El hundimiento del Egret.

ULRICH

02-04-2006

El hundimiento de la corbeta británica Egret.

La introducción del nuevo tipo de bomba guiada presentó diversos problemas a la Luftwaffe. Sin embargo, el adiestramiento no era el más importante de ellos: a cada hombre se le permitía adquirir experiencia controlando tres lanzamientos reales de la Hs- 293, pero aún así, se carecía de la experiencia de empleo operativo de la nueva arma. Con este objetivo, en julio de 1943, el 13° Staffel del KG 100 fue disuelto y reconstituido como unidad experimental, mientras en el intervalo, desde enero de 1942, se pusieron en producción las bombas Henschel Hs 293A-1.

EI lugar y fecha del bautismo de fuego de la pequeña arma se dejó, naturalmente, a los azares de la guerra; por demas, el primer empleo resultó algo curiosa por inesperado. El II Gruppe del Kampfgeschwader 100 (grupo de combate), a finales del verano de 1943, operaba desde la base de Cognac, cuando el 25 de agosto avistó una pequena fuerza naval británica que se aproximaba al golfo de Vizcaya. La misión de esta fuerza naval respondía, en principio, a una misión de rutina, ya que consistía en peinar la zona en busca de U-Boote alemanes, cuya creciente actividad había sugerido la idea de que utilizaban las aguas españolas.

EI grupo naval (compuesto esencialmente por destructores) que se aproximaba al punto de encuentro se dirigia a relevar al 40° Escort Group (grupo de escolta); su comandante era el oficial mas veterano del 1 ° Support Group (grupo de apoyo), embarcado en la corbeta britanica Egret, de 1.200 toneladas.

Los alemanes se alertaron ante tal actividad y no pasó mucho tiempo antes del despegue de los Dornier Do 217E-5 de la II/KG 100, armados con ejemplares del nuevo tipo de bomba Henschel. .

No les resultó muy dificil avistar la fuerza naval que constituia su objetivo y, en un corto espacio de tiempo, las aguas del golfo de Vizcaya se transformaron en un mar infernal, mientras los buques realizaban maniobras evasivas en un intento de eludir las nuevas bombas volantes. Las pequenas unidades, con una escasa protección, constituían el blanco ideal para la eficacia de la Hs 293; no obstante, aprendieron inmediatamente la técnica para afrontar la amenaza de la Hs 293: lanzar un fuego concentrado a corta distancia. De cualquier modo, en aquella ocasión ningun buque británico resultó hundido y la acción de las Hs 293 quedó inconclusa. Dos días más tarde, el 27 de agosto, se convirtió en otro dia memorable, porque, confirmando el dicho acerca de «la guerra es en gran parte una cuestión de paciencia», los periódicos lanzaron con grandes titulares la noticia del reconocimiento del Comite diplomático francés por parte de la URSS y de la China Nacionalista. El golfo de Vizcaya fue sin embargo aquel mismo día testimonio de una acción histórica.

La llegada de los Dornier.

Alcanzado sólo algunas horas antes por las corbetas britanicas Grenville y Athabaskan el Grupo de Apoyo inició el peinado de la zona sur de Finisterre, pero poco despues de mediodia el ruido de los motores de los aviones pareció llenar el aire y los vigías de los buques avistaron 18 Dornier pertenecientes aI II/KG 100. A algunos de los observadores de las unidades, les pareció extraña la maniobra de los aviones atacantes, ya que estos lanzaron sus bombas y, casi simultaneamente, se alejaron con un viraje a la derecha, mientras que las pequeñas Henschel caían durante unos 90 metros antes de que el motor cohete desarrollase el máximo empuje elevando las casi hasta su cota originaria.

Más tarde se observó cómo un Dornier viraba, lanzaba su bomba a una distancia de unos 18 000 metros y volaba paralelamente al Egret, mientras en medio de la lluvia de proyectiles disparados desde los buques, otro aparato seguía furtivamente al Athabaskan, del mismo modo que el primero lo hacía con el Egret. Esta maniobra venia motivada por el hecho de que el motor cohete de la Henschel, tras unos 12 segundos de funcionamiento, se paraba, dejándola planear suavemente hacia su objetivo, mientras aceleraba su velocidad por efecto de la gravedad. La bomba y el Domier que había efectuado el lanzamiento seguían, pues, rutas contrarias; el observador avistaba el buque blanco a 90 grados de la linea de vuelo; de este modo podía observar la bomba y su objetivo a la vez y controlar los desvios de la primera por medio de una pequeña palanca de mando que accionaba manualmente. La Henschel era muy visible por la llamarada que escapaba de su cola.

La corbeta Egret desde arriba parecía un juguete mientras viraba para esquivar lo inevitable, ya que sus cañones de 101,6 mm no podían defenderla contra las nuevas armas; en menos de 100 segundos tanto el Athabaskan como el Egret fueron alcanzados; esta última unidad se incendió inmediatamente y explosionó poco despues llevandose la vida de 232 marineros y siete oficiales. El Egret se convirtió así en la primera víctima de la bomba guiada Henschel Hs 293. En setiembre de 1943 el II/KG 100 se trasladó a Istres, para realizar ataques nocturnos contra las unidades en el Mediterraneo.

Los U-Boote, que por una curiosa coincidencia habían sido la causa indirecta del primer éxito de las Henschel Hs 293, volvieron a verse involucrados con la bomba durante el mes de octubre siguiente. En un intento per detener el continuo aumento de las pérdidas infligidas a sus submarinos, los alemanes comenzaron a concentrar los ataques de las Hs 293 contra los convoyes aliados en el Atlántico; con tal finalidad, los Heinkel He 177 A-5 del II/KG 40, armados con bombas Hs 293, fueron transferidos a Bordeaux-Merignac. EI ataque más importante lo realizaron el 21 de noviembre 20 aviones en condiciones meteorológicas adversas, aunque no logró su objetivo.

EI II/KG40 fue pronto trasladado nuevamente, esta vez al Mediterráneo, dejando la tarea del Atlántico a los modificados Focke-Wulf 200 Condor del III/KG40. Ademas de algunas corbetas, avisos, transportes y buques de escolta, cinco destructores fueron hundidos por la Hs 293A.

Fuente:"Máquinas de guerra",Planeta Agostini.

UN SALUDO.

Nonsei

17-10-2006

Se habla poco de la participación de la Luftwaffe en la batalla del Atlántico, todo el protagonismo es para los U-Boote y los buques corsarios. En ese año, 1943, ya había perdido importancia, y los bombarderos de gran radio de acción, como los Focke Wulf Condor, eran utilizados más en misiones de reconocimiento, para localizar buques aliados y comunicar su posición a Lorient (la sede del cuartel general de Doenitz) que para atacar ellos mismos los convoyes. Pero los dos primeros años de la guerra tuvieron una participación mucho más importante. En 1939, en cuatro meses, los U-Boote hundieron 460.000 toneladas de buques mercantes, los buques de superficie sólo 60.000, y la Luftwaffe 255.000, aunque la gran mayoría por minas magnéticas "sembradas" desde el aire. Pero los bombarderos de gran radio de acción se convirtieron en la segunda arma en importancia detrás de los submarinos de la U-Bootwaffe, y muy por delante de los buques de superficie, sobre todo tras la conquista de Noruega primero y luego de Francia. Incluso ocasionalmente conseguían superar a los U-Boote: durante el mes de abril de 1941 únicamente la Luftwaffe consiguió hundir 320.000 toneladas de navíos, mientras que los U-Boote se quedaban en 250.000 toneladas. Pero la invasión de la URSS fue lo que cambió la situación, ya que, a pesar de estos datos, el grueso de la Luftwaffe fue enviado al frente del este, y la presencia de la aviación alemana en el Atlántico disminuyó mucho.

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