La Batalla del Mar de Java.

josmar

29-09-2008

Notas previas.-

-Tras la invasión alemana de Holanda, el objetivo político de las fuerzas germanas, era la detención del Gobierno holandés y de la Familia Real, pero las autoridades holandesas, lograron escapar del cerco el 13 de Mayo de 1940.El 15 del mismo mes, capitula el ejército holandés, pero esta capitulación solo afecta al territorio metropolitano. Las colónias seguían siendo administradas por el Gobierno Holandés, desde su exilio en Londres.

-El miércoles 5 de Noviembre de 1941, en Tokyo, el Consejo Imperial, dicta una serie de Directivas de Guerra, relativas a un avance nipón, hasta alcanzar un “Perimetro Defensivo en el Pacífico” determinando que se realizará un ataque contra la Flota de E.E.U.U. (Pearl Harbour), en el caso de que no se consiga llegar a un acuerdo global, antes de 20 dias.

-El Domingo 7 de Diciembre, se produce el ataque japonés a Pearl Harbour.

-El lunes 8 de Diciembre, los E.E.U.U., los Paises Bajos, y Gran Bretaña, declaran la guerra al Japón. Gran Bretaña nombra al General Archivald Percibal Wavel,  Comandante General de las tropas aliadas en la zona, con Cuartel General en Java, en las Indias Holandesas.

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Después del  fulminante ataque sobre la base estadounidense de Pearl -Harbor del  7 de diciembre de 1941, durante seis meses las fuerzas armadas japonesas se lanzaron a la ofensiva sobre todos los frentes del Océano Pacífico y el Sureste asiático, llevando a cabo, con éxito, una serie de espectaculares operaciones coordinadas ,terrestres, navales y aéreas.

El 10 de diciembre los dos poderosos barcos ingleses Prince of  Wales y Repulse son hundidos frente a la costa oriental de Malasia, acribillados por aviones torpederos y bombarderos;  el 25 de diciembre Hong-Kong, la isla-plaza fuerte británica sobre el Mar chino Meridional, firma la rendición incondicional;  y el 15 de febrero la misma suerte toca a la fortaleza británica de Singapur, considerada inexpugnable, pero cuyos cañones están todos apuntando hacia el mar, capitula, después de haber sido invadida por la parte de tierra.  Mientras tanto los japoneses  desembarcaron en las Filipinas, desbaratando en pocas semanas la guarnición americana y sitiándola en la isla de Corregidor y en la Península de Bataan, dónde acabará por rendirse, mientras el general Mac Arthur se verá obligado a huir del archipiélago, en la mitad de marzo, alcanzando en vuelo la base de Darwin, en la costa septentrional de Australia.

Enseguida, después de Malasia y Singapur, es la vez de las Indias Orientales holandesas, un enorme complejo de territorios que se alarga por 5.000 km.  desde Sumatra a Nueva Guinea Occidental, riquísima en materias primas estratégicas, de las cuales  el gobierno de Tokio estaba tremendamente necesitado- especialmente caucho y petróleo- para sostener el esfuerzo bélico. Los primeros desembarcos, tuvieron lugar en Sumatra, la más occidental del vastísimo archipiélago, luego en Bali, y, el 20 de Febrero, en un golpe de audacia, la isla de Timor, la más grande e importante del grupo de Pequeñas Islas de la Sonda, que era por mitad, colonia portuguesa y mitad holandesa. (De este modo, Java, la isla económica y estratégicamente más importante,  se encontraba  amenazada por ambos lados de sus costas). Apenas desembarcados, los japoneses se apresuran a preparar el aeropuerto, para ser utilizado por sus propios bombarderos y aparatos de reconocimiento, como modo de asegurarse el dominio del aire y de localizar las posiciones de la fuerza aeronaval adversaria.

En Java, corazón del Imperio colonial holandés, los aliados habían formado a toda prisa una fuerza mixta, que tomó el nombre de ABDA (American,British, Dutch,Australian) con Cuartel General en Bandung, a 180 Km., por via aérea, de Batavia, la capital, sobre las montañas, en el centro de la isla. Su Comandante, era el ingles Sir Archibald Wavell, que ya había combatido en el Norte de Africa contra Rommel, y que recibió instrucciones de Churchill y de Roosevelt, de mantener a toda costa, “la barrera de Malasia”.

Pero la rápida caída de Singapur, totalmente inesperada, comprometió la estrategia aliada, poniendo el estrecho de Malaca, principal paso del Océano Indico al Pacifico, en las manos de los japoneses, lo cual produjo un autentico shock psicológico. También la posición de Java, principal defensa ante Australia, era indefendible, y el 25 de febrero , Wavell disuelve el comando ABDA de las fuerzas de tierra, y delega  el mando de la defensa de las Indias Orientales , en el Gobernador holandés.  De Londres había recibido la orden  de dirigirse inmediatamente a la India para organizar la defensa:  lo increíble había ocurrido, desde la ex Indochina  francesa y del aliado Siam, las tropas japonesas han invadido Birmania, extendiéndose como una mancha de aceite hasta los confines del Imperio Indio. Ante el cariz que toman los acontecimientos, el Jefe nacionalista indio, Chandra Bose, llega a Extremo Oriente desde Alemania, después de un azaroso viaje, atravesando la Unión Soviética, para tratar de reclutar un ejército de liberación nacional, entre los prisioneros  capturados por los Japoneses ( en 1943 él llegará a constituir un Gobierno Nacional Indio, con Capital provisional en Rangoon ).

                 
     

      General Archivald P. Wavell                                              Vice-Almirante Conrad E.L.Helfrich                   

Esta era la situación la víspera de la Batalla del Mar de Java, que decidiría el destino de Insulindia.

Escribe Marcel Giuglaris en su ya clásica “Le Japon PERD la guerre du Pacifique”,Edit.Longanesi & C. Milan.1973.dice :

*“Toda la campaña,  desde Malasia, Hong-Kong, Filipinas, Guam, islas del Pacifico ó del Sud-este asiático, ó Birmania, por muy espectaculares que fueran, no eran, para los japoneses, más que pequeñas campañas, eran movimientos de aproximación, para alcanzar la culminación de esta primera parte de la guerra: el ataque a las Indias Holandesas.

De la conquista de los pozos de petróleo intactos, de la posibilidad de asegurarse las materias primas de las Indias Holandeses, dependía la continuación de la guerra para lograr la Gran Asia. Si las campañas de Sumatra y Java se conseguían, no solo todo el Este asiático habría entrado a formar parte del Imperio Japones, sino también  ,que la posibilidad de una autarquía económica del Gran Japón , pudiera transformarse en realidad. Todos los planes de guerra habían sido concebidos con un solo propósito: apoderarse de las Indias Holandesas. Era la Tierra prometida de esta gran aventura.

Era  necesario que para el éxito en las Indias Holandesas, la campaña más importante, fuese también la más rápida, la más astuta psicológicamente, de cara a los indígenas, la más precisa en la preparación, la menos brillante desde el punto de vista militar, la menos sangrienta sobre todo. Era necesario que las Indias Holandesas, cayeran como un fruto maduro.

¿Quién debería llevar a cabo esta campaña…? En Malasia,Yamashita se estaba empleando ,como  un Rommel ó un Bonaparte japonés, que había llevado a término allí, su campaña de Italia. En las Filipinas, Homma un pendenciero sin genialidad. En Birmania, estaba Hida, una especie de boxeador. Para las Indias Holandesas , era necesario un hombre dócil a las órdenes de Tokyo, que tuviese al mismo tiempo, garra y buenas maneras.

Se encontraba precisamente en Cantón,después de haber sido Inspector Gral de Instrucción Militar, destinado a las fuerzas  japonesas en China del Sur, un hombre que gozaba de buena reputación en el ambiente administrativo; el General  Imamura Hitoshi. El 6 de Noviembre, después de haber comandado por  cuatro meses el 23º ejército, un telegrama del Ministerio de la Guerra lo llamaba a Tokyo. Habia sido propuesto comandante en jefe del 16º ejército.

La misión del 16 ejército, consistía en tomar Java “.*

                                                                 

                                                              General Imamura Hitoshi

El Comandante de la fuerza naval aliada en Java, era el Vice-Almirante Conrad E.L.Helfrich, hombre enérgico y combativo, el cual consideraba, a pesar de todo, que la isla podría ser defendida con éxito, a condición de presentar batalla a la marina japonesa, y de golpear a los convoyes de tropas destinadas al desembarco. En efecto, dos grandes convoyes nipones se encontraban navegando hacia los dos extremos de la isla, cargados de infantería, y, el 26 de febrero estaban a algunos centenares de kilómetros de sus respectivos objetivos: el desembarco estaba previsto para el 28 de febrero. El Convoy Occidental (Almirante Kurita) que apuntaba a la isla Andamane en Batavia, comprendía 56 naves de transporte y era escoltado por algunos cruceros y de dos flotillas de destructores. El Convoy Oriental (Contralmirante Nishimura) apuntaba a Balikpapan, en dirección de Surabaja, por el estrecho de Makassar, estaba formado por 40 transportes, y era escoltado  además , por cruceros pesados y ligeros, y de dos escuadras de destructores. Una tercera, y poderosa formación navegaba en avanzada, circundando de este a oeste, la isla de Bawean, estaba mandada por el Contraalmirante Sokichi Takagi, que gozaba de fama de ser un habil táctico, aunque – a juicio de alguno de sus subordinados-un poco demasiado prudente .

                         

              Contraalmirante Takagi                                              Contraalmirante Karel W.F.Doorman

josmar

29-09-2008

El 25, la isla de Bawean fue ocupada por los japoneses sin dificultad alguna, aunque algunos sumergibles americanos vieron la flota adversaria e informaron al Almirante Helfrich.  Al mediodía del dia 26, el Convoy Oriental es avistado por dos aparatos de reconocimiento aliados a unos 280 kilometros de Surabaja. Helfrich decide enfrentarse con la mayor parte de la fuerza a su disposición, y hace salir de Surabaja, para dirigirse al encuentro, a la escuadra del Contraalmirante Karel W.F. Doorman.

Se trataba de una escuadra heterogénea, compuesta por unidades de cuatro Marinas distintas, que nunca habían realizado maniobras conjuntas, y que tampoco disponían de un código único de trasmisiones. Ella estaba formada por dos cruceros ligeros holandeses, el De Ruyter, de 6.500 Ton. ( que izaba la insignia de nave almirante) y el Java, de 6.700 Ton.; un crucero ligero australiano, el Perth, de 7.000 Ton.; un crucero pesado americano , el Houston, de 9.000 Ton.; y un crucero pesado británico, el Exeter, de 8.400 Ton.  que se había hecho célebre, en la batalla del Rio de la Plata, en diciembre de 1939, contra el acorazado “de bolsillo” Graf von Spee. Hay que añadir, 3 destructores británicos, 3 holandeses y 5 americanos, que formaban un conjunto de cerca de 50.000 Toneladas. Más, aparte de la falta de cohesión, la escuadra aliada, tenía otro grave punto débil: la carencia total de una cobertura aérea y de reconocimiento, que la obligaba a navegar a ciegas. Al poco de la partida de Doorman, a Helfrich se le comunica el informe de un aparato de reconocimiento  británico, que otro gran convoy se estaba acercando a la punta occidental de Java. Contra esto, Helfrich, decide poner en marcha las fuerzas que le quedan, es decir, el crucero ligero australiano Hobart, otros dos viejos cruceros, Dragon y Danae, y dos viejos destructores, Scout y Tenedos.

Poco después el comandante de la fuerza aérea ABDA, teniente general L.J.Van Oyen, comunicó a Helfrich, que las fuerzas americanas, teóricamente puestas bajo su mando, habían recibido desde USA, la orden de evacuar la isla , y se estaban retirando al puerto de Tijlatjap, en la costa meridional, a pesar de sus ordenes y sus exhortaciones. También  para la fuerza  aérea, por lo tanto, el  ABDA, no existió más, estaba por tanto claro que para la batalla naval en la costa norte, Doorman no  podría contar con un solo avión.

Doorman salió del puerto de Surabaja a las 18’30 del 26 de Febrero con sus 14 navíos,  directo contra el Convoy Oriental y su fuerza de 17 naves de guerra japonesas, entre las que se encontraban los dos cruceros pesados Nachi y Haguro, cada uno de ellos armado con 10 cañones de 203 mm. (contra los 12 cañones de grueso calibre de los dos cruceros pesados de la escuadra aliada). Doorman era un hombre intrépido: para el, como para sus hombres, del éxito del encuentro, dependía el destino de sus familias. Después de la invasión alemana de Holanda, en la primavera del 1940, las Indias Orientales, eran su segunda Patria: si Java caía, todo el Imperio holandés, se habría perdido irremisiblemente en manos de los Japoneses.

Crucero Ligero De Ruyter

Crucero Ligero Java

La moral de las tripulaciones de ambas escuadras, era alta, pero con una sustancial diferencia: los japoneses, conscientes de su propia fuerza, provenían de una serie ininterrumpida de estrepitosas victorias, mientras que los aliados,  que pasaban de una derrota a otra, iban a batirse por el honor y por la defensa de la isla, aunque con escasas posibilidades de poderla mantener, aun en el caso afortunado de que se consiguiera un éxito táctico.

John Toland, escribió en su libro “But not in Shame” Editorial Longanesi & C. Milan.1963:

*“La formación se dirigió hacia el norte, en el mar de Java, hundiéndose en la atmosfera morada del crepúsculo.  Luego se dirigió al este y empezó su carrera nocturna en busca de los barcos de Takagi.

Infundía esperanza ver esta fuerza  naval, y los que estaban a bordo de aquella flota heterogénea, se sintieron alentados de estar en tan soberbia compañía, como era la fuerza multinacional.  A pesar  de las distintas nacionalidades , el interés común , les unía en un afán de victoria.. Las ultimas y presurosas instrucciones a Doorman, antes de salir a la mar, necesariamente fueron vagas e incompletas. Era, pensó el Alferez de Navio H.S.Hamlin, del Houston, como si once  jugadores de futbol, se metieran a jugar un partido de campeonato, sin haber jugado nunca juntos, ni siquiera un partido de entrenamiento.

A las 20’55 Helfrich comunicó a la escuadra en el mar: “ Debe repetir vuestro ataque hasta que el enemigo sea destruido”  Quería que Doorman supiera que debía atacar a toda costa, y rápido. Un retraso podía ser desastroso. Solo en los primeros momentos, la escuadra aliada podría encontrarse en superioridad numérica.

Durante su navegación a lo largo de la costa, Doorman  no vió nada. Al alba, envió un radiomensaje, preguntando por la protección aérea. No había aparatos disponíbles, fué la respuesta. Alguna horas más tarde, bombarderos enemigos, atacaron repetidamente a la escuadra, aunque no provocaron daños. Exhausto, pero no desanimado por la infructuosa expedición nocturna, Doorman ordenó el regreso a la base.(…)

Más a las 12’47, estando la nave almirante, el crucero ligero De Ruyter, entrando en el puerto de Surabaja, Doorman recibe de Helfrich, la orden de atacar a una fuerza enemiga, localizada al este de la isla Bawean. El punto estaba a 145 kilometros al norte de Surabaja.

No había tiempo de preparar un plan de operaciones. En la escuadra, no existía un código común de señales. Doorman pasó una orden al Oficial americano  de enlace en el De Ruyter. La orden fue traducida y trasmitida al Houston, que lo retransmitió por radio teléfono a los destructores americanos. Los ingleses y los australianos, recibieron la orden con señales de lámparas ó banderas”.

“ Siganme. El enemigo se encuentra a 145 kilometros…”*                                                                 

Crucero pesado HMS Exeter.

Crucero pesado USS Houston 

Los japoneses, que disponían de algunos preciados, y tenaces hidroaviones, pronto fueron informados de la proximidad de la escuadra aliada, y el contralmirante Nishimura, comandante del Grupo de ataque oriental, ordeno que el grupo del contralmirante Takagi saliese al encuentro del enemigo con los cruceros pesados  Nachi y Haguro ,el crucero ligero Jintsu  y los destructores, mientras el convoy, como medida de prudencia, debía alejarse momentáneamente, en dirección nord-oeste.

Una vez liberado de la responsabilidad de los barcos de transporte, Takagi  gozaba de una neta superioridad en la potencia de fuego, en especial, en el  combate a distancia, reservado a los gruesos calibres; como se ha dicho, él disponía de 20 piezas de 203 mm. contra las 12 de los aliados. En efecto, el Exeter, estaba armado con 6 piezas de este calibre, y aunque el Houston disponía de tres torres triples, la torre de popa había sido destruida en un bombardeo anterior, por lo que no podía utilizar, más que 6. A esto le añadiremos, la falta de cobertura aérea de los aliados, y la dificultad de comunicación entre las naves de distinta nacionalidad, además de la neta superioridad de los japoneses en cuanto a destructores, tanto por el número, como por el armamento.

Crucero Pesado Haguro.

josmar

29-09-2008

He aquí como Giorgio Giorgerini, Ermanno Martino y Riccardo Nassigh, han revivido las fases más sobresalientes de la batalla del mar de Java, en “Storia della Marina”.Editorial Fabbri Editori. Milan. 1978.

*“La contienda se inició a las 16’16, con el Nachi y el Haguro abriendo fuego desde una distancia de cerca de 25.000 , siendo rápidamente respondido por los cruceros pesados de Doorman, que mientras se había aproximado por el nord-oeste, para poder ponerse en paralelo al enemigo y permitir así también la intervención de las unidades ligeras propias.

El tiro japonés, regulado por hidroavión catapultado desde el Nachi, aumento en precisión, y el De Ruyter fue alcanzado, aunque no gravemente. Los japoneses, que además disfrutaban de una neta superioridad en cuanto a navios torpederos, en poco menos de veinte minutos ( desde  las 16’33 a las 16’52) lanzaron hasta 43 de los temibles torpedos, pero que no habían alcanzado a ningún navío.

A las 17’07, de nuevo la flotilla de Tanaka se lanza al ataque, lanzando otros 68 torpedos contra el exiguo perfil frontal de la línea de Doorman, lo que dificultaba las posiblidades de acertar. Lo imponderable, jugó esta vez a favor de los nipones; a las 17’08, el Exeter, alcanzado  por un proyectil  de 203 en la sala de calderas, se vió obligado a reducir la velocidad y a salirse de la formación. Desafortunadamente, esta maniobra, induce a equivoco al Houston, al Perth y  al Java, los cuales supusieron que el mismo Doorman, cubierto por el denso humo que salía de las chimeneas de las naves, lanzadas a toda velocidad, hubiese señalado en tal dirección. El almirante, percatándose del equivoco, maniobro igualmente, para no fraccionar excesivamente  su yá débil fuerza. Pero las unidades aliadas, en fase de desordenada maniobra, fueron un blanco ideal para los torpedos de Tanaka y el destructor holandés Kortenar, alcanzado de lleno, se partió en dos, hundiéndose.

  Tratando de aprovecharse de la escasa velocidad de los navíos ABDA, y para darle el golpe de gracia al averiado Exeter, Takagi  ordena cerrar la distancia. En la confusa lucha que se sigue, entre la creciente oscuridad y el denso humo que gravitaba en la zona, el Electra, (un destructor británico) consigue alcanzar al Jintsu, más él es a su vez alcanzado de modo irremediable. Mientras el Exeter, escoltado por el Wite de With (un destructor holandés) se dirigía hacia Surabaja, Doorman ordeno a los destructores  que efectuaran un último ataque con torpedos. Las unidades americanas cumplieron la orden con una impecable maniobra, lanzando sus torpedos. Estos eran de una eficacia inferior a los de los nipones, y fueron evitados fácilmente.

El resultado práctico, se redujo a escasos daños del destructor Asagumo, aunque este ataque, obligó a los cruceros de Takagi, a dirigirse momentáneamente hacia el norte. Preocupado por la suerte del convoy a él confiado, el almirante nipón,  ordenó, al mismo tiempo, a los transportes , invertir la ruta - poco antes Takagi había dispuesto que el convoy se dirigiera hacia Java-  para tenerlos fuera de la zona de la batalla. Mientras los japoneses  trataban de preservar al máximo el convoy  - que hacia las 16’30, había sido vanamente atacado por 8 bombardeos holandeses  –  Doorman tenía la firme intención de lograr el contacto con los transportes enemigos. Sin embargo, el  desconocía los movimientos del enemigo, al carecer de cobertura aérea que le informara,  lo que le obligaba a movimientos intuitivos, dirigiéndose a las 19’55 hacia el sur y hacia el oeste a las 21’00; maniobras que se efectuaban bajo la mirada vigilante de los aparatos de reconocimiento adversarios. Mientras, los destructores americanos, desprovistos de torpedos, y cortos de combustible, recibieron la autorización  de retornar a Surabaja, el resto de navios de Doorman,(  De Ruyter, Houston, Java, Perth, Jupiter y Encounter ) tuvieron la desventura  de entrar en una zona minada por los holandeses, pero no señalada en las cartas,  lo que ocasionó la pérdida del Júpiter (destructor Britanico).  De nuevo Doorman puso rumbo norte, y, a las 22’17, ordenó  al Encounter ( otro destructor británico) procediera al salvamento de algunos supervivientes del Kortenaer, continuando solo los cruceros.

Pero  el ajuste de cuentas, ya estaba cerca; localizado el enemigo a las 23’00, Takagi, justamente confiado en la eficacia de sus torpedos, hizo lanzar del Nachi y del Haguro una salva de 12 torpedos. Los resultados fueron igual a las expectativas, con el hundimiento del Jav, y del De Ruyter en el que perecieron el almirante Doorman y 366 hombres de la tripulación. Terminó así la batalla del mar de Java, durante la cual los japoneses, con escasos daños.  casi destruyeron el grupo ABDA, cuyo núcleo superviviente, reducido a solo los cruceros Houston y Perth, logró alcanzar Surabaya a las 13’30 del 28 de Febrero.

A las 06’10 del 28 de Febrero, y tras la orden del Vice-Almirante Helfrich, zarpan el crucero ligero australiano HMS Hobart,  los viejos cruceros  Dragon y Danae, y los dos destructores que les acompañan, para, aprovechando su poco calado, navegar por las zonas de aguas bajas de los estrechos, y dirigirse hacia Ceilan. En un principio, se pensó que el Exeter les acompañara, pero su mayor porte y calado, lo desaconsejaron.

La tragedia de los navíos aliados, no había terminado aún: en efecto,  mientras 4 destructores americanos, partían en la tarde del 28 de Febrero de Surabaya,  logrando forzar el estrecho de Bali, y alcanzar posteriormente Australia, no fueron igual de afortunados el Houston, el Perth y el Eversten ( este último era un destructor holandés) que para cruzar el estrecho de la Sonda, zarparon de Tandjong Priok, a las 19’30 horas del 28 de Febrero.  Dos horas y media después, se encontraron de improviso, con una sección del convoy occidental nipón, que estaba efectuando un desembarco en la bahía de Banten. Era el objetivo que Doorman había intentado alcanzar, pero los navíos aliados ya no tenían capacidad para intentar lograr grandes éxitos. A pesar de la oposición del destructor  Fubuki, lograron por un momento cañonear a los transportes, hundiendo dos, pero sucumbieron ante la reacción adversaria. Tomados en medio entre el Natori, 10 destructores , y los recién llegados Mogami y Mikuma, el Houston y el Perth, fueron hundidos después de haber recibido numerosos torpedos y proyectiles de artillería. En las primeras horas del 1 de Marzo, de los dos cruceros no quedaba más que un puñado de marineros que se debatían en el agua. El Eversten, en cambio, después de haber mantenido combate, con dos similares nipones, se vió obligado a encallar en la isla de Sabuku.

El Grupo Surabaja (Exeter, Pope, Encounter) que había zarpado a las 19’00 del 28 de Febrero, a pesar del largo y tortuoso camino tomado, para tratar de pasar inadvertido por el estrecho de la Sonda, también cayó en la trampa. A las 9’35, en efecto, fue avistado por cuatro cruceros pesados ( Nachi, Myoko, Paguro, Ashigara). Obviamente, como además el tiro nipón, estaba regulado por los hidroaviones, la lucha no ofrecía salvación para los aliados. Tocó primero al Exeter que , reducido a un relicto, recibió el golpe de gracia bajo la forma de un torpedo lanzado por un destructor adversario; también el Encounter, irremisiblemente dañado, se hundió poco después. Más larga fue  en cambio, la agonía del Pope, que, después de haberse protegido provisionalmente, tras un chubasco, fue atacado por aviones torpederos del portaaviones Ryujo, y posteriormente por los navíos de Takagi. A las 13’30 del 1º de Marzo, la ultima nave de la escuadra ABDA, desaparecía entre las olas”.*

Y no había acabado todavía.

En la tarde del 1 de Marzo, los destructores Sedall y Pillsbury fueron encuadrados y enviados a pique , delante de la costa meridional de Java, junto con el petrolero Pecos, por una escuadrilla de aviones nipones. El 2 de Marzo, como final, los dos destructores holandeses supervivientes, el Witte de With y el Banckert, se autohundian en el puerto de Surabaja.

La batalla del mar de Java había terminado con una derrota total de las fuerzas navales ABDA, y una victoria aplastante por parte de los japoneses, que no habían sufrido ni daños importantes, ni hundimientos de ninguno de sus barcos.

En la práctica, se trataba de tres operaciones distintas: una batalla diurna, en la tarde del 27 de Febrero, en la cual, el episodio decisivo había sido el impacto que había dañado las calderas del Exeter, lo que provocó la descoordinación en la escuadra aliada, y la interrupción del contacto; una batalla nocturna, sobre las 23’00 de ese mismo día, que había visto el hundimiento de dos destructores holandeses causados por torpedos japoneses, y la muerte del mismo Almirante Doorman; y una serie de rastrillados aeronavales que, en los días siguientes, barrieron fuera de los mares de las islas todo lo que restaba de los navíos aliados.

Dada la ausencia de aviación de bombardeo ( y en el caso de la escuadra ABDA, también de reconocimiento) y de submarinos, se trató de una batalla entre barcos de superficie, al estilo de la primera guerra mundial: una batalla a la antigua, que, en efecto , vino a sellar el colapso irremediable de un Imperio colonial anacrónico, como el holandés, cuyas bases fueron puestas por la Compañía de la Indias Orientales, al principio  del siglo XVII, pero cuyas razones económicas y políticas, habían venido a menos desde tiempo atrás.

Los factores decisivos de la victoria de Takagi habían sido, el superior adiestramiento de las tripulaciones japonesas en el combate nocturno; la disponibilidad, por parte de los japoneses, de los hidroaviones, que habían permitido seguir con exactitud los movimientos de la escuadra enemiga, mientras el adversario se debatía entre el humo y la oscuridad; la falta de coordinación entre los navíos aliados, y por último, pero no menos importante, el mayor número de cañones de grueso calibre por parte de los navíos del Sol Naciente.

Aunque el factor fortuna también había jugado su parte: el impacto imponderable, que alcanzó al Exeter, probablemente decidió la suerte del encuentro, pero no hay motivo para pensar que el resultado podía deducirse desde el comienzo. Doorman era un comandante tenaz y valiente, y las tripulaciones de los navíos aliados habían demostrado determinación y sangre fría , no obstante el agotamiento de las continuas maniobras y contramaniobras, que los habían tenido ocupados ininterrumpidamente, desde el alba hasta la noche. Al contrario, el hundimiento del De Ruyter y del Java con torpedos, no fue debido a la suerte adversa, ni porque  los torpedos japoneses fueran muy superiores técnicamente,  a los de los navíos aliados. Si estos últimos, pudieron esquivarles en el  combate diurno, zigzagueando con habilidad, al llegar la oscuridad, pocas esperanzas les quedaban de tener igual suerte, mientras que los marineros japoneses, como se ha dicho, sí estaban particularmente entrenados, para batirse de noche.

Desde el momento en que fueron dueños, tanto del espacio aéreo, como del marítimo, los japoneses no tuvieron ninguna dificultad para terminar la campaña terrestre para la conquista de Java dentro de las previstas dos semanas, ya que gran parte de la población indígena, los recibió como liberadores, enarbolando banderas del Sol Naciente, y con gritos de entusiasmo. El dominio colonial holandés, que duraba tres siglos y medio, cayó como un castillo de naipes. 

Basado en el artículo “La battaglia del Mar di Giava consegna l’Insulindia ai Giapponesi  (27 febbraio 1942 )  de Francesco Lamendola, para Arianna Editrice.

Wikipedia.- www.colesaircraft/Javaseabattle.- www.minbuza.nl/histori.es.-  www.usshouston.org/ship.                                 

leytekursk

30-09-2008

Excelente trabajo Josmar..

            Uno de las últimas batallas navales "tradicionales" de la historia... es decir sin la participación de aviones embarcados.

    Una anécdota. Durante la batalla en el estrecho de la Sonda, el crucero japonés Mogami, lanzó una tanda de torpedos al crucero Houston, los cuales no dieron en el blanco esperado y siguieron su camino hacia el convoy de transportes japoneses, impactando y hundiendo seis de ellos...!!

    Sin duda, el lanzamiento más exitoso de la guerra 

                                                        Saludos...

Kurt Meyer

01-10-2008

Josmar, otro grán trabajo

Saludos

Bruno

01-10-2008

Excelente Josmar.  Gracias por tu aporte al foro.

Un gran trabajo 

josmar

01-10-2008

Gracias por vuestros comentários.

Saludos.

TITUS20050

01-10-2008

Algo habia leido sobre la batalla del Mar de Java pero este relato es muy bueno y peciso , te felicito por el aporte 

josmar

02-10-2008

Gracias Titus...

Taylor

11-10-2008

un gran tabajo josmar ... francamente estos temas no muy son mi fuerte  ¢@22

Topp

12-10-2008

Me lo he leido de pe a pa y me ha encantado Josmar

Te felicito por tu artículo que ofrece una visión veraz de la poco conocida expansión inicial de la armada imperial y la débil e inutil defensa aliada.

Saludos.

josmar

13-10-2008

Gracias, Jefe....sus comentarios, siempre son un estímulo...

Saludos.

Fug

19-11-2008

jope, Josmar varios articulos tuyos y he tardado en verlos ,con lo agradables que siempre son,  Saludos

josmar

19-11-2008

Gracias, Fug. Será porque los lees con buenos ojos.......

Clostermann

02-12-2008

me ha tado esto!

Buen artículo Josmar, que buena recopilación, me gusto mucho.

Saludos

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