27-03-2015
Bueno en realidad feu una guerra inexplicable. Partimos de la reflexión de que cualquier guerra tiene poco que explicar y casi siempre obedece a intereses de dominio territorial, tambien podemos decir que una guerra no deja de ser una estupidez de gobernantes incapaces, de reyes belicosos ogobernantes ociosos.
He visto causas diversas de guerras cuyo origen fue estúpido, por ejemplo la guerra del fútbol liada, si mal no recuerdo por Honduras y el Salvador y ante lo que voy a contar se puede decir que esa guerra tenía al menos un motivo, motivo estúpido pero motivo al fin.
Durante el Segundo Periodo Intermedio egipcio y hacia el final de este, gobernaba en el Norte un rey de nombre Apopis, a su vez y en el Sur gobernaba un principe o rey tebano llamado Sequenenre Taa apodado el Bravo.
Apopis era rey de la dinastía XV hicsa cuya capital era Avaris y Seqenenre Taa de la dinastia XVII tebana cuya capital era Tebas.
Ambos vivian muy tranquilos en sus respectivos teritorios hasta que el primero tuvo una ocurrencia de lo más graciosa, arbitraria, estúpida, chistosa, tonta ...... (Apopis debía ser, por lo chistoso de Lepe )
Reunió Apopis a su consejo y acordaron enviar una misiva a Tebas quejándose de que los hipopótamos del estanque sagrado no les dejaban dormir y más o menos pidiendo que suprimieran el problema de modo expeditivo.
Apopis no sabía la que iba a liar el muy pollito, con tamaña tontería la respuesta tebana no se hizo esperar y el asunto acabó como acaban los líos entre borrachos en un bar, a ostias.
Declaración de guerra y batalla al canto.
Seqenenre Taa, que de cagón no tenia nada, (de ahí el epíteto de "el Bravo") fué a la batalla y salió fatal de la cirugía facial y cerebral a la que le sometieron los hicsos. Las cosas no quedaron ahí ni acabaron con la muerte del Bravo Taa la guerra continuó con el sucesor de Taa, Khamose, su hijo, y luego se prolongó con Amosis I su otro hijo que derrotó finalmente a los hicsos y reunificó Egipto siendo el primer faraón de la dinastía XVIII del Imperio Nuevo que traería consigo la época de mayor esplendor del imperio.
Personalmente no pienso quejarme a los carbayones por el lío que montan sus patos en la Escandalera, entre otras cosas porque en la Escandalera, al menos la última vez que estuve, y ya llovió desde entonces, no había patos
Tampoco espero que ellos se quejen por las fiestas que se montan los patos en el parque de Isabel la Católica no tengo ganas de que se líe parda, tengamos una miniguerra y andemos a jostias, más que nada porque me da pereza invadir el parque San Francisco y porque con ellos, o con otros, prefiero combatir a brazo partido bebiendo juntos unas botellas de sidra y dándole de mordiscos a unos buenos centollos rodeados de otros mariscos