06-01-2014
Corría la madrugada del 9 de agosto de 1780 y el almirante Luis de Córdova esta a punto de dar uno de los golpes mas graves que ha sufrido la flota mercante inglesa.
Todo empieza unas semanas antes, los espías de la corona española en Londres se hacen con los informes que detallan la salida al mar de un gran convoy para avituallar a sus tropas enfrascadas en los combates por la independencia de EE.UU.
Cuando el conde de Floridablanca recibe los informes, encarga al almirante de Córdova, que por entonces tenia 73 años, la captura o destrucción de dicho convoy. La flota estaba formada por 27 navios españoles mas otros 10 franceses, país que también estaba en guerra con Gran Bretaña.
Los españoles mandaron fragatas en misión de reconocimiento mientras el grueso acechaba desde el estrecho. Sabia que los ingleses al salir del Canal optarían por seguir una ruta no muy transitada para pasar desapercibidos.
Por fin en la medianoche del día 9 una fragata localiza el convoy y da la señal convenida, el buque insignia, el Santisima Trinidad, da orden de virar y traza el rumbo para interceptar el convoy, a todo esto el almirante español se vale de una treta, deja encendido un farol en lo alto del trinquete para que los ingleses piensen que es un barco de los suyos. Esto hace que los británicos se dirijan directamente a la trampa española.
Al amanecer del día 9 se avista el convoy y los ingleses al darse cuenta de que los barcos de enfrente son españoles viran e intentan escapar, demasiado tarde, los españoles se dedican a la caza "libre" y para las 5 de la mañana ya se han capturado 26 buques ingleses. Al final del día el recuento es inmenso, se capturan 75 barcos, puesto que da la casualidad de que no se ha capturado un solo convoy como se esperaba, ¡¡¡ sino dos !!! , uno que se dirigía hacia Estados Unidos y el otro hacia la India y que han sido apresados justo antes de separarse.
El recuento de lo capturado es :
57 fragatas
9 bergantines
9 paquebotes
294 cañones
unos 3000 hombres
Polvora
armas
uniformes
viveres
Lingotes de oro por valor de un millon de duros
y el valor de las naves apresadas, otros 600.000 duros.
Este ha sido uno de los mayores desastres de la armada británica en cuanto a logística y su golpe fue tan grande que incluso hizo caer la bolsa de Londres.
Todo esto fue logrado por un almirante de 73 años con tan solo 37 buques.
Saludos
Fuentes, Espejo de Navegantes.