En lo personal hablar del Mejor Grupo de Fuerzas Especiales de Latinoamérica es muy largo y puede llevar a algunas ideas un poco nacionalistas, yo en mi caso pienso que los Paracaidistas y Fuerzas Especiales del Ejército de Chile están muy bien preparados, no sé si mejor o peor que en otros países, pero si muy bien preparados, pensando que algunas personas dicen que son los mejores.
Lo que sí puedo decir es lo preparados que están en sus movimientos. Un ejemplo es cuando había que mandar tropas a Haití, Chile antes de 3 días, tenía puesto un batallón de hombres, en los que se incluía a paracaidistas y fuerzas especiales, en ese país, tan lejos de acá, de Chile. Fue tan rápido el movimiento, que incluso nos sorprendió a nosotros los chilenos. Cuando de emergencia el poder político autorizó la operación, prácticamente los aviones estaban con sus motores en marcha y con los paracaidistas arriba.
Ahora esto también se puede dar por un trasfondo político internacional al respecto, y debo ser honesto al decirlo. En ese momento, Chile tenía las diferencias por el tema marítimo con Bolivia en uno de los tantos apogeos que ha habido. Y puede ser que el gobierno chileno haya querido dar una especie de demostración de movilidad de tipo militar, al vecino país. Pero esto, es sólo una conjetura mía, que no necesariamente pudiera llegar a ser verdad.
Paracaidistas del Ejército de Chile.
Un poco de historia de esto.
Las razones que fundamentaron la decisión del Gobierno de Chile de participar en la Operación de Paz en discusión, las cuales, a su vez, forman parte de la política que nuestro país ha venido desarrollando sistemáticamente desde hace varios años, se basan en la resolución 1.529, aprobada el 29 de febrero del año 2004, por la unanimidad de los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con un claro mandato ante la grave crisis humanitaria que amenazaba con materializarse en Haití y la inminente crisis regional que hubiera podido derivarse de ella. La ocupación de Haití, por parte de EE.UU., se ejecutó a contar del 29 de febrero, una vez que el Presidente Jean Bertrand Aristide abandonara la isla en un medio facilitado por el gobierno norteamericano. Durante la madrugada de ese día desembarcó un batallón de Marines, más medios de apoyo, unos 1000 hombres, los cuales se encontraban en el área desde el 22 de febrero. Al día siguiente, cruzaron desde República Dominicana, unidades francesas, conformadas por aproximadamente 400 soldados.
Así las cosas, el gobierno norteamericano inició los contactos con las autoridades del gobierno de Chile, Brasil y Argentina, solicitándoles apoyo de fuerzas militares para contribuir a la operación en gestación. La respuesta de Chile fue rápida, mientras que Brasil y Argentina informaron que sólo participarían bajo mandato de la O.N.U. y Capítulo VI.
El vínculo que existe entre seguridad internacional, prosperidad y seguridad en Chile es, a veces, difícil de apreciar pero indesmentible, por lo que la acción de Chile sobre la seguridad internacional no fue considerada como un gasto, sino como una inversión en la prevención de problemas que podrían afectar al país con mayor intensidad en el futuro, si no se actúa antes.
Ante la ineficiencia de los organismos multilaterales lo esperable era un incremento de las acciones realizadas de manera unilateral por uno u otro país, o bien por coaliciones ad hoc. La falta de acuerdo en las instituciones internacionales no ha significado inacción. Por el contrario, ha abierto el camino para que los países que lo estiman necesario intervengan unilateral e ilegalmente, aunque no siempre sin legitimidad.
En consecuencia, el envío de tropas chilenas a Haití se realizó a contar del 3 de marzo, materializado inicialmente por fuerzas del Ejército.
La unidad enviada de un tamaño consistente en un batallón (alrededor de 400 hombres) constaba de tres compañías, una de paracaidistas, una de infantería y una compañía de elementos de apoyo y plana mayor.
Cuando el Ejército de Chile desplazó su primer contingente hasta Haití, lo hizo con el equipo orgánico de una Unidad Fundamental y algunos medios de apoyo, a bordo de aeronaves de la Fuerza Aérea de Chile, careciendo del apoyo de base y logístico propio, necesario para una operación de esta envergadura lejos de la Patria. Lo anterior obligó a solicitar el apoyo logístico de EE.UU. desde el inicio de las operaciones (víveres, agua, combustible, munición, comunicaciones, sanidad, etc.). Haití no posee la infraestructura que pueda brindar apoyo confiable a las fuerzas multinacionales, de ahí la necesidad de trasladar lo necesario desde el país propio.
Veamos algo de uniformología de las Fuerzas Especiales del Ejército de Chile.
Veamos una lámina de los años 80 :
**Este miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Chile ha sido entrenado tanto en paracaidismo, como en tareas de comando, en la Escuela de Paracaidistas y Fueras Especiales, ubicada en Peldehue, a pocos kilómetros al norte de Santiago de Chile. Lasa Fuerzas Especiales del ejército de Chile mantenían lazos con el 7° Grupo de Fuerzas Especiales de EEUU en Panamá, y muchos de los para-comandos chilenos recibieron entrenamiento adicional con su contra parte norteamericana.
Tres puntos son importantes en esta lámina e identifican a este soldado como un miembro de fuerzas Especiales. La más obvia es su boina negra, la que es llevada sólo por los Paracaidistas y Fuerzas Especiales. Sobre la boina hola lleva el emblema de boina de los Paracaidistas y Fuerzas Especial que consiste en un paracaídas detrás de cuchillos cruzados. Las alas de un cóndor rodean el emblema y las garras se fijan a los cuchillos. Finalmente, este solado lleva el emblema de paracaidista diplomado o senior sobre su pecho izquierdo. Su uniforme es el típico uniforme de faena de aquella época.
Su arma es una sub-ametralladora Ingram M-10, de calibre 9 mm.**
Otra lámina más moderna :
Tenida camuflada por las unidades de elite de las Fuerzas Especiales del Ejército de Chile, gorro negro, cinturón de lona sobre el cual es fijado un cuchillo de combate. El armamento consiste en una sub-ametralladora Ingram modelo 11, calibre 11,43, dotada de un silenciador.
En chile existen además, de las Fuerzas especiales del Ejército y la Policía, los comandos paracaidistas de la Fuerza aérea de Chile, los Comandos Navales de la Armada de Chile (llamados acá comúnmente. buzos tácticos) y el Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros de Chile (policía uniformada).
De los Comandos de la Armada de Chile te dejo unas fotos :
Comandos navales chilenos en entrenamiento de paracaídas.
Comando naval en entrenamiento antártico.
Francotirador de los comandos navales en entrenamiento.
Ahora te dejo algunas fotos de los comandos de la Fuerza Aérea de Chile :
Comandos paracaidistas de la Fuerza Aérea de Chile.
Comandos paracaidistas de la Fuerza Aérea de Chile en entrenamiento de alta montaña.
Comandos de la Agrupación Anti-Secuestros Aéreos de la Fuerza Aérea de Chile en entrenamiento.
Algo del GOPE (Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros de Chile), la policía uniformada :
Personal del GOPE.
Personal del GOPE en una operación real, para detener a un sujeto que mantenía rehenes en Santiago de Chile. Uno de los policías resultó herido, y los rehenes ilesos.
Saludos.