Esta es la version China del conflicto:
[size=17pt]Problema de Tibet[/size]
Tibet, una región autónoma de nacionalidad tibetana de la República Popular China, es parte inalienable del territorio chino siempre bajo la jurisdicción del Poder Central del país desde su incorporación al territorio de Yuan, una dinastía histórica de China, a mediados del siglo XIII. En la historia, la etnia tibetana laboriosa e ingenua, integrante de la nación china, una gran familia multinacional, contribuyó con importantes aportes al desarrollo de la civilización china y a la unidad y unificación de la patria. Pero, en un prologado período antes del año 1959, reinaba en Tibet una sociedad de servidumbre feudal bajo una dictadura teocrática ejercida por la clerecía y la aristocracia. En ese tiempo, los siervos y esclavos, que representaban más del 95% de la población de Tibet, no tenían libertad personal y estaban privados de los derechos humanos fundamentales.Gracias a la reforma democrática implantada en 1959 en Tibet, que acabó con la servidumbre feudal local, un millón de siervos y esclavos, que representaban más del 95% de la población regional, obtuvieron derecho a vivir como seres humanos. Eso marcó la entrada de Tibet a una nueva etapa de desarrollo social.
Autonomía étnica regional y derechos políticos del pueblo Tibet es una región donde destaca la comunidad tibetana compacta, que representa el 95% de la población total de la región autónoma de Tibet de 2,44 millones de habitantes, mientras el restante 5% está compuesto por otras nacionalidades, entre ellas la han. De acuerdo con la Constitución china, el Estado ha establecido en Tibet la autonomía étnica regional y ha hecho de Tibet una región autónoma para garantizar legalmente los derechos políticos de las diversas etnias de Tibet, para la participación en pie de igualdad en la administración de los asuntos del país y los de la región misma, especialmente los derechos de los tibetanos a administrar, según su autodecisión, los asuntos propios de la región y de la etnia.
De acuerdo con la Constitución y la Ley de Autonomía Etnica Regional de China, las localidades de autonomía étnica regional gozan de amplios derechos autonómicos, que abarcan muchos terrenos de actividades locales, entre ellos la legislación, el uso de la lengua hablada y escrita propia de cada etnia, la administración del personal, la administración económica, la administración financiera, la administración educacional, la
administración cultural ly la administración y explotación de los recursos naturales.
En la actualidad, el pueblo de Tibet, al igual que las demás etnias del país, se ha convertido en dueño del país y la sociedad, gozando de todos los derechos ciudadanos consignados en la Constitución y las demás leyes chinas.
Entre comienzos de los años 1950 y 1997, el Gobierno Central invirtió en total más de 40,000 millones de yuanes en Tibet, y entre 1959 y 1966 envió a la región 6.74 millones de toneladas de materiales, incluyendo 1.1 millones de toneladas de recursos comerciales, 1.3 millones de cereales y 1.48 millones de toneladas de petróleo. El desarrollo económico mejoró notablemente la vida de estos habitantes. En 1997, el ingreso per cápita urbano de Tibet fue de 5,130 yuanes y el de los campesinos y pastores llegó a 1,040 yuanes.
Desde los años 90, la educación, la cultura y la salud pública de Tibet han logrado un gran desarrollo. Los hechos refutan contundentemente las mentiras del Dalai Lama y algunos occidentales que sostienen que la ´población de Tibet está disminuyendo´´ y que ´´los tibetanos están sufriendo un genocidio´´.
El Gobierno chino respeta y protege de acuerdo con la ley el derecho de los ciudadanos a la libertad de credo religioso. En la actualidad, existen en Tibet 1,787 locales de diversas clases para las actividades religiosas del budismo de tradición tibetana, con 46.380 monjes y monjas residentes. A partir de la década del 80, el Estado ha asignado cada año fondos especiales y oro y plata para la reparación, la reconstrucción y la protección de los monasterios. La financiación estatal supera los 300 millones de yuanes.
Tibet ha fortalecido sin cesar el trabajo de recopilación, ordenamiento, publicación y estudio de las obras religiosas clásicas. El Dalai Lama en el exilio tergiversa y critica sin escrúpulos el desarrollo y el progreso del nuevo Tibet y fragua mentiras monstruosas para engañar a la opinión mundial. Esto sólo sirve para revelar su verdadera catadura: agita la bandera religiosa y realiza actividades de escisión de la patria.
Sigue aqui http://www.embajadachina.org.mx/esp/zt/zgxz/t55562.htm