12-03-2010
Hace poco, en la sección Pregunta Sorpresa, Topp preguntaba por la identidad de este personaje:
La respuesta la dio bulge (hoy con el imposible nombre de Heinz von Westernhagen):
¡¡ Ay, amigo !! Es el artillero de cola Nicholas Stephen Alkemande. En la noche del 24 al 25 de marzo de 1945, se vió obligado a saltar desde su Lancaster, en misión sobre la cuenca del Ruhr, sin paracaídas, desde una altura de unos 6.000 metros y...¡¡ sobrevivió a la bofetada con heridas no muy graves !!. Parece ser que cayó en una zona de nieve y abetos...fue prisionero de guerra, los alemanes (y los compañeros británicos de cautiverio, con un papelín firmado) reconocieron que su historia era cierta y murió el 22 de Junio de 1987. Mi padre tenía un libro de anécdotas de la SGM en el que venía la increible historia de este hombre. Y hasta no sé si recuerdo haber visto una peli en blanco y negro, hace muuuuchos años, sobre este caso--hmmm-
Pues la historia de Nick Alkemade es realmente increíble, pero no es única. En la Segunda Guerra Mundial hubo al menos otros dos casos conocidos (y supuestamente bien documentados) de aviadores que sobrevivieron a caídas desde grandes alturas sin paracaídas.
Estos son los tres que he encontrado:
Ivan Chisov
El primer caso es el del teniente de la Fuerza Aérea Soviética Ivan Mijailovich Chisov, piloto de un bombardero Ilyushin Il-4. Un día de enero de 1942, volando en formación con otros bombarderos, fueron atacados por cazas alemanes. Su avión resultó alcanzado y dañado gravemente, y Chisov se vio obligado a saltar a una altura de 22.000 pies (6.700 metros). Como seguía el combate en torno a él, Chisov decidió no abrir el paracaídas hasta quedar por debajo del nivel de los combates, por miedo a que algún caza abriese fuego sobre él al ver el paracaídas. Lo único que pretendía era dejarse caer hasta quedar fuera de la vista de los cazas, pero a consecuencia de la altura perdió el conocimiento mientras caía y no pudo tirar de la cuerda de apertura del paracaídas.
Milagrosamente Chisov sobrevivió a la caída. Aterrizó en una pendiente cubierta de nieve, a una velocidad aproximada de entre 120 y 150 km/h y luego se deslizó rodando hasta el fondo. Veinte minutos después recobró el conocimiento. Había sufrido lesiones en la columna y una fractura de pelvis, pero tan solo tres meses y medio más tarde Chisov volvía a volar. Aunque no recuperó su destino de piloto de bombardero, se convirtió en instructor de vuelo de la VVS.
Alan Magee
Alan Eugene Magee servía como artillero en un bombardero B-17 Flying Fortress de la fuerza aérea estadounidense apodado "Snap, Crackle y Pop". El 3 de enero de 1943, mientras volaba en una misión de bombardeo diurno sobre el puerto francés de Saint Nazaire (era la séptima misión de Magee) su avión fue alcanzado por los cazas alemanes, perdiendo su ala derecha y comenzando a caer en espiral.
Cuando Magee logró salir herido de su torreta de fuego se encontró con que su paracaídas estaba completamente destrozado. Decidió saltar sin él, a una altura de 6.700 metros. Durante la caída perdió el conocimiento.
Magee cayó sobre el techo de la estación de ferrocarril de Saint Nazaire. La estructura, de aluminio y vidrio, se flexionó y amortiguó su caída lo suficiente como para que Magee pudiese sobrevivir al golpe, aunque sufrió múltiples heridas. Además de las causadas por la caída, tenía múltiples quemaduras y trozos del fuselaje del avión incrustados en su cuerpo. Su brazo derecho estaba prácticamente cortado, tenía daños renales y heridas en un pulmón, los ojos y la nariz. Fue capturado por los alemanes y liberado al terminar la guerra. Después de licenciarse se sacó la licencia de piloto y tuvo varios trabajos relacionados con la industria aeronáutica. Murió en su rancho de Texas el 20 de diciembre del 2003 a los 84 años de edad.
Nick Alkemade
El que ya conocemos. El sargento Nicholas Alkemade de la Royal Air Force, era artillero de cola en un bombardero Avro Lancaster. La noche del 23 al 24 de marzo de 1944, de regreso de una misión de bombardeo sobre la cuenca del Ruhr, su formación se vio envuelta en un combate con aviones Ju-88 alemanes. Su avión fue alcanzado y comenzó a caer envuelto en llamas. Cuando Alkemade salió de su torreta vio que su paracaídas se encontraba ardiendo. A pesar de eso, prefirió saltar a morir abrasado dentro del avión. Estaba a una altura de 5.500 metros. Alkemade cayó sobre un bosque de pinos, y tuvo la suerte de que las ramas de los árboles fueron aminorando la velocidad de su caída hasta que aterrizó encima de una capa de nieve que cubría el suelo, que acabó de amortiguar el golpe. Alkemade, que había perdido el conocimiento durante la caída, despertó sin ninguna herida grave. Unicamente tenía un tobillo roto.
Tras ser capturado, Alkemade fue interrogado por la Gestapo por ser sospechoso de espionaje, aunque no tardaron en comprobar que lo que contaba era cierto. Se dice que los alemanes le entregaron un certificado confirmando la veracidad de su historia. Después de la guerra volvió a su anterior trabajo, en una planta química inglesa. Murió en 1987.
*Fuentes:
http://www.anfrix.com/2007/08/caidas-espectaculares/
http://en.wikipedia.org/wiki/Ivan_Chisov
http://es.wikipedia.org/wiki/Nick_Alkemade
http://en.wikipedia.org/wiki/Alan_Magee