24-05-2016
Hay una peli sobre ello y si mal no recuerdo se titula "Templario"
El final es más justiciero y poético
24-05-2016
Hay una peli sobre ello y si mal no recuerdo se titula "Templario"
El final es más justiciero y poético
24-05-2016
Hay una peli sobre ello y si mal no recuerdo se titula "Templario" El final es más justiciero y poético
No me gustó mucho, no te creas... . Pudieron hacer una peli en condiciones sobre el asedio de 1215 y se les quedó en una especie cutre de "Los 7 samuráis"...Que, por cierto, es una de mis pelis favoritas.
Saludos!!
24-05-2016
No me gustó mucho, no te creas... . Pudieron hacer una peli en condiciones sobre el asedio de 1215 y se les quedó en una especie cutre de "Los 7 samuráis"...Que, por cierto, es una de mis pelis favoritas. Saludos!!
También la vi y la de los 41 ronin, nomacuerdo como se "intitula"
Ah!!! y la de los Minions #29 que quieres no lo puedo evitar a veces soy como un guaje cuando me pongo a ver cine, me gustan las pelis de risas y dibus, pa dramas ya veo bastantes en la vida y además salen toos los días en los telediarios
24-05-2016
Para que os hagáis una idea, la torrecilla señalada con una flecha es la que se vino abajo. La torre del homenaje tenían interiormente dos partes, separadas por el grueso muro rodeado por esa especie de elipse en rojo. En la parte de la derecha es donde d'Albini y sus hombres resistieron durante cinco días más los ataques de los hombres del rey Juan.
"¡¡ Jelou papayera, ti ere bela como la papaya !!" fue el grito de guerra del mi neno durante varias semanas, después de ver la última de los Minions...
Saludetes!!
(Modificado...¡¡Se me olvidó poner la imagen de la sección de la torre del homenaje !!... ...Debe ser la edad...)
24-05-2016
jya andas aprendiendo idiomas al nenu #29
saludos
Pd. Buenos relatos Heinz
24-05-2016
Un castillo, un D´Aubigny (o d´Albini, como prefiráis), y una revuelta en las tierras de la Vieja Inglaterra. Los ingredientes perfectos para una gran batalla desesperada.
Y cómo no, un magnífico Heinz para recrearla por escrito .
25-05-2016
Vais a ponerme colorado...
25-05-2016
Vais a ponerme colorado...
No es peloteo (me ratifico), es verdad que tienes un estilo peculiar que hace amena la lectura.
Un saludo.
25-05-2016
Vais a ponerme colorado...
No creo, ni con una mano de "Minion"
Oye la torre esa del "menaje" no era donde se guardaban los utensilios de cocina?
En esa batalla creo que se cargaron a los tres cerditos que no querían abrir la puerta al lobo
07-06-2016
El 19 de Septiembre de 1904, el general japonés Nagi ordena tomar la colina denominada 203 Meter Hill, defendida por el Coronel Tetryakov y 1.500 hombres, incluyendo marineros y artilleros. La posición, en sí, comprende dos elevaciones con sendos fuertes, unidos por una serie de trincheras y emplazamientos para ametralladoras y artillería, con abundancia de alambradas. La colina es un emplazamiento ideal para que los nipones sitúen los potentes obuses Krupp de 280 mm y alcancen a los buques rusos que se encuentran en la rada de Port Arthur Las pendientes son impresionantes y los japoneses, que ya han tenido una macabra experiencia con la colina Nanshan, se lanzan al asalto después de una intensa preparación artillera.
Los rusos rechazan ese primer ataque, produciendo 4.000 bajas a los infantes nipones que, obedeciendo a sus oficiales, corren cuesta arriba en medio de una lluvia de fuego. Los rusos también han tenido sus bajas, que suplen con los pocos refuerzos que pueden llegar. Los atacantes toman, en los días siguientes, alguna posición secundaria… pero no la colina. El general japonés es cuestionado por el alto Mando debido a la carnicería sufrida entre sus tropas, pero el Emperador intercede por él, dándole otra oportunidad. Nagi, presionado, retoma los asaltos a 203 Meter Hill el día 27 de Noviembre, siempre tras un potente bombardeo y siendo siempre rechazado.
El 4 de Diciembre de 1904 se produce el último y masivo ataque, tras obsequiar a las maltrechas posiciones rusas con más de 1.000 obuses. Tetryakov es herido. Los rusos no pueden recibir refuerzos y, tras horas de combate (en el que se llega varias veces al cuerpo a cuerpo, y se recuperan y pierden las posiciones), se retiran ordenadamente hacia otras líneas defensivas. La toma de la colina ha costado a los japoneses 11.000 muertos y 10.000 heridos, y 6.000 bajas a los rusos. Los buques de la rada están condenados y Port Arthur caerá en pocos días.
El general Nagi perdería en unos de estos terribles asaltos frontales al único hijo que le quedaba vivo. Un aviso de lo que vendría diez años después en los campos de batalla europeos…
07-06-2016
Un emocionante relato con un final más que previsible...
07-06-2016
La batalla relatada perfectamente por Heinz hay que entenderla dentro del plan estratégico japonés que debía mantener el control marítimo de las aguas que rodean la península de Corea para mantener abiertas y protegidas las líneas de suministro a su ejército desde el Japón hasta dicha península.
La flota de Port Arthur era un peligro potencial enorme para mantener el control marítimo de la zona, por eso desde el principio de la guerra los japoneses intentaron bloquearla por medio de un bloqueo cercano, a la vieja usanza. Tras las pérdidas dolorosas de Mayo (dos acorazados, el 33% de la fuerza de acorazados japonesa) en un solo día por efecto de las minas, los japoneses pasaron a un bloqueo a distancia, con el cuerpo principal de la flota fondeada en una isla próxima. Cuando la 1ª flota rusa del Pacífico intentó salir en Agosto para dirigirse a Vladivostok, fue interceptada y derrotada tras una larga batalla que duró hasta cerca del ocaso. La mayor parte de la flota regresó, con daños, a Port Arthur. El acorazado Sevastopol hizo un intento de salida para apoyar la defensa terrestre atacando a los japoneses desde un flanco, pero resultó dañado por una mina. No explotó como su gemelo Petropavlovsk en abril, pero tuvo que retornar a puerto. La flota no volvió a salir, y a partir de ese momento comenzó una lucha terrestre contra el tiempo. Los japoneses debían tomar la colina de 203 metros para poder destruir definitivamente los buques averiados en la rada de Port Arthur. Los rusos tenían que mantener las fortificaciones de Port Arthur para dar tiempo a que llegara la flota del Báltico, renombrada 2ª flota del Pacífico, y tras unir su fuerza con la de la 1ª de Port Arthur disputar a los japoneses el control del mar y cortar las vitales vías de aprovisionamiento de las fuerzas japonesas en Corea.
Las fortificaciones terrestres rusas estaban cortas de munición para los cañones de 6 y 10 pulgadas (152 y 254 mm.). El general Smirnoff solicitó ayuda a la Marina y, según relata el contralmirante Wiren (ubicado en Port Arthur) se le facilitó. También se enviaron marineros para reforzar las defensas terrestres y compensar las bajas sufridas en los asaltos japoneses. Ni que decir tiene que el contralmirante Wiren tuvo que dar muchas explicaciones a sus superiores de Vladivostok, que no aprobaron esas medidas de colaboración con el ejército de tierra ruso por su propia supervivencia y el de la escuadra.
Por su parte, el Alto Mando japonés presionó al general Nagi para que tomara la colina de 203 m. cuanto antes. Asaltar la colina subiendo por un gran desnivel, contra un enemigo defendiéndose a la desesperada, porque no tenían otra alternativa, costó muchas bajas; pero finalmente obtuvieron éxito, tomaron la colina, hundieron los buques en la rada del puerto y empezaron 1905 celebrando la rendición de Port Arthur el 2 de enero.
Los japoneses lograron los objetivos estratégicos que se propusieron. Su marina pudo retirarse del mar Amarillo con tiempo más que suficiente para prepararse ante la llegada de la 2ª flota rusa, manteniendo inoperativa la reducida fuerza de Vladivostok con un coste mínimo de efectivos y controlando plenamente las aguas que garantizaban el aprovisionamiento de sus fuerzas en Corea. Todo eso se consiguió gracias al esfuerzo desplegado en la toma de la colina, objeto de este artículo de Heinz.
Saludos cordiales.
07-06-2016
Una historia impresionante
saludos
09-06-2016
En 1637 el campesinado de la región de Shimabara se subleva. Hace más de diez años que soporta contínuas subidas de impuestos, hambrunas y castigos extremos. Son cristianos, y el Shogun Hidetada, conservador y tradicionalista, les ha prohibido profesar esa religión en sus feudos bajo la amenaza de severos castigos.
El detonante de la sublevación es el arresto y ejecución de 16 campesinos por el delito de ser cristianos, y otra elevada subida de diezmos que conlleva la muerte del quien no puede asumirla. Con ayuda de algunos ronin, el joven Amakusa Shiro (16 años) se convierte en el cabecilla de los rebeldes, que bajo las enseñas de la Cruz causan una serie de derrotas a los pequeños ejércitos de los señores de la guerra enviados para someterlos. Hidetada toma cartas en el asunto y con una fuerza de 120.000 guerreros se planta en las puertas de la región rebelde, arrasando todo a sangre y fuego como era costumbre en la época.
De los 37.000 rebeldes cristianos (guerreros, ancianos, mujeres y niños), quedan 20.000 que se refugian en la desmantelada fortaleza de Hara. Levantan empalizadas y recogen víveres en previsión de un asedio. Las pocas armas de fuego que tienen son las robadas al clan Matsukura y las obtenidas en sus victorias. A mediados de 1637 comienza el asedio. Los de Shimabara esperan que los cristianos de otras zonas se unan a ellos, mientras aguardan el auxilio de los españoles o los portugueses…que nunca vendrá. En cambio, los holandeses se alían con el Shogun, le suministran cañones, arcabuces, balas y pólvora y envían a un navío de guerra, que bombardeará el castillo Hara desde el mar. Los asaltos se suceden, pero los defensores aguantan todos los embates enemigos, produciendo muchas bajas y teniéndolas también. Luchan por su supervivencia, por sus mujeres y sus niños. A finales de febrero de 1638 se quedan sin víveres, sin pólvora y sin balas. El 12 de Abril de 1638 se produce el asalto general.
Los samuráis abren brechas en las empalizadas. La defensa es dura y tenaz, pero el número y la artillería pueden más que los famélicos defensores armados con katanas y lanzas. Durante tres días, los cristianos aguantan y resisten los feroces e inmisericordes ataques, en los que no hay cuartel. Por fin, el día 15, lo que queda de la fortaleza es tomada por las tropas del Shogun.
Hay 10.000 maltrechos prisioneros, casi todos viejos, mujeres y niños. No sobrevivirán, ya que Hidetada mandará cortarles la cabeza a todos. En 1639 el Shogun promulgará el edicto general de prohibición del cristianismo en todo Japón y sólo permitirá a los holandeses el comercio en su país.
09-06-2016
La barbarie elevada a la enésima potencia...y los holandeses, "chupando del bote".......
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