19-10-2011
Hola a todos.
Prometí continuar con la historia del piloto (¿húngaro?) que conocí durante un viaje en tren, aunque después de la fallida historia del aterrizaje en Inglaterra, no sé qué veracidad pueda tener, pero de todos modos la transcribo (en una de esas esta resulta cierta), siempre con la salvedad del paso del tiempo desde que la escuché (36 años):
"Un día, sobre Francia, salimos para interceptar una formación de bombarderos, con poco éxito debido a la escolta de cazas Mustang y luego de agotar la munición, decidí regresar a mi base.
Siempre atento al espejo, noto que 8 de esos cazas comienzan a perseguirme.
La distancia era todavía amplia, pero su velocidad superior no me daba mucha esperanza de escape, por lo que piqué hacia el terreno para aumentar mi velocidad, pero no había caso, cada vez estaban más cerca.
Por suerte era un terreno conocido, por lo que enfilé hacia unas serranías y al llegar a ellas me metí por un valle quebrado, ya casi al nivel del suelo, con una ruta que lo recorría, con la esperanza de poder despistar a mis perseguidores.
Fue el momento en toda la guerra que más miedo sentí, 8 aviones superiores al mío y sin una munición para disparar.
Esquivé las laderas y seguí desesperado el dibujo del valle hasta que terminó y recomenzaba la planicie.
Pensé: llegó mi hora.
Como último intento desesperado aterricé en esa ruta ahora recta y sin esperar que el avión se detuviera del todo y sin apagar el motor, salté de la cabina y corrí hacia unos árboles cercanos para refugiarme.
Esperé la aparición de mis perseguidores, con la esperanza que se conformaran con destruir el avión allí parado en esa ruta y no me buscaran a mí, pero no aparecían por lo que al rato me animé, volví a el y despegué ahora sí, a mi base.
Cuando narré lo sucedido, todos coincidieron en la suerte que había tenido y esas cosas.
Pero al poco tiempo, un reconocimiento hecho en la zona, descubrió que en ese valle estaban estrellados los 8 aviones.
Seguramente la poca veteranía de esos pilotos, sumados a que la mayor velocidad atenta contra la maniobra, hicieron que esos jóvenes se estrellaran.
Mi anécdota pasó a la categoría de hazaña y fui propuesto para una condecoración superior que me fue otorgada en Berlín por Hitler en persona."
Hasta aquí la historia como la recuerdo. Supongo que de ser cierta, algún registro de ella debe haber.
Acudo a los entendidos de este foro para que opinen o aporten algún dato si es que lo hay.
He tratado de investigar este hecho por mi cuenta en otras páginas dedicadas a estos temas, pero no hallé nada.
Sepan disculparme si resulta otra historia fallida, pero sentí la necesidad de transmitirla.
Saludos