05-04-2006
El 10 de junio de 1940, al entrar en guerra Italia, los mandos militares del África Oriental Italiana (AOI) se preguntan como van a defender un territorio tan vasto (casi dos millones de km2), rodeado de territorios enemigos (Sudan,Kenya,Somaliland) y aislado, en el el que todavía subsisten focos de resistencia armada desde la ocupación de 1936 en Godyam, Amhara y Shoa.
En 1939 los italianos pensaban que no habría guerra o que si la habría, seria breve y, además, debería ser ganada en otro lugar. El mando militar, y su cabeza el Duque de Aosta, virrey de Etiopía y comandante supremo, no tiene planes para hacer frente a los británicos. En 1938 y de nuevo a comienzos de 1940 el duque ha confesado que Italia no podrá combatir en África ni siquiera una guerra defensiva, pues se carece de todo, y el AOI es muy difícil de aprovisionar –como se había visto durante la guerra de 1935-.
Cuando estalla la guerra de 1940, el AOI es abandonada a si misma: “Que se defienda como puedan –dicen en Roma- pues no podemos enviar ni un avión ni un neumático mas”. Lo que por otra parte seria casi imposible tras el cierre del canal de Suez para los países del Eje. Pero en la colonia no se piensa en reforzar las defensas, mejorar el adiestramiento de la tropa, ni se evacua a la población civil de las zonas peligrosas indefendibles. El Duque es incapaz de captar la situación. Además inexplicablemente no se tiene en cuenta viejos planes de invasión de Sudan y Egipto por el sur, lo que permitiría teóricamente contactar con las tropas italianas del Norte de África, aprovechando la presente superioridad numérica de los italianos sobre los británicos entre julio y diciembre de 1940, o al menos, obligar a los británicos a trasladar tropas de Egipto y Sudan, aliviando a Grazziani. Tampoco se piensa en Cerrar el mar Rojo, ni en bloquear el canal de Suez, ni en iniciar una guerra de corzo. Los únicos planes serán la conquista de pociones de las vecinas colonias británicas para facilitar la defensa de las fronteras y llegar a la que se creía próxima paz con algo entre las manos.
Los italianos dispones de fuerzas numerosas, pero dispersa y mal armadas: 74.000 soldados Metropolitanos y 182.000 indígenas o áscaris (según el Officio Storico Militare). Los metropolitanos incluyen a soldados regulares, camisas negras, carabineros, colonos mal armados, etc de adiestramiento desigual; los indígenas ( que Italia solo utilizara en África a diferencia de británicos y franceses) de origen eritreo y somalí serán fieles a Italia en general, al contrario de los recién incorporados etíopes.
Los italianos dispones de 325 aviones (solo 150 realmente útiles, como los Fiat CR-32 y CR-42), 6 submarinos en el mar rojo, 63 carros de combate (24 M-11 y 39 L-35, de escasa eficacia) y, mas adelante, 126 automóviles blindados de fabricación local; poseen escasa y anticuada artillería, relativamente pocas ametralladoras, los camiones son viejos; se carece de piezas de recambio para vehículos y armas. No hay fortificaciones; solo reductos protegidos y fortines, atrincheramiento, muros y empalizadas, como para una guerra colonial. Las comunicaciones son malas y las conexiones difíciles.
Los británicos en cambio, dispones de pocas fuerzas (2.200 hombres en Sudan, 8.500 en Kenya, 1.500 en Somalia, 1.400 en Aden, Etc., sudaneses, indios, sudafricanos, británicos) que pronto irán aumentando; menos de 200 aviones anticuados (Blenheim, Gloster, Wellesley, etc) y pocos carros pero bastantes camiones. Sin embargo, la flota controlara casi a voluntad el mar rojo e indico.
Poco antes de la guerra, además, los británicos se habían puesto en contacto con la resistencia interna etiope y con algunos ras anti-italianos como Seyum y Aialeu Burru, a quienes el general Platt prometerá ayuda en caso de guerra ( también los italianos habían contactado con dirigentes nacionalistas kikuyo en Kenya).
los británicos saben que el tiempo trabaja en su favor, y que las probabilidades ofensivas de los italianos son mediocres. Además sin complejos, van poner en practica su táctica habitual en casos de inferioridad: Abandono de los que no se pueda defender, esperando la ayuda que un imperio policentrico les va a llegar seguro y pronto.
Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial. Vol 2
Ediciones Dolmen. 2001