30-04-2008
Hola amiguitos , en mi visita a la biblioteca lei un libro de historia lo copie el tema y ahora les presento, disfrutenlo.
“Operación Barbarroja”
Incapaz de franquear el canal de la mancha y de someter a Inglaterra, el dictador alemán –imitando a Napoleón- decidió emprender su campaña de Rusia y lo hizo el mismo día que el emperador francés, pero también la Wehrmacht se hundiría en las inmensas llanuras rusas para ser aniquilada en ellas, como la Grande Armée Napoleónica.
No es difícil explicar por que se lanzo Hitler a aquella aventura que tan fatal le seria. Por varias razones: en primer lugar, porque fracaso ante Inglaterra, luego, estando convencido de la prolongación del conflicto, y, ante la resistencia inesperada que le opusieron los británicos, el Führer se veía obligado –si quería en verdad someterlos a intensificar la guerra marítima, construir una flota de invasión especializada para franquear el canal, e incrementar considerablemente la Luftwaffe. Para ello necesitaba disponer de tiempo, materias primas y de abastecimientos y el indispensable apoyo para su economía podría encontrarlo si dominaba la Unión Soviética. La alianza germano-soviética de 1939, fundada en el pacto de no agresión fue meramente táctica, pese al hecho de que los intercambios económicos entre ambos países continuaron hasta ultima hora, principalmente por el deseo de los rusos de retrasar el máximo la perspectiva de una guerra.
Sin embargo Hitler desconfiaba de Stalin y temía que los rusos se lanzaran sobre el Reich Alemán en el preciso instante en que Alemania se hallaba empeñada en lo peor de su lucha con Inglaterra. Al propio tiempo, desprecio torpemente la potencia militar de la Unión Soviética, persuadido de que con solo dos o tres meses de emplear a fondo su sistema de guerra relámpago bastaría para aniquilarla. La cruzada contra la URSS había sido siempre la política predilecta del militarismo nazi y todo lo demás quedaba subordinado a tan decisiva empresa.
Los occidentales se hallaban imposibilitados de atacar a Alemania y tanto en el norte como en el sur de Europa yacían derrotas, en consecuencia, Hitler estimo que el momento le era particularmente favorable. Además, si lograba aniquilar a Rusia, el Japón consolidaría tanto su posición en Asia y en el Pacifico que los Estados Unidos quizá se abstuvieran de intervenir en Europa, como hicieron en 1917 durante la Primera Guerra Mundial.
Y por ultimo, el ataque a Rusia era el primer artículo de fe del credo hitleriano, su nota básica. El estandarte que haría de correr tras el, proclamándole abanderado y héroe, a todos los capitalistas del mundo, a quienes iba a liberar, por fin, de tan agitado espantajo del comunismo soviético. Todos los intelectuales occidentales que servían a Goebbels en los países ocupados garantizaban su apoyo ideológico, el otro, mas sustancioso, quedaba por ver.
Por este aspecto publicitario y espectacular de la campaña, la agresión a Rusia comenzó con un preámbulo igualmente espectacular, al que Hitler atribuía –supersticioso y crédulo- un efecto mágico.
Hitler y el Estado Mayor Alemán venían ya preparando la campaña de Rusia –Operación Barbarroja- desde el derrumbamiento del frente francés, el 22 de junio de 1941, la Wehrmacht inicio la ofensiva con poderosos efectivos y en un amplísimo frente: 120 divisiones alemanas estaban en acción, con otras 26 divisiones de reserva. A dichos efectivos se agregarían las tropas de los aliados. Contingentes finlandeses, rumanos, húngaros y eslovacos, poco después, aparecieron unidades italianas, la división azul española y por ultimo, las legiones adictas a los nazis procedentes de los países ocupados; belgas rexistas, franceses de laval, holandeses, etc. en total, Hitler comprometió en el frente del este tres millones de soldados, sostenidos por 4000 aviones y 3000 tanques.
Fuente: Historia Universal Daimon Carl Grimberg Tomo 12, el siglo xx Paginas: 286-287