhvin sólo uno de cada 5 tanques pudo disparar y los centinelas del 169 Regimiento de Infantería vieron, presas del pánico ante el ataque ruso, que los rifles y ametralladoras estaban congelados.
Improvisación alemana:
Las tropas soviéticas estaban diseñadas para luchar en invierno usando lubricantes adecuados, por eso los alemanes en diciembre de 1941, preferían la subametralladora soviética a sus propias armas. La improvisación fue obligatoria para los alemanes. Prendían fuego debajo de los cañones y reemplazaban los lubricantes con Kerosén que funcionaba mejor, aunque debía ser reemplazado constantemente. El aceite de girasol servía como un buen lubricante en operaciones con temperaturas bajo cero, pero sólo se obtenía en el sur de Rusia. Sólo a partir del segundo invierno en Rusia, los alemanes pudieron contar con lubricantes adecuados.
Inexperiencia alemana:
La nieve hacía que la artillería fuera inefectiva, excepto para los calibre de 150 mm y superiores. La mejor arma antitanque resultaba ser el cañón de un tanque pesado porque las piezas regulares antitanques se hundían en la nieve. Las minas no funcionaban porque la nieve amortiguaba la percusión y los fusibles se trababan con el hielo. Los motores fallaban. Primero trataban de arrancar los motores remolcando los carros pero eso terminaba destruyendo los motores, los cigüeñales, las cajas de cambio y las transmisiones. Resultó forzoso calentar los vehículos con hogueras durante dos horas por lo menos, antes de moverlos. Durante las alertas, los vehículos eran mantenidos prendidos durante horas con el consecuente consumo de combustible, que de por sí, era escaso.
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Trincheras cavadas con dinamita:**
La 6ª División Panzer estaba soportando 800 casos de congelamiento por día al no poder cavar trincheras. Como tenían unas 5 toneladas de explosivos, el 3 de enero de 1942, los zapadores de la división optaron por abrir cráteres en la tierra congelada, fabricando trincheras techadas calentadas con hogueras. Cada trinchera podía albergar 5 hombres y con los explosivos existentes pudieron darle cobijo a toda la tropa. Las bajas por congelación descendieron de 800 a cuatro por día. Con minas y obstáculos antitanque pudieron sostener las posiciones por 10 días antes de flanqueados por el enemigo. Para evitar el humo delator, los zapadores lograron obtener carbón vegetal que no hace humo como la leña.
El ingenio salva vidas:
La nieve impedía moverse rápidamente. En una ocasión una unidad de la 52 División de Infantería gastó 9 horas en avanzar 800 metros sin oposición enemiga en metro y medio de nieve. El comandante de la Compañía G del 464 Regimiento de Infantería se dio cuenta que sus posiciones serían indefendibles si los rusos atacaban. Por tanto ordenó que algunos hombres prepararan una brecha de nieve apisonada para poder escapar, a los primeros indicios de que podían ser desbordados.
Conclusión:
En resumen, los alemanes no aprendieron de las experiencias durante las guerras anteriores a 1941, en especial la Guerra de 1812, la Primera Guerra Mundial, y la Guerra de Invierno. El Alto Mando estaba convencido de que se enfrentaban a subhombres incapaces de poder hacer frente a la moderna Blitzkrieg alemana y que antes de la llegada del invierno todo habría terminado. Los altos oficiales, veteranos de la Primera Guerra Mundial con experiencia en la guerra en Rusia, dieron la voz de alerta cuando recién se estaba preparando la Operación Barbarossa, pero no fueron escuchados. Lo que es más grave aún, es que durante los primeros meses de invierno de 1941-1942 la gran mayoría de los oficiales en el frente, se resistían a copiar los métodos empleados por los soviéticos. Recién durante el segundo invierno los alemanes comenzaron a enmendar los errores, pero ya era demasiado tarde.
Fuente:http://tecnica-militar.fateback.com/terrestre/Tifon.htm
Algunas fotos:
Un auténtico pie de trinchera, la amputación es inevitable.
Aquí va una solución que corrió por todo el frente del este en el lado alemán y que fue aportada por los finlandeses.
Soldados alemanes tirados por un "panje"