12-04-2007
En coinsidencia con los actos de recordacion del 25 aniversario de la Gesta de Malvinas y, leyendo un poco de todo lo que se publico al respecto encontre este articulo publicado por el Sr.Santiago Rivas para el sitio Agrositio que relata muy detalladamente los ataques que realizo nuestra Armada valiendose de estos exelentes aviones franceses recien incorporados a nuestra aviacion naval y con abandono de los instructores franceses de su mision al producirse el conflicto.
Nuestros marinos pudieron superar estos inconvenientes y demostrar que nuestra capacidad de combate con tecnologia similar a la de nuestros enemigos fue y sera superior en todo sentido.
Espero que lo disfruten igual que yo
La 2º Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque constituyó el más temible enemigo para los buques de la Royal Navy durante el conflicto del Atlántico Sur en 1982...
En Noviembre de 1981, el Comando de Aviación Naval Argentina (COAN) recibió los primeros cinco aviones de un lote de catorce Dassault Super Etendard, que reemplazarían a los Douglas A-4Q Skyhawk como principal avión de combate embarcado. Apenas iniciado el adiestramiento, el 30 de marzo de 1982 se requirió verbalmente a la unidad el tiempo estimado de alistamiento para la misión de lanzamiento del misil AM-39 Exocet, estimándose en un mes, incluyendo el adiestra -miento diurno y la puesta en servicio del sistema de armas.
Se tuvo en cuenta para ello la visita que debía efectuar el personal especializado de la firma Aerospatiale, prevista para mediados de abril. El 1° de ese mes se tomó conocimiento de la operación “Rosario” (el desembarco en las Islas Malvinas), comenzándose el estudio de las tácticas a emplear y los distintos perfiles de vuelo a utilizar con y sin reaprovisionamiento en vuelo.
Se realizaron las pruebas de carrera de despegue y aterrizaje con la configuración prevista ante las posibilidades de operar desde pistas cortas como la de Puerto Argentino, aunque esta posibilidad sería empleada sólo en emergencias. Una semana más tarde se efectuaron los vuelos para evaluar las tácticas de ataque con el destructor ARA “Hercules” (D-1), de la clase “Sheffield”..
Se determinó que era conveniente realizar el adiestramiento por parejas para que en las sucesivas prácticas minimizar las comunicaciones, de modo que quedaron conformadas de la siguiente manera:
1°- Capitán de Fragata (CF) Colombo y Teniente de Fragata (TF) Macheteanz,
2°- Cap. de Corbeta (CC) Bedacarratz y TF Mayora,
3°- CC Agotegaray y TF Mariani,
4°- CC Curilovic y Ten.de Navío (TN) Barraza y
5°- CC Francisco y TN Collavino.
El 10 de abril se realizó la primera práctica de reaprovisionamiento en vuelo con un KC-130 de la Fuerza Aérea. Al día siguiente los Cargo Armamento y el SNA (Sistema de Navegación y Ataque) de la unidad finalizaron con las verificaciones tendientes a la puesta en servicio del misil Exocet.
El 12 de abril se embarcó en el ARA “Hércules” el TF Mayora como observador de las tácticas de ataque.Tres días mas tarde la 2° pareja realizó una práctica completa de ataque luego de reabastecerse en vuelo con un KC-130 ubicado a 250MN de la Base Aeronaval Comandante Espora (BACE), atacando al ARA “Santísima Trinidad” (D-2) -gemelo del “Hércules”- cuya posición se fue informando desde un Tracker. De esta forma quedó completamente operativo el sistema de armas Super Etendard- Exocet, en tan solo 15 días, cuando se calculaba hacerlo en 30 y sin la asistencia francesa, que en apoyo a Inglaterra había suspendido el asesoramiento a la Armada en su uso, así como también la entrega de repuestos y los aviones y misiles restantes.
Ademas, según afirma el CC César Bedacarratz, los pilotos solamente contaban “con un adiestramiento mínimo en este avión, que consistía básicamente en las 50 horas de vuelo recibidas en Francia”. El día 18 una sección se destacó a la Base Aeronaval Río Grande y al día siguiente lo hizo la segunda. El quinto avión (0751/3-A-201) quedó en Espora para ser utilizado como repuesto.
Dos días después, se iniciaron los vuelos de adiestramiento y más tarde los pilotos fueron trasladados a Puerto Argentino para reconocer el aeródromo y sus zonas de aproximaciones, regresando el mismo día.
En combate
El 1° de mayo de 1982, ante la presencia de buques británicos que atacaron Puerto Argentino, se ordenó un ataque aéreo por parte de toda la aviación Argentina. Por su parte, el COAN ordenó a la unidad, que aliste a las dos primeras parejas. A la primera (Colombo-Macheteanz) se le asignó un plan a Y (Latitud) 52° 20´ Sur y W (Longitud) 50° 20´ que navegaba hacia el sur del estrecho de San Carlos.
A la segunda (Bedacarratz-Mayora) se le asignaron dos blancos distintos en forma consecutiva hasta que finalmente recibieron la orden de atacar los mismos blancos que la primera. A las 16:03 despegó la primera pareja; se había previsto realizar un reaprovisionamiento con los Hércules, aunque al detectarse una pérdida de combus- tible en el 3-A-204 se anuló la misión.
En el transcurso, mientras los pilotos de la segunda pareja realizaban la verificación posterior a la puesta en marcha, debieron cancelar la misión por no contarse en ese momento con un avión tanque.
La revancha del “Belgrano”
El 4 de mayo a las 05:07hs, despegó el Neptune 2-P-112 de Río Grande con indicativo “Mercurio” en una misión de exploración antisuperficie para posibilitar la llegada de tres C-130 de la Fuerza Aérea a las islas. Durante el vuelo de circunvala- ción a las mismas, se efectuó la búsqueda permanente por MAE (Medida de Apoyo Electrónico) e intermitentemente por radar, el cual presentaba algunas fallas, motivo
que no impidió la continuación del vuelo.
A las 07:10hs se obtuvo un contacto radar, se apagó el mismo y se detectó con el MAE una señal de radar de vigilancia aérea de alerta temprana de un equipo Marconi 965 de un Destructor Tipo 42, el cual habría sido alertado por la emisión radar del Neptune. Comunicado el Comando de Aviación Naval, éste evaluó la situación y dispuso el alistamiento de dos Super Etendard configurados para ataque antisuperficie con un misil Exocet cada uno, que recibieron el indicativo “Aries” (3-A-202) y “Liebre” (3-A-203).
Entre tanto, el vuelo del 2-P-112 proseguía, manteniendo el contacto y actualizando permanentemente la posición del blanco. A las 08:43hs se realizó una nueva emisión radar y se obtuvieron tres contactos además de detectarse emisiones radar en el MAE. A las 09:25hs, el radar del Neptune quedó fuera de servicio motivando una dura lucha de la tripulación por ponerlo en funcionamiento nuevamente y continuar el guiado de los Super Etendard que habían despegado a las 09:45. A las 10:30, el 2-P-112 logró efectuar otra emisión radar y obtuvo tres contactos a sesenta millas, deduciendo que se trataba de dos buques medianos, tipo destructores y uno grande tipo portaaviones.
Debido a los problemas que presentaba el radar, ésta se efectuó más cerca del objetivo, dentro del alcance del radar enemigo y los blancos fueron dibujados con una fibra en la pantalla, para poder apagar rápido el radar luego de un solo barrido y descender para salir del alcance del radar británico.
La posición fue retransmitida rápidamente a los SUE que ya estaban en la zona. El entonces CC Bedacarratz (3-A-202) recuerda que “cuando recibimos la llamada del Neptune actualizando la posición de los blancos detectados,información que era considerada crucial ya que se necesitaba reducir el riesgo de nuestra detección, le informé al TN Mayora (3-A-203) que poníamos proa al buque grande que era nuestro objetivo, volábamos a una altura inferior a 30 metros.
Al llegar a la distancia que habíamos fijado en nuestro procedimiento ascendimos, emitimos para actualizar los blancos que presuntamente debían aparecer en la pantalla del radar, pero no detectamos nada. Inmediatamente, apagamos el radar –continúa Bedacarratz- descendimos y continuamos nuestra navegación, ahora a máxima velocidad dado que al ponernos en evidencia era necesario disminuir la demora en la aproximación.
Decidí continuar 25 millas más, siempre en silencio total. Ascendimos nuevamente y repetimos el procedimiento, detectando ahora ambos radares a un buque mediano a proa y abierto unos 30° a la derecha, el buque grande con dos medianos muy próximos a él. Al llegar a la distancia de lanzamiento, ambos disparamos con una diferencia de cinco segundos.
Eran exactamente las 11:04hs. Iniciamos el escape a máxima velocidad y pegándonos ahora al agua todo lo posible, para luego de salir de sus defensas, ascender y poner rumbo a Río Grande, donde llegamos a las 12:15hs sin novedad”.
Como resultado de este ataque, uno de los Exocet hundió al Destructor Tipo 42 HMS “Sheffield” que se encontraba realizando tareas de piquete radar para la flota inglesa. Esta información fue brindada por las radios inglesas, ya que para los argentinos era imposible saber si el sistema había funcionado y si había dado en el blanco. De esta manera, la Armada Argentina logró devolver el golpe, desde que el submarino HMS “Conqueror” hundió al crucero ARA “General Belgrano” (C-4).
Segunda misión
Luego de la misión de ataque al “Sheffield”, los Neptune quedaron fuera de servicio reduciendo la capacidad de exploración del COAN. De esta forma, el 23 de mayo sobre la base de la trayectoria que seguían los aviones embarcados enemigos, se estimó la posición de un portaaviones, por lo que se realizó un ataque por parte de la 3° pareja. Luego de efectuar el reabastecimiento a las 15:45 horas y realizando la aproximación al punto informado Y 52° 00´ Sur y W 55° 30´ Oeste, cumplida la táctica prevista no encontraron el blanco y regresaron a Río Grande.
Dos días después se estimó nuevamente la ubicación del portaaviones inglés que navegaba con su fuerza de tareas a 110 millas al noreste de Puerto Argentino, por lo que el COAN decidió nuevamente atacarlo. El entonces CC Curilovic (3-A-203) recuerda: “despegamos a las 14:30 y una hora después efectuamos el reabastecimiento para, a una distancia inicial de 330 millas del blanco, comenzar el perfil de ataque.
Volábamos en completo silencio electrónico y nuestros equipos detectores de emisión radar no indicaban nada anormal, por lo que estimábamos no haber sido localizados”. “A las 16:28 efectué la primera emisión radar, en la que pude confirmar la presencia de los ecos.
Continuamos la penetración a 500 nudos de velocidad y 30 metros de altura y comenzamos a preparar el lanzamiento. En una nueva emisión radar, seleccionamos el blanco más grande cuando volábamos a 39 millas del objetivo”. El entonces TN Julio Hector Barraza (3-A-204), numeral de Curilovic, recuerda: “al llegar a las 39 millas Curilovic me dijo ´lo tengo enganchado y yo contesté adelante 39 y el me dijo ´coincido´”.
A las 16:32 (en posición Y 50°38´ W 56° 08´) disparamos nuestros misiles y tampoco tuvimos señales en nuestros detectores radar, por lo que estábamos seguros de la sorpresa del ataque.Luego emprendimos el regreso y aterrizamos sin inconvenientes a las 18:30”.
El resultado de este ataque fue el hundimiento del buque portacontenedores SS “Atlantic Conveyor” que transportaba helicópteros, aviones, armas y repuestos. Constituyó un importante golpe al aparato logístico de la fuerza de tareas británica y el segundo buque de gran tonelaje hundido en esta guerra.
El 26 de mayo regresó a Espora una sección para no exponer a la totalidad de los Super Etendard a un ataque inglés, teniendo en cuenta que solo restaba un solo misil Exocet.
Misión “Invencible”
El 28 de mayo fue localizado el portaaviones liviano HMS "Invincible" a unas 100 millas al este de Puerto Argentino. Inmediatamente el COAN decidió atacarlo con el último de los cinco misiles que se habían recibido antes de la guerra. La Fuerza Aérea pidió participar de la misión para aumentar el poder de fuego contra el objetivo, por lo que impartió la Orden Fragmentaria 1268: "Cuatro A-4C, indicativo ZONDA, con dos reabastecimientos, armados con tres bombas BRP (Bomba Retardada por Paracaídas de 250kg.cada una).
Despegue de GRA (Río Grande) - Ataque al portaaviones en 51º 38´S/53º 38´O - Regreso a GRA". Los pilotos de la Fuerza Aérea que se ofrecieron a volar esta misión fueron los 1° Tenientes Vázquez, Ureta y Castillo y el Alférez Isaac, por el lado del COAN -con indicativo “ALA”- volaron el CC Alejandro Francisco (3-A-202) y el TN Luis Collavino (3-A-205).
La misión comenzó el domingo 30 a las 11:25hs cuando despegaron dos KC-130 para encontrarse con los aviones que momentos después atacarían y deberían realizar dos reabastecimientos en vuelo para la ida y uno para la vuelta. Luego del mismo, este escuadrón combinado (Super Enterdard – A-4C) inició el vuelo rasante a una altura de entre diez y veinte metros y a una velocidad de 850km/h.
Una vez que se disparó el Exocet -a una distancia de alrededor de 20 millas del blanco- los A-4C siguieron la estela del misil como guía hacia el objetivo. Solo dos de los cuatro A-4C regresaron a salvo. La misión fue sintetizada por Ureta luego de enclostar con el KC-130 en el vuelo de regreso: “Pude ver que –el Invincible- estaba cubierto de humo por el impacto del Exocet, las tres bombas mías y los cañones de Isaac”.
El entonces Alférez Isaac, en la actualidad con grado de Comodoro, recuerda que “a 900km/h veo claramente la cubierta del portaaviones, disparé los 200 cartuchos de 20mm y lancé mis bombas, pero pasaron de largo. Vi un gran incendio en la nave e inmediatamente emprendí la retirada en vuelo rasante.”
Por el lado británico, siempre se negó que el portaaviones hubiese sido tocado, argumentando, entre otras versiones, que los argentinos habían alcanzado el casco incendiado del "Atlantic Conveyor", que en realidad ya se había hundido dos días antes de este ataque o que el misil fue derribado sin alcanzar ningún blanco.
Desde el 30 de mayo, se registró un gran cambio en la dirección y cantidad de los ataques aéreos de aviones Harrier, por lo que estarían operando únicamente desde el portaaviones HMS "Hermes". El "Invincible" fue retirado de la zona de combate y regresó a su base natural tres meses después del final de la guerra con importantes reparaciones en el casco.
El 1° de junio los dos Super Etendard se replegaron a BACE y al día siguiente se evaluó la posibilidad de efectuar operaciones nocturnas ante la posibilidad de que lleguen nuevos misiles. El día 3 se inició el adiestramiento y una semana después se suspendió, recibiendo la orden de alistarse en Río Grande, para cumplir con misiones de guiado y ataque contra blancos de superficie, aunque al día siguiente las fuerzas que combatían en Malvinas acordaron el cese del fuego y los Super Etendard fueron replegados definitivamente a su base de paz.
La Armada Argentina había logrado poner en servicio el binomio Super Etendard-Exocet con un alto grado de efectividad. Bedacarratz sintetiza de la siguiente manera la situación: “Los franceses no lo habían homologado aún para ser lanzado desde aviones, lo estaban ensayando en polígono. Nos enteramos después del conflicto que habían disparado tres misiles, de los cuales dos habían fallado”.
De este modo queda demostrado tanto la capacidad de los técnicos argentinos, como la vulnerabilidad de la flota inglesa, frente a este sistema de armas no homolo- gado hasta ese entonces.
Por Santiago Rivas – Agrositio