17-09-2010
Existen una cantidad cada vez menor de personajes que viveron en carne propia la Segunda Guerra Mundial y entre los que aun estan vivos esta Rochus Misch quien fue guardaespaldas de hitler. Hace pocos años el publico un libro Yo fui el guardaespaldas de Hitler; las memorias de Rochus Misch que, a sus 90 años, es posiblemente el último testigo del final del dictador nazi. Su libro coincide con una nueva polémica historiográfica sobre los alcances de esa dictadura. La autobiografía de Rochus Misch es fascinante por las revelaciones que contiene y porque muestra el recorrido de un hombre sencillo en el núcleo de una máquina de asesinar, pero que vivió “al margen”, como un inocente.
Nacido el 29 de julio de 1917 en la Alta Silesia. Se hace estragos de la guerra. El padre es herido durante la primera guerra y es internado en un hospital de Opole y obtiene unos días de descanso para tener a su bebé recién nacido en brazos.Posteriormente sufre una hemorragia y muere. El señala que "Mi madre lloró y lloró mientras llevaban el ataúd de la casa esto ocurrio dos horas después de mi llegada" . Dos años y medio después, su madre murió. Asi que el se criò con sus abuelos.-
Después de terminada la escuela recibe el llamamiento a las fuerzas armadas en 1937. En 1937 se unió a la Verfügungstruppe de las SS. Participó en la invasión de Polonia en 1939, donde fue mal herido pasando a un hospital militar para luego ser reasignado en una tarea muy singular pasó a formar parte del Begleitkomando, los guardaespaldas personales de Hitler ya que el jefe de su compañía lo recomendó a la guardia personal de Hitler en 1940, permaneciendo en este puesto hasta el final de la guerra.-
Aca al entrar en sus nuevas tareas como guardia perosnal de Hitler.-
Rochus Misch sirvió cinco años como sombra oficial de Hitler. Su trabajo, al principio, era por demás modesto: responder al teléfono, despachar el correo, repartir telegramas y comprar ramos de flores. El oficial realizó su trabajo sin hacerse demasiadas preguntas. Misch estaba en el corazón del dispositivo de Hitler y en el centro de la guerra, pero no la vivía realmente.Recuerda vivamente su primer encuentro con él: «Estaba en la cancillería del Reich y el ayuda de campo que se encontraba de guardia nos explicaba las normas. En eso abrió la puerta y allí estaba Hitler. Me quedé mudo. Sentí escalofríos. Para nosotros era una figura mítica. Hitler le preguntó al oficial de dónde era yo. Cuando el ayuda de campo le dijo que era de Silesia, Hitler preguntó: ‘¿Tenemos a alguien más de Silesia?’. Muy bien, pues te vamos a poner a prueba ahora mismo. Toma esta carta y entrégasela en Viena a mi hermana’». Rochus Misch se embarcó en un tren y ése fue el principio de sus cinco años de servicio.
Misch asegura que nunca fue miembro del partido y que nunca supo nada del holocausto ni de otros crímenes nazis y que él no cometió ninguno. El señala que «Yo era un hombre sencillo, por eso me emocionaba estar en ocasiones tan cerca de gente famosa: Mussolini, Leni Riefenstahl, Antonescu [el dictador rumano], Molotov…» Mussolini, recuerda, era una persona «expansiva»; dedicandose exclusivamente a estar a la sombra de quien el denomina " El Jefe".-
En un descanso de sus funciones.
La foto muestra Misch sobre "Berghof " en los Alpes, el verano de 1941.
En 1942 contrajo matrimonio con su novia Gerda. Y el servidor del Führer recibió de éste una caja de champán de la cosecha del 27 como regalo de boda.
En 1943, en Werwolf, el cuartel general nazi en Ucrania ocurrio una anecdota que cuenta señalando que:«Al pasar cerca de la ventana del barracón de Hitler, oí el sonido de un aria. Me asomé y vi al jefe sentado en el borde de la mesa de su despacho escuchando el sonido del gramófono. Había discutido con sus generales y estaba muy irritado. Le pregunté: ¿Quién canta, mi Führer?´.
Joseph Schmidt, un famoso tenor´, me contestó. ¡Pero es judío, mi Führer!´, exclamé.
¡Y eso qué más da! Lo único importante es que la música sea maravillosa!´.»
El 20 de julio de 1944, cuando el conde Klaus von Stauffenberg trató de matar a Hitler con una bomba en su cuartel general de Prusia oriental, Misch estaba en un tren rumbo a Berlín, donde tenía que entregar unos documentos. En referencia al hehco de nunca haber sido ascendido el mismo señala «Nunca lo quise… El rango era lo de menos cuando se estaba tan cerca de Hitler. Te convertías en un miembro de la familia, y punto.
El mismo posee una serie de fotos de la eopca entre las que destacan:
Hay, además, fotos de Misch en el avión de Hitler o delante del vagón restaurante del tren del Führer. Ver las fotos y oír a Misch es como asomarse a las portillas de un barco hundido. En otra foto aparecen el Führer y Eva Braun mirando unos conejos. Misch dice que su relación era muy discreta: «Ella venía a Berchtesgaden, pero en Berlín no vivía con Hitler. Sólo al final su relación se hizo pública». En efecto, el 29 de abril de 1945 Misch vio que un nervioso funcionario del registro civil entraba en el búnker para celebrar el matrimonio de Hitler y Braun.
Los ultimos dias de Hitler en el bunker fueron reseñados en su libro y menciona el tenso ambiente que se vivia en el mismo al igual que señala algunos detalles de primera mano al respecto:
"En el búnker se hablaba en susurros. Yo estaba en la centralita y a veces elevaba la voz a propósito, para romper ese silencio mortífero ". El 22 de abril de 1945, Hitler salió de su oficina y declaró: “La guerra se acabó, se pueden ir, yo me quedaré en Berlín”. Misch cuenta que la última vez que vio al Führer con vida fue el 30 de abril, hacia las 11 de la mañana. Lo último que escuchó fue una conversación con Goebbels. Hitler le dijo: “Para que no me ocurra lo mismo que a Mussolini –a quien le cortaron la cabeza después de lapidarlo–, tomen todas las disposiciones para que me quemen después de mi muerte”. Misch tampoco escuchó el disparo final. El señala que vio el cuerpo de Hitler luego que se suicido en compañia de Eva Brown y que fue uno de los ultimos en abandonar el bunker.-
Tras la muerte de Hitler, Misch ayudó a establecer una línea directa entre la cancillería del Reich y las líneas soviéticas, mientras el general Krebs trataba de negociar un armisticio. Pero los rusos se mantenían firmes. Exigían una rendición incondicional. Eran las noticias que Krebs, un soldado que hablaba el ruso muy bien, traía a los que quedaban en el búnker. Misch cuenta que Axmann, Bormann y Goebbels se despidieron de él. «Goebbels me dijo: `Bueno, Misch, hemos sabido vivir, ahora tenemos que saber morir´. Comprendí que todo había terminado, así que al rato dejé el búnker.» Antes, sin embargo, Misch conectó algunas llamadas de teléfono. «¿Cuál fue la última?», le pregunto. El anciano guarda silencio durante un minuto, tratando de recordar. Por fin, dice: «Fue una llamada del general Burgdorf al general Busse, comandante de la novena división. Poco después, alguien llamó preguntando por el general Krebs. Conecté la línea, pero no hubo respuesta. Fui a la habitación de Krebs y lo encontré sentado con Burgdorf. Estaban inmóviles. En un primer momento pensé que estaban dormidos». Pero no: se habían suicidado.
Misch huyó hacia su casa, pero fue capturado por los rusos. Pasó entonces tres años en la prisión de Lubyanca, en Moscú. Como Stalin no creía que Hitler hubiera muerto, los supervivientes del búnker recibieron un trato despiadado para que contaran cómo se había fugado el Führer. Tan insoportable, que Misch llegó a escribir a Beria, el jefe de la Policía secreta rusa, pidiéndole que lo mataran. En lugar de ello, lo mandaron a un campo de prisioneros donde estuvo seis años, hasta que fue liberado en 1954. Regresó a Berlín, con su esposa, y abrió una tienda de pinturas y papeles pintados, que regentó hasta 1983. Por su parte, su esposa, Gerda, siguiendo la tradición familiar, fue concejal en el Ayuntamiento de Berlín occidental.
En 2006 publica el libro YO FUI GUARDAESPALDAS DE HITLER, 1940-1945 – Rochus Misch en el que da un relato de primera mano de los hechos de su vida entre 1940 y 1945 al servicio de Hitler. El mismo vive con sus 90 y tantos años en Berlin en una casa sencilla de dos plantas ubicada en una calle tranquila y arbolada. Es la misma a la que se mudó con su esposa, Gerda, en 1942. Y es la misma en la que el servidor del Führer recibió de éste una caja de champán de la cosecha del 27 como regalo de boda.
Saludos
Fuentes
Wikipedia
YO FUI GUARDAESPALDAS DE HITLER, 1940-1945 – Rochus Misch
entre otras de la web