26-04-2009
El Sargento Vouza.
Jacob Vouza nació en Guadalcanal, Protectorado Británico de las islas Solomon. En 1916, se unió a la pequeña guarnición policial del Protectorado de la cual se retiró en 1941 con el grado de sargento.
Luego de la invasión japonesa de su isla natal, Vouza decide volver al servicio activo como voluntario del cuerpo británico de Vigías de la Costa. El 7 de agosto de 1942, Vouza rescata a un piloto derribado tras las líneas japonesas, de dotación del portaaviones USS Wasp y lo lleva a las posiciones americanas. Allí toma contacto por primera vez con los Marines. Desde entonces comienza a efectuar misiones de exploración para los marines. El 20 de agosto, Vouza fue capturado por japoneses del 28 regimiento de infantería a cargo de Ichiki Kiyonao.
Vouza en 1942
Cito a continuación a Martin Clemens oficial británico, quien fue testigo de los hechos narrados:
“Inmediatamente antes de salir el sol, un indígena gravemente herido se arrastró hasta las líneas de los infantes. Estaba hecho una lástima. Lo arrastramos detrás de un jeep y me hizo su relato lo mejor que pudo, a pesar de la horrorosa herida abierta que tenía en la garganta.
Había salido en su patrulla portando una pequeña bandera americana que alguien le había dado como recuerdo. Yendo a esconderse a una casa de Volonavua, se dio de narices con tres o cuatro pelotones de japoneses. Se habían repartido ya por todo el pueblo y él no tenía probabilidades de escape con su bandera norteamericana. Lo agarraron con las manos en la masa y lo llevaron ante el oficial superior. Allí estaba Yishimoto, el japonés que había estado en las Solomon en tiempos de paz y que sabía hablar inglés. No pudo negar que estaba con los americanos. Trataron de sacarle información y como no lo lograron en absoluto, se enojaron y le amarraron a un árbol. Después de golpearle con las culatas de los fusiles, lo acribillaron a bayoneta calada hasta que se desmayó. Tenía siete heridas en el pecho y otra mayor en la garganta. Cuando oscureció, lo abandonaron por muerto.
Muchas horas después recobró el conocimiento y logró romper sus ligaduras con los dientes. Se dispuso a volver con los Marines pero al poco rato se debilitó tanto que hubo de arrastrarse. Es posible que así recorriera tres kilómetros atravesando la tierra de nadie hasta llegar a nuestras líneas. Como si no fuera suficiente, insistió en emitir como pudo, una valiosa descripción de las fuerzas japonesas, su número y sus armas, todo lo cual comunicamos inmediatamente al Cuartel General.
Vouza había perdido litros de sangre y estaba muy mal. Convencido de que se moría, quiso dejarme un largo mensaje de agonizante para su mujer y sus hijos. Una vez que hubo cumplido este deber, la debilidad lo venció y perdió el conocimiento. Lo llevamos a la retaguardia y pusimos a los doctores a trabajar en él. Lo operaron varias veces y le metieron sangre hasta llenarlo de nuevo. Milagrosamente, las incursiones aéreas japonesas no molestaron el hospital.
Vouza sobrevivió, volvió a la lid y dirigió todavía muchas patrullas en la selva.”
Vouza sería condecorado personalmente por el General Vandergrift, comandante de la 1ª División de Marines, por su valor al negarse a entregar información bajo tortura. También obtuvo la Legión de mérito por sus servicios en el 2do Batallón de Raiders.
Además de otras condecoraciones, en 1957 Vouza fue nombrado Caballero por la reina Isabel II.
Vouza moriría de muerte natural en 1984.
Vouza exhibiendo trofeos de guerra en 1943
Vouza en sus últimos años
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Jacob_Vouza
Griffith B. Samuel: La batalla de Guadalcanal. Editorial Herrero, Mexico D.F. 1963.
Saludos...