24-04-2013
En Alfambra se hallaba, al mando del Cuerpo del Ejército de Galicia, el General Aranda; héroe de la resistencia de Oviedo...
El 15 de Diciembre de 1937 el bando republicano desencadena una ofensiva sobre la ciudad de Teruel. Tras casi dos semanas de intensos combates, cae la ciudad en manos del Ejército rojo. Se había iniciado la "Batalla de Teruel". Si bien para el bando nacional la pérdida de la ciudad no fue en absoluto significativa en el plano estrategico, Teruel acababa de convertirse en un objetivo simbólico de suma importancia para la moral de las tropas, algo parecido a lo que ocurrió con el Alcázar de Toledo. Tras la caída de la ciudad, el Alto Mando republicano creyó que con la acción inicial había sido suficiente para disuadir cualquier contraataque, especialmente una vez consolidada la zona y contando con las unidades republicanas perfectamente atrincheradas.
No obstante, el 17 de enero de 1938 el Ejército nacional inicia una contraofensiva. La estrategia ideada por los Generales del Ejército nacional, era empujar al enemigo fuera de sus posiciones iniciales, y arrinconarlo en las proximidades del río Alfambra. Y efectivamente así fue. Entre el 5 y el 7 de Febrero de 1938 , la 5ª División del Ejército nacional logra una ruptura en el centro del frente de Teruel. Las lineas republicanas quedan rotas, y las unidades enemigas quedan embolsadas, según lo previsto, en una zona cerca del río.
Para taponar la brecha en las lineas del frente, acuden como refuerzo las Brigadas republicanas 104 de la 27 División y la 22 perteneciente a la 39 División, provistas con todo tipo de armamento ( incluidos tanques soviéticos). Faltó poco para que lograse contener el avance nacional, pero fué ahí cuando se produce una heróica e impensable acción de guerra que cambia el curso de la batalla. 3.000 jinetes al mando del General Monasterio perteneciente a la 1ª División de Caballería del Ejército Nacional, se lanzan a pecho descubierto contra las posiciones enemigas en una carga épica de Caballería...sin tanques ni blindados.
El impacto psicológico en las filas republicanas debió ser brutal. Sinceramente es díficil ponerse en la piel de un soldado republicano situado en primera de batalla, y observar como 3.000 tíos a galope tendido se lanzan sobre ti, sin que los disparos de la artillería y fusilería puedan pararlos. La confusión y el terror causaron estragos en las lineas repiblicanas, y la desbandada fue total.
Tras la carga de la Caballería, el frente quedaría definitivamente roto y la batalla de Teruel, caería del lado Nacional a los pocos días
Solo la posterior carga de Bettoni con el Savoia Cavalleria en 1942 empleó casi el mismo número de escuadrones de sables (a nivel de regimiento). Los tan ponderados empleos de unidades a caballo por los norteamericanos en Bataan y los ingleses en la India y birmania no alcanzaron ni el nivel de un escuadrón y no consiguieron resultados positivos. Lo raro que que no hiciaran las megapelículas a las que nos tienen acostumbrados esos engañabobos.
Saludos.
Pd: Datos extraídos de http://poetasmuertosjinetes.blogspot.com.es/2010/02/alfambra-la-ultima-carga-de-la.html