Batallas desesperadas

peiper

23-04-2015

Una jugada que le salio bien y le dio una victoria bien merecida aun con bastantes  perdidas

gaffer

23-04-2015

Tuve ocasión de leer sobre la magnífica actuación de los "pequeños" destructores norteamericanos, su arrojo y decisión fue digna de encomio... Buen relato Heinz, como siempre.

Un cordial saludo.

Heinz von Westernhagen

23-04-2015

Gracias, chicos!!

Heinz von Westernhagen

28-04-2015

En Noviembre de 885 se presenta a las puertas de París (de aquel entonces, limitada al entorno de la Cité) una gran flota danesa compuesta por 300-700 naves según las fuentes. El Conde Odo ha sabido de la aproximación vikinga por el Sena y ha reparado las murallas y fortificado las incompletas torres que defienden los dos puentes que unen la isla con ambas orillas. Los invasores piden paso y  el Conde se lo niega. Los daneses deberán destruir los puentes si quieren seguir con el saqueo de las ciudades francas.

Odo dispone de 200 caballeros y un número indeterminado de soldados, número que es tremendamente inferior a los miles de daneses que se preparan para el saco de la ciudad.  La torre que domina el puente de la margen derecha es asaltada varias veces y bombardeada sin piedad, a la vez que los arietes intentan abrir brechas en su base. Los defensores rechazan todos los asaltos en la torre y en las murallas de la Cité.

Los daneses lanzan brulotes contra el puente esperando incendiarlo, sin conseguirlo. Intentan cegar el foso de la torre con cadáveres de animales, de prisioneros ejecutados y árboles ...Y, aunque lo logran, los francos repelen los furiosos asaltos. La falta de alimentos y las enfermedades comienzan a hacer mella entre los habitantes de París.

El 6 de Febrero de 886, parte del puente cede a una crecida. Los doce hombres que están en la torre quedan aislados de sus compañeros, pero no se rinden ni abandonan la defensa. Frustran los repetidos ataques daneses durante todo el día hasta que son superados y mueren combatiendo. En Mayo, el Conde Odo hace una salida y logra llegar hasta su rey, Carlos el Gordo, que se dirige sin prisa con su ejército a socorrer la asediada ciudad...en Octubre. Al final, Carlos entrega 700 libras de plata a los daneses para que abandonen el sitio y se dirijan a la Borgoña, ante la vergüenza de sus nobles. Odo sería elegido rey de los francos del oeste en 887...año en que volvió a impedir el paso por París de la flota danesa, a la vuelta de sus fechorías...Pero esta vez, con éxito.

mister xixon

28-04-2015

Que años tan convulsos los daneses en vez de irse de vacaciones se iban a la conquista de los fracos 

Buen relato Heinz

saludos

josmar

28-04-2015

Que años tan convulsos los daneses en vez de irse de vacaciones se iban a la conquista de los fracos 

Es que Paris siempre ha tenido un atractivo especial para los turistas....

gaffer

28-04-2015

...Pagar para evitar luchar, mal, muy mal...

Hay un dicho que reza:"Solo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir". Se les puede aplicar a los 6 valientes que vendieron cara su piel en la defensa de la torre.

Un saludo

peiper

29-04-2015

Sí es que los daneses nunca se ha podido quedar quietos en casa,por cierto que son los brulotes bombas incediarias.

Saludos

Heinz von Westernhagen

29-04-2015

,por cierto que son los brulotes bombas incediarias.

Son por lo general barcos (pueden ser de diferente porte), que se llenan de elementos combustibles, se les da candela y se les lleva hasta el objetivo con la esperanza de que lo abrasen...

Saludos!!

mister xixon

29-04-2015

Se usaban mucho en la pirateria 

saludos

Ignaz Woll

29-04-2015

Sí es que los daneses nunca se ha podido quedar quietos en casa

los daneses en vez de irse de vacaciones se iban a la conquista de los fracos

Buen relato, como de costumbre, Heinz  !

peiper

29-04-2015

Gracias heinz,no me esperaba que fueran barcos me lo imaginaba mas como armas arrojadizas

Heinz von Westernhagen

30-04-2015

Buen relato, como de costumbre, Heinz  !

Gracias, Ignaz...¡ Espero tus batallas aquí !...

Saludetes!!

Ignaz Woll

30-04-2015

Gracias, Ignaz...¡ Espero tus batallas aquí !... Saludetes!!

Venga, aquí va otra...

La Batalla de Jellalabad

En noviembre de 1841, tras una órden de Akbar Khan, los afganos se revolucionan contra los británicos, y los mayores ataques empiezan en Kabul, donde varios altos oficiales son asesinados por los insurrectos. El 13th Regiment of Foot es enviado fuera de la ciudad hacia el este, para comprobar el estado de la carretera hacia Peshawar, y con la órden de eliminar todo enemigo en el camino. Tras unas semanas de marcha, el 12 de noviembre, los británicos, hostigados por los guerrilleros asiáticos, toman posesión de Jellalabad, una antigua fortaleza en medio de la nada.

El comandante del regimiento, el Coronel Robert Sale, apodado "Fighting Bob" (Bob el Batallador) por su congéneres, decidió revitalizar la antigua fortificación, y adaptarla para la posible defensa. Sale estuvo acertado, y, en unos pocos días, los afganos rodearon el fuerte, iniciando un largo asedio.

Los británicos, totalmente aislados, tuvieron que rechazar numerosos asedios en aquella tierra extraña. Y todos ellos, con éxito, pues en las murallas del fuerte todavía estaban apostados los "casacas rojas". Pero, como fue inevitable, la comida se agotó. Sale, temiendo el colapso de sus fuerzas, que desconocían la suerte de sus camaradas en Kabul, organizó una  intrépida salida con un grupo reducido del regimiento, que fue todo un éxito, pues los infantes volvieron a Jellalabad con 300 ovejas.

Todo parecía ir bien, cuando, a mediados de enero, un inglés a caballo llegó a las puertas del fuerte. Se llamaba William Brydon, era cirujano, y el único superviviente de la columna británica que se había retirado de Kabul semanas atrás. Los 4.500 soldados y civiles fueron masacrados en las montañas por los afganos. Eran todo lo que quedaba a la Reina Victoria, salvo los propios defensores del fuerte, en Afganistán.

Finalmente, en abril de 1842, cuando ya llevaban 5 meses enclaustrados en el fuerte, sufriendo graves ataques, Sale dirigió a sus hombres a través de las puertas de la añeja fortaleza, y cargaron hacia los afganos. Tan sorprendidos estaban los guerreros tribales, que los cerca de 1.500 aguerridos británicos pudieron capturar su campo por completo, dejando un enorme reguero de sangre en el camino. Los atónitos supervivientes afganos retrocedieron a Kabul.

Poco tiempo más tarde, los valientes defensores se encontraron con una columna, liderada por el Major-General George Pollock, que venía a socorrerles, a pesar de que ellos ya se habían "liberado". Pollock continuó con su camino hacia Kabul, mientras que lo que quedaba del 13th Regiment of Foot marchaba, ya como héroes, todo el camino hacia India. Fueron honrados en cada fuerte que pasaban por una salva de 10 cañones, y el regimiento pasó a ser un "Light Infantry Regiment". Además, el Principe Consorte Alberto ofreció su patronaje al regimiento, que desde entonces llevaría en su placa distintiva las murallas de Jellalabad, junto a su nombre, para que no olvidase nunca un asedio que terminó con un merecido final feliz.

gaffer

30-04-2015

Se ganaron la denominación de Regimiento de Infantería Ligera Príncipe Alberto.

Insignia regimental

...Sin duda merecida  , buen relato Ignaz.

Un saludo cordial

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