28-03-2011
LA CARRETERA RAATE Y LA IMPORTANCIA DE LAS COCINAS DE CAMPAÑA
¡Hola, foreros!
Cuando hice el articulillo sobre la línea Mannerheim, me encontré con documentación en la que se hablaba de un episodio de la Guerra de Invierno: la destrucción, en la carretera Raate, de la 44ª División de fusileros ucraniana al mando del comandante Alexey Vinogradov, por fuerzas finlandesas inferiores en número y material; hecho sucedido entre finales de Diciembre de 1939 y la primera semana de Enero de 1940. Hay muchas fotografías del incidente que dieron la vuelta al mundo, todas mostrando cantidad de vehículos de ruedas, carros de combate, artillería y hombres congelados que quedaron diseminados a lo largo de casi 40 kilómetros de esa carretera: una recta llena de nieve y rodeada de árboles conformando un espeso bosque por ambos lados que los rusos intentaron convertirla en su principal ruta de invasión para llegar cuanto antes a Suomussalmi y apoyar a la 163ª División de fusileros mongola. Caro les costó.
Foto de la carretera Raate
Fotos como la de arriba fueron prohibidas en la Unión Soviética y hasta hace relativamente poco tiempo, era más fácil encontrar latas de caviar e iconos en Rusia que documentación sobre los sucesos acaecidos en fecha tan lejana. De hecho, muchos descendientes de los pobres soldados que Stalin envió al matadero finés, se enteraron no ha mucho que sus ascendientes estaban enterrados en fosas comunes sin identificar, cuando no se habían dejado tal y como habían caído en el helado campo de batalla. Hubo un gran interés en que se olvidara, para siempre, todo lo sucedido en fecha tan infausta para el ego del Zar Rojo. Pasmoso. ¿O no?.
Mapa de la zona
¿POR QUÉ SUOMUSSALMI?
Por una razón muy sencilla: los rusos pretendían cortar en dos el territorio finlandés por esa zona, queriendo llegar hasta la ciudad de Oulu, en el Golfo de Botnia.
Suomussalmi tenía un cruce de líneas férreas que los rusos necesitaban conquistar para traer por ferrocarril hasta allí las ingentes cantidades de comida, municiones, gasolina, armas...etc, que necesitaban las tropas del Ejército Rojo en ese sector. La falta de previsión de los mandos soviéticos fue determinante a la hora de buscar culpables por la derrota que los fineses causaron a fuerzas muy superiores. Los rusos pensaron que la invasión de Finlandia iba a ser un paseo militar, aplastando la resistencia del pequeño ejército finés en un periquete. La soberbia y la prepotencia del alto mando soviético fue tal, que se calcularon los consumos en base a la teoría aceptada de que acabarían en pocos días con Finlandia, sin pensar en establecer reservas de abastecimientos ni nada de nada. Por poner un ejemplo cualquiera, veamos lo que pasó con el combustible: durante la Guerra de Invierno se usaron cantidad de nuevos vehículos que no habían sido probados lo suficiente, creyendo que no había mejor manera de testarlos que en combate contra un puñado de criadores de renos. ¡Ay, amigos!. Las condiciones meteorológicas extremas obligaron a que los motores estuvieran permanentemente encendidos para evitar la congelación de fluidos y las roturas de bloques, debido a los 40 grados bajo cero que estaban cayendo en ese invierno; con el consiguiente consumo extra de gasolina y los desgastes y fallos de piezas. Creyeron que en una semana estarían tomando vodka en las calles de Helsinki, pero la cosa fue completamente diferente a los planificado en los despachos militares rusos, que no contaron ni con la climatología, ni con la voluntad de lucha de un pueblo que tenía la capacidad de vivir en y del terreno.
Mapa carretera Raate
Hablábamos del tema de los abastecimientos: fue tal el caos que se organizó entre las fuerzas soviéticas, que muchos rusos se rindieron por un mendrugo de pan. Los malvados fineses, en vez de aceptar la lucha en campo abierto contra las inmensas fueras invasoras, tal y como éstas lo preferían porque así estaba escrito en sus manuales, optaron por emboscar los convoyes de avituallamiento que tanto necesitaban los rusos, aprovechándolos para su propio uso. Así, los soviéticos que combatían en esa guerra, se quedaron sin su borsch, sin sus blinis, sin sus arenques salados y sin sus salchichas de cordero, no teniendo más remedio que comer carne de caballo congelada. Cuando había caballos, claro. En cambio, los finlandeses tenían la ventaja de que sus propias cocinas estaban situadas estratégicamente cercanas a ellos y las tropas que regresaban de los combates podían alimentarse y descansar en refugios, sin ser molestados por la aviación soviética debido a la terrible meteorología.
Fotos carretera Raate
Muchos autores incluyen el incidente de la carretera Raate dentro de la llamada Batalla de Suomussalmi, aunque se dio a varios kilómetros de distancia de esta localidad. Tal vez porque coincidió en fechas y porque el objetivo de la columna a la que nos referimos era unirse con la 163 División en ese lugar.
LAS FUERZAS ENFRENTADAS
Algo a tener en cuenta es que el alto mando soviético, en vez de usar las fuerzas acantonadas en la zona, más conocedoras del territorio, ordenó el agrupamiento de tropas provenientes de distintos puntos de su extensa Unión de Repúblicas en una decisión bastante...hmmm...peculiar. La columna de la carretera Raate, pues, estaba compuesta por una división ucraniana, y los hombres de la 163 división, a la que también se la dio para el pelo en Suomussalmi, eran mongoles.....(Ojito: oriundos de Mongolia, capital Ulan Bator...)
A la 44º División de fusileros se enfrentarían pequeños grupos de combate finlandeses que pertenecían a la 9ª División de infantería, formada apresuradamente por una serie de regimientos y compañías que los fineses fueron incorporando poco a poco al sector de Suomusualmi, porque, todo hay que decirlo, al principio, lo pasaron sinceramente mal. Unos 9000 soldados que, usando tácticas de emboscada aprendidas de sus asesores alemanes (grupos de exploración, ruptura, apoyo y consolidación) consiguieron una enorme ventaja sobre la fuerte columna enemiga, desperdigada por la carretera en una longitud de casi 40 Kilómetros. La división se dividió en cuatro grupos de combate, conocidos por los nombres de sus comandantes: Mandelin, Mäkiniemi, Kari y Fagernäs. Los ataques fineses fueron continuados, en diferentes puntos de carretera, emboscando y eliminando rápidamente los focos de resistencia cercanos y desapareciendo como alma que lleva el diablo, siendo conocedores perfectamente de su territorio y de cómo sobrevivir en el clima imperante, con temperaturas de muuuuchos grados bajo cero. Se desplazaban rápidamente de un punto a otro sobre esquís, siendo la pesadilla de las desmotivadas tropas soviéticas.
El coronel (Eversti) finlandés Hjalmar Siilasvuo, jefe del 27 Regimiento de infantería en Suomussalmi y posterior jefe de la 9ª División.
(Es el de la izquierda...)
El coronel Hjalmar había sido avisado por el reconocimiento aéreo y por las intercepciones de radio sobre los movimientos de los rusos, dándole tiempo a construir una serie de pistas de hielo paralelas a la carretera y a cierta distancia de ella, por donde los rápidos esquiadores fineses se desplazaban para efectuar sus emboscadas; preferiblemente, a las columnas de suministros soviéticos, a los que no hacían ascos para su propio provecho y dejando con un agujero en el estómago a los ucranianos, que soñaban con el sol y sus campos de girasoles. Los bisoños soldados rusos tenían la manía de disparar a todas partes en cuanto oían un tiro, por lo que rápidamente se quedaron sin munición y sin poder reponerla debido a que los fineses ya la habían capturado o destruido en sus ataques. A principios de Enero, los soviéticos tuvieron que recurrir a las socorridas bolas de nieve para defenderse de los finlandeses.
Foto carretera Raate
La 44 División fue detectada el 13 de Diciembre. Los primeros combates se produjeron el 24 de Diciembre, y fueron más intensos desde el 1 hasta el 7 de Enero de 1940. La batalla definitiva se dio el 5 de Enero. El día 6, Alexei Vinogradov, comandante de la atormentada columna, gritó el “¡¡ sálvese quien pueda!!”, sobreviviendo a la debacle un puñado de famélicos y congelados rusos. Los fineses siguieron una táctica bastante curiosa: dividieron la columna rusa en pequeños tramos, a los que llamaban Mottis (un motti era un montón de leña de un metro cúbico que los leñadores finlandeses dejaban en las orillas de las carreteras, para posteriormente poder manipularlo mejor para su transporte). Los rusos se defendieron de los ataques amparándose en pequeños núcleos de resistencia, comunicándose entre ellos mediante los vehículos blindados que la columna tenía pero, al final, la falta de suministros pudo más e hizo que los rusos perdieran la cabeza, lanzándose a asaltos frontales sin ningún tipo de posibilidad, escasos de comida y munición como estaban. Las bajas soviéticas nunca se supieron ni se sabrán, pues fueron manipuladas por los censores rojos, ocultándolas al pueblo ruso. De la 44 División se salvaron dos batallones de un Regimiento que no intervino en la batalla, pero hay que contar también los grupos de blindados que fueron asignados a la 44º para lograr contactar con la 163º. Sólo hay cifras orientativas: ni fueron tantoa como la propaganda dijo en su momento, ni fueron tan pocas como para no tener en cuenta este incidente como una gran victoria finlandesa. La últimas revisiones históricas rusas y finesas hablan de unas 7.000 a 9.000 bajas rusas (muertos, heridos y desaparecidos) frente a unas 400 finlandesas.. El material que se capturó en Suomussalmi y en la carretera Raate fue inmediatamente usado contra sus antigüos propietarios en el frente del istmo de Carelia, y las fuentes varían en cuanto a las cantidades ,dependiendo si son rusas o finesas, por lo que sólo diremos que los rusos reconocieron pérdidas de 4.340 fusiles, 97 ametralladoras, 252 ametralladoras ligeras, 55 piezas de artillería, 30 cañones antitanque, 12 fusiles antitanque y 37 carros de combate. Y tirando por lo bajo. No se contaron los camiones, los vehículos blindados ni los tractores de artillería. Lo digo orientativamente, si alguien quiere consultar las fuentes, para eso las pongo.¡Hale!.
Fotos carretera.
Por supuesto, el Comandante Vinogradov fue el que primero llegó a las líneas soviéticas, pero más le hubiera valido no hacerlo. El supino cabreo que se agarró Stalin cuando conoció el resultado del “paseo militar” se oyó por todo el Kremlim. Vinogradov fue llamado a capítulo junto con parte de sus oficiales y se les formó a todos un juicio justo antes de fusilarlos inmediatamente. ¿La razón?...¿De qué fueron acusados?...¿Cobardía?...¿Deserción, falta de espíritu combativo?...no, foreros, nada de eso. La acusación fue mucho más grave:...¡¡ Haber perdido 55 cocinas de campaña durante los combates en la carretera Raate !!.
Actualmente, en la carretera Raate, hay una serie de monumentos en memoria de los que cayeron allí en esos días, rusos y finlandeses. Os dejo un paseo virtual por ella.
Paseo virtual
http://www.streetvi.com/en/map/fi/940132-Battle-of-Raate-Road/
Estuve en un refugio finlandés tomando una sopina caliente, contemplando un montón de hambrientos prisioneros rusos que me estaban mirando con una cara de “probinos” que...¡Vaya por dios, hombre!...
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/05/Siilavuo3.jpg
http://www.gmtgames.com/c3i/arctic_storm3.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Suomussalmi
http://www.ask.com/wiki/Battle_of_Raate_Road
http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Raate_Road
http://www.winterwar.com/mainpage.htm
P.D.: No sé si este es el lugar adecuado para colocar esta colaboración...si no es así, agradecería al moderador que lo trasladara al sitio correspondiente...
Saluten!!