28-11-2012
Me hizo gracia el amigo Heinz con eso de la jerigonza naval y se me vino a la cabeza un jugoso artículo publicado por Francisco Romero Garat en la Revista Naval de Marina, a la que estoy suscrito y me proporciona gratos momentos de lectura cuando la recibo. El artículo aparece en el volumen correspondiente a Enero-Febrero de 2011 y en él describe de forma graciosísima en clave de historia-ficción las dificultades pasadas por un lego en la materia para entender la jerga naval, en este caso la correspondiente a los rangos jerárquicos.
Intentaré extractarlo en lo posible porque es algo largo, pero la verdad es que no tiene desperdicio alguno.
Cuéntase que tras unas importantes maniobras navales, ya en puerto, el comandante del buque insignia de la flota española organizó un almuerzo en su cámara a la que asistirían el almirante de la fuerza, mandos de las unidades participantes, representación de propio buque y un civil representante de los medios de comunicación social.
El día señalado, el comandante del buque, a la sazón capitán de navío, le dijo al capitán de fragata segundo de su barco que se dirigiera a los asistentes al almuerzo reunidos en cubierta y les recordara que acudiesen a las dos de la tarde a su camarote, ya que estaría el almirante esperando. Los asistentes eran: un capitán de navío americano, comandante de un portaaviones, un capitán de la Marina Mercante, capitán de un carguero colaborador del ejercicio, un comandante de Infantería de Marina, jefe de las Fuerzas de Guerra Naval Especial, el capitán de corbeta jefe de Operaciones y tercero del buque, un capitán de Tierra del Grupo de Operaciones Especiales, un teniente de navío, comandante de un patrullero, el suboficial mayor de la flota, y un periodista especialista en temas de Defensa de un prestigioso diario.
Y esta fue la conversación mantenida:
-
Buenos días señores, de orden del comandante les recuerdo que a las dos de la tarde deben estar en su cámara para el almuerzo.
-
Comandante - le dijo el comandante de Infantería de Marina - , ¿con qué uniformidad?
-
Comandante, uniformidad de diario, es la que ha ordenado mi comandante tras informar al almirante.
-
Pero comandante – replicó el capitán de Tierra -, ¿cuál comandante?
-
Capitán, me refiero al comandante del buque.
-
Pero, ¿de cuál buque?
-
Obviamente, me refiero a éste en el que está usted, a mi comandante, el comandante de este buque, al señor comandante.
-
¿Y como nos sentaremos? – preguntó el capitán del mercante.
-
De acuerdo con el comandante y el visto bueno del almirante, y según protocolo, el señor comandante, como anfitrión presidirá la mesa; a su derecha el almirante; los comandantes y capitanes de buque se sentarán a derecha e izquierda respectivamente; a izquierda del comandante, el capitán de navío americano comandante del portaaviones, y a continuación el comandante del patrullero: a derecha del almirante, usted; a continuación el capitán …
-
¿Qué capitán? – interrumpió el capitán de tierra - ¿Usted, el capitán de corbeta, yo … ?
Con gesto paciente, el segundo respondió:
-
A continuación el capitán de la Marina Mercante, hasta completar la mesa, usted, capitán; a continuación el comandante de Infantería de Marina; a continuación yo; a mi derecha el señor Reporterez, y a su derecha el suboficial mayor hasta cerrar la mesa que es circular.
-
Mi segundo – dijo el capitán de corbeta - ¿y entonces yo?
-
Perdone, lo había olvidado, tercero. Usted entre el mayor y el señor Reporterez.
-
¿Tercero, por qué tercero? – inquirió el capitán de Tierra.
-
Perdone, capitán, me refiero a él como tercer comandante de a bordo después de mi comandante y yo mismo.
-
O sea, mi oficial, que usted a mi derecha, ¿no? - preguntó el suboficial mayor al teniente de navío comandante del patrullero.
-
Cierto mayor, es la distribución que ha ordenado el comandante y que nos ha comunicado su segundo, pero que yo ya conocía por su tercero.
Finalmente intervino el señor Reporterez, que tenía que cubrir la crónica de la maniobras y del propio almuerzo.
-
Señores, creo que no lo tengo claro; o sea que en este barco el comandante no es comandante, sino capitán de navío. Pero si es capitán de un navío, ¿por qué el trato no es de capitán?
-
Es que en la Armada la cosa es algo especial – contestó el segundo - Los que mandan buques no son capitanes sino comandantes, pero aunque no sea comandante de buque el tratamiento de un capitán de navío es también de comandante, al igual que los capitanes de fragata y corbeta.
- Pero realmente ¿el que manda no es el almirante?
- Bien, el almirante, que no es almirante sino contralmirante pero cuyo tratamiento es el de almirante, es el mando de toda la fuerza.
- Gracias por la aclaración, mi comandante.
-
¡No! A bordo, se dice solo cuando los de la dotación nos dirigimos al comandante, al señor comandante; en otro caso es solo comandante.
-
Gracias de nuevo comandante.
-
También me puede llamar segundo.
-
Está bien, mi segundo.
-
¡No! Mi segundo es también solo para mi dotación; usted debería utilizar solo segundo o comandante.
-
¡Ah!, está claro … o sea - dirigiéndose al americano - que usted comandante es el comandante del portaaviones americano.
-
Sorry, yo no ser comandante, ser captain, capitán, furthermore I am the captain, querer decir capitán del portaaviones.
Confuso de nuevo el periodista, y con ánimo de disimular su ignorancia, se dirigió entonces al comandante del patrullero:
-
Mi capitán, entonces, ¿tuvo usted buena mar?
-
Perdóneme, pero yo no soy capitán, soy teniente de navío, aunque … bueno … sí que soy comandante de mi barco, y en mi barco ese tratamiento es correcto, pero no aquí; aquí usted debería dirigirse a mí solo por mi empleo.
-
¡Ah! Gracias teniente; eso sí que está muy claro.
-
¡No! - dijo el oficial con paciencia - Yo soy teniente de navío, que es equivalente a capitán, sin embargo, el trato normal es oficial o mi oficial, excepto cuando mando un barco; entonces soy comandante, y dentro del buque el trato es mi comandante o señor comandante, igual que en este barco tratan al capitán de navío comandante, ¿me entiende?
-
Creo que sí, pero entonces ¿el capitán americano?
-
Bueno, realmente el empleo es capitán de navío, que en americano es captain, pero que significa capitán de navío, ¿me entiende? Además, los americanos llaman the captain a los comandantes de buque, que traducido es el capitán, pero que significa el comandante. ¿Lo ve ahora más claro y sencillo?
-
Bueno, sí, claro, es diferente el caso del capitán de la Marina Mercante, que es capitán de empleo y de cargo, ¿no?
-
Si, pero puede ser capitán y no ser capitán.
Crónica escrita por el periodista Reporterez en su diario.
Realmente, después de lo visto debe considerarse que estas operaciones han sido todo un éxito y han representado una ocasión única para poder evaluar el verdadero nivel de nuestro Ejército del mar, la Armada. Además, ha sido para este periodista una oportunidad convivir con nuestros militares, en este caso marineros, conocer su alistamiento e incluso conocer su lenguaje y terminología técnica tan específica y propia.
Como colofón, al finalizar las operaciones, el capitán del buque insignia, el comandante de navío Mamparez, invitó a una comida en su camarote a los mandos principales de las unidades participantes y al abajo firmante como representación de los medios de comunicación, junto con algunos capitanes de segundo o tercer nivel del buque y a uno mayor.
La comida, aunque organizada por el comandante, la presidió el almirante Entorchádez, que no es almirante sino contralmirante, y que aunque no es comandante manda la fuerza. Estuvo muy animada y rediscutió sobre la necesidad de un mayor conocimiento por la sociedad de sus Fuerzas Armadas, sobre todo ahora que no hay mili obligatoria y que todos son profesionales, y específicamente en la Marina con gran cantidad de comandantes y capitanes.
En este sentido, el segundo, el capitán Torrotitez, que aunque es capitán de fragata no es capitán sino segundo capitán y por eso algunos le llaman segundo pero que es superior en empleo al comandante de Infantería de Marina, a pesar de ser éste comandante y él capitán, tomó la palabra diciendo que la conexión militar es muy importante, y en ello tienen mucho que ver los medios de comunicación.
En relación con los ejercicios, el comandante del buque americano, capitán de navío Warship, que este si que es capitán (al menos en EE.UU.), intervino para decir que en su portaaviones la actividad durante los ejercicios fue continua, con cientos de misiones aerostáticas, detallando algunos tipos de operaciones. Comentó también que en una reunión mantenida con los capitanes embarcados a bordo (en su barco hay muchos capitanes como él, pero que él es “el capitán”, ya que él es el único capitan comandante, pues los demás eran capitanes sin ser comandantes) todos hablaron de la complejidad de las operaciones, de lo positivo de los resultados y de la gran experiencia de compartir ejercicios con otras marinas como la española.
El capitán de la Marina Mercante, señor Náutiquez, que si es capitán porque es el comandante del buque mercante, se explayó sobre la gran experiencia y enseñanzas que había sacado de su participación en los ejercicios navales, sobre todo del ejercicio antiterrorista con la participación de las unidades de guerra naval especial, mandadas por el comandante Infantez (que aunque especial éste sí es comandante) y embarcadas en el patrullero mandado por el teniente Botijez, con misiones tan especiales y reservadas que, aún siendo teniente con nivel de capitán, era el comandante del barco, por encima del comandante Infantez.
El capitán del Ejército de Tierra Pistolez, éste también capitán a secas, comentó parte de las complicadas operaciones especiales secretas en su asalto a tierra, con buzos de combate, submarinos, medios aerostáticos y aerodeslizantes sobre superficie.
El jefe de las operaciones, capitán de corbeta Sextántez de Alba, que aunque capitán de corbeta mandaba las operaciones a pesar de que el barco lo mandaba el almirante a través del comandante, y es por eso por lo que lo llaman tercero, aseveró lo dicho por el capitán, el único capitán a secas, señalando la complejidad del asalto desde el mar a los objetivos de tierra desde el punto de vista de su seguimiento a bordo en el CIC (Centro de Investigación del Combate).
El segundo capitán, el capitán de fragata Torrotitez, que aunque como dije anteriormente es capitán de fragata pero no manda fragata alguna, sino que es segundo en el mando del portaaviones después del comandante y del almirante, que por ser contralmirante no se le llama comandante, comentó junto al suboficial mayor, que no lo es tanto, las vicisitudes de los servicios y la vida a bordo durante las maniobras, resaltando el buen ambiente en cámaras, camaretas, camaretillas, cuartos de estar cuadernas y mamparos.
La comida almuerzo preparadas por los cocineros de a bordo llamados “jal”, y servidas por unos camareros que llaman reposteros, pero que no hacen repostería, resultó espléndida, como es de costumbre en las fragatas de la Marina. Además los asistentes fuimos obsequiados por el almirante contralmirante con unos presentes que llaman “tombolillos”, y a mí personalmente con una foto de la fuerza dedicada que decía_
"A nuestro buen amigo Escribano Reporterez, cronista del diario “Noticias Frescas”, en recuerdo de su embarque a bordo del portaaviones “Vencible” durante las maniobras SPECTACULAREX-10, agradeciéndole su enorme interés y dedicación a las Fuerzas Armadas y reconociendo sus extensos conocimientos sobre la Armada"
Saludos.