24-06-2006
A continuación pasaré a relatar el episodio de mayor gloria y muerte para la División Azul de voluntarios españoles en Rusia.
Durante la primera semana de febrero de 1943 se reciben en el Estado Mayor de la División Azul una serie de informes en los que se alerta de que los rusos están concentrando numerosas tropas en la zona de Kolpino. El día 9, el general Kleffel, jefe del L Cuerpo de Ejército, telefonea a Esteban Infantes para comunicarle que al día siguiente se espera un ataque a gran escala contra el flanco derecho de la División Azul.
Las sospechas alemanas eran ciertas. Los soviéticos habían preparado una gran ofensiva con la que pretendían romper de una vez el cerco sobre Leningrado. La operación consistía en embolsar a todo el 18º Ejército alemán Con esta finalidad se lanzarán dos ataques convergentes: desde Pogoste, el 44 Ejército debeía avanzar contra las divisiones alemanas 133 y 61. A su vez, el 55 Ejército tiene que atacar desde Kolpino. Su objetivo es romper las líneas en el sector cubierto por la División Azul y la SS Polizei. A continuación, progresarían por el sudeste para enlazar con el 44 Ejército y cerrar la bolsa.
Situación previa y croquis general de la zona
Contra la División Azul, concretamente contra el subsector de Krassny Bor, se lanzarían las divisiones 43, 45, 63 y 72. Estas divisiones contaban con el apoyo de dos batallones acorazados, dos brigadas de esquiadores, dos regimientos contracarro, más de ciento cincuenta baterías y varias unidades lanzacohetes. En total, alrededor de treinta y tres mil hombres preparados a lanzar una ofensiva en cualquier momento. Si los soviéticos conseguían sus objetivos, el cerco de Leningrado quedaría abierto.
Consciente de las intenciones del enemigo, el general Esteban Infantes organizaría en el subsector de Krasny Bor tres líneas defensivas: en la primera coloca la infantería; en las otras dos, los morteros y los antitanques, las planas mayores y las piezas de artillería. Las tres líneas suman unos cinco mil trescientos hombres. La mayoría pertenecen al 262 regimiento del Coronel Sagrado, pero también están desplegados en la zona el Batallón de Depósito Móvil, el I Grupo del Regimiento de Artillería, el Batallón de Zapadores, el grupo de Exploración y el Grupo Antitanque Divisionario.
La ruptura
A las 6,45 horas del día 10 de febrero comenzó con una intensa preparación artillera que convertiría el subsector de Krasny Bor en un infierno. Durante más de dos horas estarían los cañones y lanzacohetes soviéticos escupiendo fuego sobre las defensas españolas. Después, se inicia un asalto con carros de combate y numerosa infantería. Las divisiones 43, 45 y 63 atacan la población de Krasny Bor por el centro y la derecha. Una parte de la 72 división lo hará por la izquierda; la otra parte se lanzará sobre la carretera Moscú – Leningrado tratando de llegar hasta el río Ishora. Entretanto, los españoles intentarían contener el ataque. Pero era imposible. Antes del mediodía, la primera y segunda líneas de defensa son destruidas, aunque algunos núcleos de resistencia impedirían una penetración generalizada de los soviéticos.
Al oeste de Krasny Bor, el Batallón del Depósito Móvil fue prácticamente aniquilado, pero tres núcleos interceptarían la carretera Moscú – Leningrado impidiendo que los rusos avanzaran en masa hacia el Ishora. Estos núcleos son los restos de la 3ª compañía del citado batallón – capitán Oroquieta - , los de la 8ª del II/262 – capitán Arozarena – y los de la 3ª del 250 batallón de zapadores – capitán Aramburu - . Junto a esta última Compañía están los supervivientes de la unidad que manda el capitán Campos. La abrumadora superioridad del enemigo les obligaba a retroceder desde la primera línea defensiva.
Entre la Carretera y el ferrocarril, los soviéticos llegan a Krasny Bor después de abrir varias brechas en las líneas españolas. La situación llegaría a ser verdaderamente desesperada. Pero un contraataque permitiría al coronel Casado, jefe del 262 regimiento, organizar una línea de resistencia al norte de la población de Krasny Bor. Esta línea quedaría dividida en dos sectores separados por la calle Sovietsky. El sector derecho, que se extendía desde dicha calle hasta más allá de Popovka, está a las órdenes del comandante Bellod, jefe del 250 grupo Sovietsky y la carretera Moscú – Leningrado, se encarga el comandante Reinlein, jefe del I Grupo de Regimiento de Artillería.
A la derecha de Krasny Bor, interceptando la vía férrea, todavía resisten algunos hombres de las compañías de los capitanes Palacios (del cual puse un testimonio personal en Testimonios gráficos y escritos) y Huidobro. Sin embargo, el primero moriría junto a sus hombres, por lo que el mando del su compañía pasaría al teniente Altura. Por lo demás, la Compañía del capitán Losada está prácticamente aniquilada, los restos de la del capitán Muñoz han tenido que replegarse hasta los sectores cubiertos por la 5ª División SS Polizei, mientras que el comandante Rubio, jefe del I/262, se ha retirado hasta la zona de Popovka para reunirse con García Ciudad, jefe del Grupo de Exploración. Desde aquel momento García Ciudad y Rubio ayudarían a Bellod a mantener el sector derecho de la línea de Krasny Bor.
Mientras tanto, los soviéticos, en lugar de continuar su avance, se centran en destruir los núcleos de resistencia. Por su parte, Esteban Infantes ha establecido su puesto de mando en Raikolowo, a donde llega el general Kleffel sobre las 11,30 horas. El jefe del L Cuerpo de Ejército ha decidido visitar al general para darle instrucciones y evaluar personalmente la situación. Durante el encuentro, Esteban Infantes no ocultó su enfado. Llevaba toda la mañana solicitando refuerzos y cobertura aérea sin resultados. Kleffel le informaría de que los refuerzos llegarían pronto, pero que de momento deberían arreglarse con sus propios medios. A continuación, el alemán telefoneó a Lindemann para solicitar apoyo aéreo. El jefe del 18º Ejército prometió enviarlo. Sin embargo y para mayor enfado de los españolesn la Luftwaffe no llegaría hasta cuatro días después, mostrando sus graves carencias.
Los refuerzos
Lindemann y Kleffel están muy preocupados. La intensidad del ataque enemigo ha puesto en peligro a todo el 18º Ejército alemán, por lo que deciden concentrar a espaldas de Krasny Bor cuantas fuerzas pueden reunir.
Casi una hora después de que hubiera comenzado el bombardeo sobre las posiciones españolas, se organiza en Ssablino – al sur del bosque del mismo nombre – el llamado Grupo de Combate Heckel. Esta unidad, compuesta por el 390 Regimiento de Infantería y seiscientos hombres de la Escuela de Zapadores de Kamenka, tiene que desplazarse inmediatamente hasta Krasny Bor. Al día siguiente, 11 de enero, el Grupo será reforzado con varios cañones autopropulsados de la 563 Sección Anticarros , cuatro Tiger I y una Sección de Asalto de la 10 División de Campaña de la Luftwaffe. Lindemann también decidirá desplazar hasta el sur de Krasny Bor la 212 División del general Reymann, los regimientos de granaderos 374 y 366, una Legión letona, otra flamenca y dos regimientos de la 24 División de Infantería. Asimismo, ordena que el Grupo de Combate Heckel quede agregado a la 212 División, y que tan pronto como ésta llegue a Krasny Bor todo el subsector español pasará a depender del general Reymann.
Hacia las 16,30, Esteban Infantes entrega el subsector a Reymann. A esta hora, el 316 Regimiento de la 212 División ha comenzado a desplegarse al sur de Krasny Bor. Mientras, en el pueblo, aún continúan resistiendo Reinlein y Bellod. Más allá, en la carretera Moscú – Leningrado, los capitanes Aramburu, Arozarena y Campos hacen otro tanto. Sin embargo, los núcleos resistentes de Altura, Oroquieta y Palacios han sido eliminados ( en la novela “Embajador en el Infierno”, que comienza en esta batalla, el capitán Palacios cuenta sus periplos por los campos rusos junto a Oroquieta, Altura y otros, desde su captura en Krany Bor... recomiendo el escrito). Durante la noche del 10 al 11, Arazorena, Aramburu y Campos se retiran con sus hombres hasta una posición guarnecida por el 316 Regimiento. El comandante Bellod lo haría unas horas antes, durante la tarde del día 10, nada más conocer la noticia de que el 374 Regimiento está desplegado a su espalda. Reinlein permanecería en Krassny Bor hasta el 12 de febrero.
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La línea del Ishora**
Mientras el grueso de las fuerzas rusas presiona sobre el pueblo de Krassny Bor, una parte de la 72 División avanza hacia el Ishora. La destrucción de las líneas alemanas en Krasny Bor ha dejado al descubierto el flanco derecho de los otros dos subsectores divisionarios. Si los rusos conseguían cruzar el río y progresar hacia el oeste toda la fuerza hispana corría el riesgo de ser embolsada y destruida. Consciente de esto, Esteban Infantes decide reforzar la línea del Ishora con unidades extraidas de toda la División Azul. Incluso serán solicitados voluntarios en el Batallón de Repatriación que está a punto de volver a España.
Durante la mañana del día 10, los refuerzos irían llegando y tomando posiciones. En Ssamssonowka se despliega el II/269 del capitán Merry Gordon. Desde allí y hasta la “fábrica de papel” lo hace el I/263 del comandante Blanco. En Raikolowo, en torno al Puesto de Mando divisionario, se acumularán numerosas fuerzas para ser utilizadas como reservas. En Poddolowo se establecen los abastecimientos, las transmisiones y un hospital de camapaña.
Pero Esteban Infantes no quiere esperar a los rusos parapetado tras el río. Cuando todavía no han llegado al Ishora todos los refuerzos, decide iniciar un contraataque para mejorar la situación táctica de la división. El objetivo es cruzar a la orilla izquierda, recuperar las posiciones defendidas por el 250 Batallón del Depósito y enlazar con los núcleos que aún resisten en la carretera Leningrado - Moscú. En esta operación se emplearían dos unidades más que acababan de llegar al Ishora: el I/263 y el II/269.
El contraataque se inicia entre las 13 y las 15 horas del 10 de febrero. Tres compañías del I/263 – la 2ª, 3ª y 4ª - cruzan el Ishora al altura de Poddolowo. Tras avanzar hacia el norte las compañías alcanzan las posiciones del 250 Batallón del Depósito. Allí resisten durante varias horas. Pero la presión del enemigo es demasiado fuerte, por lo que al llegar la madrugada decidirán retirarse hasta la “fábrica de papel”. Allende Salazar consigue llegar con su compañía a la fábrica. Sin embargo, el Rosaleny con dos compañías cae prisionero. Entretanto, sólo una Compañía del II/269, la 5ª del Capitán Blanco ha cruzado el Ishora. Pero no tendrá la posibilidad de enlazar con las fuerzas resistentes en la carretera. Con lo que también es obligada a replegarse a la “fábrica de papel”.
Aunque no se consiguen los objetivos previstos, este contraataque serviría a Esteban Infantes para ganar tiempo y seguir acumulando fuerzas en el Ishora. A las efectivos llegados desde los otros dos subsectores se unen un centenar de voluntarios del Batallón de Repatriación estacionado en Vjarjelewo, y numerosos supervivientes de las unidades aplastadas en el primer ataque ruso.
Durante la noche del 10 al 11, el Estado Mayor devisionario comunica a Esteban Infantes que la División Azul difícilmente puede ser expulsada del Ishora. El general español está repleto de optimismo. Incluso, comienza a preparar una operación para recuperar la línea en las estribaciones de Krassny Bor. El plan será posteriormente desestimado por Lindemann.
Mientras tanto, los rusos continúan su presión sobre el Ishora. Sus ataques se centran sobre la “fábrica de papel” y Ssamsanowka. Frente a esta última localidad, al otro lado del río, está la aldea de Staraja Misa. A lo largo del día 10 cambiará varias veces de manos, pero ahora se encuentra en poder de los soviéticos. Si éstos consiguen convertirla en un fortín, la línea que están construyendo los alemanes en el borde sur de Krasny Bor quedará amenazada. El día 11, Lindemann ordena a Esteban Infantes que tome Staraja Misa.
Para llevar a cabo esta operación se designa a la 1ª Compañía del I/263. La Compañía cruza el río sobre las 15 horas, consigue tomar Staraya Mysa pocas horas después. Pero la posesión de la aldea no está asegurada. Los rusos no dejan de hostigar la posición. Al anochecer, son atacados por carros soviéticos. El capitán Urbano no lo duda. Se lanza contra ellos con una mina y varias granadas. Destruye dos tanques, el tercero retrocede. Más tarde, de madrugada, la compañía 1ª es relevada por la 5 del II/269 y la 3ª del I/263. Urbano a perdido al 90 % de sus hombres. Su acción le hará merecedor de la Cruz de Hierro de 1ª Clase. Posteriormente los rusos lanzarían un contraataque que obligaría a los españoles a replegarse a Ssamsanowka. Staraja Mysa está otra vez en poder de los soviéticos.
Reorganización del subsector
El 14 de febrero no queda ningún español en Krasny Bor. Los soviéticos han ocupado el pueblo. Sin embargo no han podido avanzar más allá. Lo que ya de por sí es un éxito para la Werhmacht. La numantina resistencia de los soldados españoles ha dado tiempo suficiente a Lindemann para organizar una línea defensiva al sur de Krasny Bor. Mientras, la línea del frente defendida por los españoles ha sido reducida. Ahora, el subsector Este de la División comienza en la orilla izquierda del Ishora. Al otro lado de la orilla del Ishora, la línea pasaría a manos de la 212 División del general Reymann.
Entre los días 15 y 19 de febrero, Esteban Infantes reorganiza a la División Azul. La línea que conforma el Ishora se divide en tres núcleos al mando del coronel Rubio. Los otros subsectores permanecen como estaban.
Por su parte, los soviéticos siguen presionando sobre el flanco derecho de la División Azul. Hasta el día 18 de marzo sus acciones se limitan a bombardeos e incursiones de rutina. Pero el día de San José lanzan otro ataque a gran escala contra los españoles y la División SS Polizei. Quieren explotar las ventajas obtenidas el 10 de febrero. No lo conseguiran. La batalla de Krasny Bor a terminado.
Balance
De todas las operaciones en que tomó parte la División Azul, la batalla de Krasny Bor representa la más sangrienta e importante. En ella, los soviéticos hicieron retroceder a la División entre tres y seis kilómetros, arrebatándoles el pueblo de Krasny Bor. Sin embargo, no pudieron rebasar el pueblo, a pesar de que contaban con más potentes y numerosas fuerzas. Esto se debió, sobre todo, al error táctico que cometieron, se empeñaron en destruir los núcleos de resistencia, en lugar de continuar avanzando tras la ventaja obtenida al romperse las líneas españolas. Este gravísimo error proporcionó a Lindemann el tiempo suficiente para reorganizar en el borde sur de Krasny Bor una línea defensiva con poderosas tropas.
Pero el tiempo que los españoles soportaron los embates soviéticos costó un alto precio. Las bajas de la División Azul fueron muy elevadas. Sólo el día 10 de febrero se produjeron dos mil doscientas cincuenta y dos bajas, entre muertos, heridos y desaparecidos. De ellas, ciento siete correspondían a jefes y oficiales, doscientas cuarenta y cuatro suboficiales y mi novecientos un soldados de tropa. A pesar de todo las bajas soviéticas superaron las once mil bajas... un tercio de las fuerzas atacantes.