Batallas desesperadas

Heinz von Westernhagen

04-03-2016

La revuelta de Judea del año 66 AD la protagonizaron varias facciones, como siempre, enfrentadas por espúreos intereses unas con otras. Los de Masadá eran parte de una de ellas, "Zelotes"...aunque para los romanos, todos los judíos eran "terrorista Zelotes".

Ya hablaré de Masadá...

Saludos!!

peiper

04-03-2016

Parece mentira que este comandante con su experiencia cometiera errores de principiante que podían haber costado menos vidas seguro.

Saludos

Heinz von Westernhagen

04-03-2016

Parece mentira que este comandante con su experiencia cometiera errores de principiante que podían haber costado menos vidas seguro. Saludos

En realidad no era comandante...Digamos que su cargo era político...

Saludetes!!

peiper

05-03-2016

Entendido Heinz mas bien lo decía por que como tenia al cargo esas tropas jaja

saludos

Ignaz Woll

05-03-2016

Staff Sergeant Amir Bashari, 2nd Platoon, 3rd Company, 77th Battalion, 7th Armoured Brigade, overlooking the Valley of Tears, evening, Saturday 6 October 1973, por Howard Gerrard.

Durante la Guerra de Yom Kippur, en 1973, las fuerzas sirias, apoyadas por una notable fuerza de blindados, capturan la mayor parte de los Altos del Golán, pero, lentamente, algunos osados israelíes los detienen, y preparan el contraataque. El 74. Batallón Blindado Israelí, al mando del Teniente Coronel Kahalani, avanza en la oscuridad, con visibilidad nula, contra un enemigo equipado para luchar de noche.

Los rumiantes blindados israelíes, cuidadosamente, intentan no hacer ruido mientras se infiltran hacia el oeste. Poco después de que amaneciese en aquel 6 de octubre de 1973, el tanque comandado por el Sargento Primero Amir Bashari localiza una fuerza blindada enemiga desde una colina, que amenaza con rodear a la avanzadilla israelí.

Bashari dispara, mientras da la alerta por la radio. Sin embargo, esta casi incomunicado con el resto de su unidad, y se prepara para lo peor. En unos pocos minutos, gracias a la extraordinaria habilidad de su artillero y su cargador (Guliel & Ganani), destruye nada menos que 10 tanques enemigos. Mientras sus compañeros le rogaran que se retirase junto a ellos, el, junto con su tripulación, se negó categóricamente a cualquier retirada. Así que allí se quedo, disparando, hasta que un proyectil sirio impacto en la torreta, haciendo volar al valeroso blindado y a su más valerosa tripulación, poco después. La tripulación pudo escapar, rápidamente, por las escotillas, pero el comandante, el veterano Sargento Primero Bashari, se quedó allí, herido de muerte, en el interior del tanque, en esos trágicos segundos antes de que explotase. Fue condecorado con la Itur HaGvura, la máxima condecoración militar en Israel.

Heinz von Westernhagen

05-03-2016

Es admirable el desempeño que tuvieron los escasos carros israelíes en el Golán durante el Yom Kippur. Las pocas unidades que pudieron reaccionar lo hicieron con energía, sabiendo que eran la última muralla entre los sirios y la llanura israelí...

Que el Gobierno de Israel otorgara una medalla al Samar Bashari dice mucho de la actitud que tuvo este hombre. El ejército israelí debe ser el más estricto del mundo a la hora de una concesión.

Buen relato.

peiper

06-03-2016

Si perdían terreno lo mas probable es que luego no lo pudieran recuperar y el enemigo les superaba en numero seguro entre sirios, egipcios y jordanos por cierto el tanque de la imagen es un centurión ingles.

Saludos

Heinz von Westernhagen

06-03-2016

...por cierto el tanque de la imagen es un centurión ingles. Saludos

De dotación, en aquella época, en las brigadas blindadas del Tzahal...

Saludetes!!

josmar

06-03-2016

Buena narración de un heroico hecho...

peiper

06-03-2016

Ya me parecía a mi si es que entre sus dotaciones siempre han tenido de todo tipo de tanques de otros países aparte de los extras y modificaciones que les hacen.

Saludos

mister xixon

06-03-2016

Un precioso relato Peiper un hecho heroico en toda regla la del sargento bashari y su tripulación

saludos

peiper

06-03-2016

Pues si pienso igual que vosotros es un relato muy heroico pero no es mío míster es de Ignaz.

Saludos

mister xixon

07-03-2016

Pos buen relato Ignaz

saludos

gaffer

12-03-2016

Los israelíes hicieron bueno cualquier carro, avion o arma que recibieron. Y eso es algo muy meritorio...Es, como cojer el coche de un amigo y no notar la diferencia. 

Bonita lámina para ilustrar el relato  .

Saludos cordiales.

Heinz von Westernhagen

14-03-2016

En el año 151 a.C., el cónsul Lucio Licinio Lúculo llega a Hispania con sus legiones. Su intención es la de pacificar el territorio comprendido al norte del río Tajo, enriqueciéndose de paso con botín para potenciar su carrera política en Roma. A su llegada, comprueba con disgusto que su predecesor en el cargo, Marcelo, ha resuelto el problema con la Celtiberia de modo pacífico. Lúculo ve que sus perspectivas de conseguir gloria, triunfos y riquezas (que necesitaba para su carrera política) se han difuminado. Sin preguntar a Roma decide, unilateralmente, incursionar por las tierras más allá del Tajo en busca de botín. Se dirige a la ciudad vaccea de Cauca (Coca, cerquita de Segovia), en dónde se presenta ante las murallas con sus legiones.

El Consejo de Cauca se dirige hacia su campamento, intrigado y nervioso ante la actitud belicista del cónsul, ya que ellos jamás habían hecho la guerra a Roma. Éste les cuenta que está allí para pedir explicaciones sobre un supuesto “casus belli” relativo a una “ofensa” hacia los carpetanos. Los de Cauca no dan crédito a lo que oyen de la boca de Lúculo y se retiran a deliberar. Se niegan a acceder a los caprichos del romano y los impetuosos guerreros hacen una salida, con el resultado un buen número de legionarios y 3.000 vacceos muertos. En minoría, no les queda más remedio que aceptar las condiciones de Lúculo: entregar 100 talentos de plata (una fortuna desmesurada para la época, fuera de las posibilidades de Cauca), rehenes, auxiliares y albergar una guarnición de 2.000 legionarios, entre otras lindezas. Los de Cauca aceptan, abren las puertas para permitir el paso de Lúculo y sus hombres, momento que aprovechan los motivados legionarios para entrar a sangre y fuego y degollar a sus 20.000 habitantes, sin distinción de rango, edad o sexo.

Lúculo, el infame, quiso hacer lo mismo con la ciudad de Intercatia que, avisada, fue sometida a largo asedio (cosa que no gustó a los romanos), acabando éste con la entrega de 10.000 capas de lana. Y, ávido de dineros, lo intenta con Pallantia, en donde los mosqueados vacceos le obligan a retirarse a sus bases de invierno. Roma, enterada de sus desmanes, se echará las manos a la cabeza ante la actitud de su cónsul. Pero no le pasará nada, tal vez debido al uso “untuario” que dio a las pocas riquezas acumuladas durante su nefasto servicio en Hispania y que, seguro, benefició a más de un senador.

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