01-05-2010
La Operación Barbarroja es una de las operaciones más importantes de la Segunda Guerra Mundial debido al gran despliegue de tropas y también por el hecho de la entrada de la URSS en la guerra. A pesar de ser muy conocida en cuanto a sus resultados, es una de las batallas menos analizadas por un gran sector de gente (no historiadores, sino gente aficionada a la Segunda Guerra Mundial) y por tanto, requiere una explicación de por qué la URSS, con la cantidad tan elevada de recursos, pudo sufrir unas bajas tan elevadas. Para ello, haremos una línea con los sucesos relevantes para el tema a tratar.
* 1 Antes de la Ofensiva
o 1.1 Las Purgas Stalinistas
o 1.2 Decisiones Equivocadas
o 1.3 Estado de los Blindados Soviéticos en Junio de 1941
* 2 La Invasión
o 2.1 Sorpresa Inesperada
* 3 Resumen y Conclusión
* 4 Referencias
o 4.1 Notas
o 4.2 Bibliografía
[size=18pt]Antes de la Ofensiva[/size]
La Operación Barbarroja no puede ser analizada solamente desde su comienzo el 22 de junio de 1941, sino que requiere un estudio previo. El objetivo de este artículo es analizar las causas de la derrota soviética en dicha batalla y para ello hay que analizar lo que pasó algunos años antes dentro del Ejército Rojo.
[size=14pt]Las Purgas Stalinistas[/size]
Entre 1937 y 1938 se dieron las llamadas Purgas Stalinistas, las cuales fueron llevadas a cabo para eliminar a los mandos que pudieran oponerse al régimen. Las estimaciones de oficiales, suboficiales y otros cargos varían considerablemente entre diferentes bibliografías. Algunas citan 35.000 purgados (entre presos y fusilados),[1] mientras otros citan a 30.000.[2] Al inicio de Barbarroja, muchos de los arrestados volverían comandar tropas del Ejército Rojo.
Mikhail Tukhachevsky, desarrollador principal del "Combate en Profundidad", fue uno de los mariscales soviéticos purgados (por culpa de un papel falsificado por Hitler),[3] Las consecuencias de la purga de Tykhachevsky fueron importantes, ya que la principal doctrina soviética de combate, se había convertido en la doctrina de un traidor,[2] por lo que fue abolida sin nada que la sustituyera. Esto provocó que tras su muerte, se confeccionara una nueva doctrina, que no pudo ser probada (ya que las operaciones en profundidad habían sido probadas durante maniobras, aunque necesitaban de algunas correcciones de errores encontrados).[2] Otro aspecto importante que causaron las purgas era el miedo a Stalin, lo cual impedía a los oficiales tomar decisiones por sí mismos, limitando su poder de mando e impidiendo el actuar con rapidez mientras se pedía permiso a los mandos superiores.
La Guerra Civil Española tuvo apoyo soviético, tanto en material como en oficiales, de los cuales perecieron una parte en las purgas.[3] De los enfrentamientos donde participaron tanques soviéticos como el BT y T-26 se obtuvieron unas conclusiones erróneas,[2] que luego fueron usadas para tirar por tierra la teoría de Tukhachevsky del "Combate en Profundidad".
[size=14pt]Decisiones Equivocadas[/size]
El Tratado de Versalles impuso a Alemania grandes penalizaciones. Entre ellas estaba la de limitar el ejército. Durante la década de los treinta, los soviéticos y alemanes colaboraron mutuamente en la formación de oficiales, haciendo uso de sus academias militares, además de simulacros y juegos de guerra en suelo soviético.[3] El permitirle a Alemania formarse y entrenarse sería un error que luego pagarían los soviéticos durante la Operación Barbarroja, pues ese entrenamiento y puesta en marcha de las lecciones que Guderian promulgaba se volverían contra el Ejército Rojo en 1941.
Josef Stalin tuvo una importante repercusión en los preparativos de defensa de la frontera soviética frente a los alemanes. Fuentes soviéticas dicen que aviones alemanes de reconocimiento hicieron más de 500 vuelos a través de Ucrania y Bielorrusia desde octubre de 1939 a junio de 1941,[3] permitiendo a los alemanes tener una buena perspectiva de carreteras y defensas soviéticas en los Distritos Militares. La razón por la que estos aviones no fueron abatidos era una orden del Alto Mando soviético de no disparar para evitar provocaciones, pues Stalin confiaba en Hitler y no pensaba que lo pudiese traicionar.[3] Hiter había pedido que se fotografiasen Rusia hasta 300 km por detrás de su frontera con el fin de controlar los puntos clave como puentes o rutas de suministros.[4] Toda esta valiosa información sería usada para planear la invasión a la URSS.
El 21 de junio de 1941, varios comunistas alemanes cruzaron la frontera e informaron de un ataque inminente por parte de Alemania.[3] Korpik fue fusilado por orden de Stalin acusado de provocador.[4] Alfred Liskow informó que había avistado posiciones de artillería alemana preparadas. Un desertor lituano confirmó el ataque para las cuatro de la madrugada del 22 de junio.[4] La recopilación de estos comentarios terminó por hacer creer a los soviéticos que podían ser ciertos y se dio orden de estar preparados para la defensa.[4] Sin embargo, debido a las deficientes cadenas de mando y a las paupérrimas comunicaciones, algunos de los comandantes recibieron las órdenes cuando estaban siendo rebasados por los alemanes, mientras que otros poco hicieron por preparar las defensas del supuesto ataque sorpresa.[4] El propio mando soviético había reforzado sus defensas de la mano de Zhúkov debido al incremento de tropas alemanas en los meses anteriores a junio de 1941,[3] sin unas reservas que que pudieran romper los ataques en pinza alemanes.
[size=14pt]Estado de los Blindados Soviéticos en Junio de 1941[/size]
Al inicio de la Operación Barbarroja, el ejército Rojo tenía un gran arsenal de tanques, sin embargo debemos matizar en el tipo y el estado de los mismos.
* Según Markus Zöllner, el ejército soviético tenía 25.932 tanques y vehículos blindados, de los cuales, más de 20.000 eran tanques de todos los tipos (ligeros, medios y pesados).[5]
* Mikhail Baryatinskiy tasa en 10.268 el número de tanques ligeros T-26 el 1 de junio de 1941, de los cuales, 4.875 en maniobras y de los cuales 709 necesitaban reparaciones;[6] 7.549 tanques ligeros BT;[6] 132 T-40, de los cuales sólo 18 estaban listos para el combate;[6] y 832 T-34s en los districtos occidentales de la URSS.[7] De todos los números dados, sólo 10.394 estaban listos para combatir y cita que en otras fuentes llega el número hasta los 11.000 tanques, que llegarían a 12.782 unidades contando algunas unidades de infantería y caballería.[7]
* Steven J. Zaloga cita que los T-34 eran un 5% del total de todos los tanques del ejército soviético el 22 de junio de 1941, con la cifra de 1.225, mientras que sólo 967 eran operativos de un total de 19.221 tanques y 832 en los distritos militares en el oeste.[8]
Además de los números, el estado de estos tanques (y de sus oficiales) no era bueno en esa época:
* Mikhail Baryatinskiy nos relata la falta de entrenamiento, el problema de falta de mandos competentes debidos a las purgas y la mala formación de combate como grandes causas del fracaso inicial. Cita también que los entrenamientos se solían hacer en viejos tanques en vez de los propios T-34 (para no gastarlos) y que sólo 150 tripulaciones estaban entrenadas para usar los T-34. Las derrotas iniciales fueron causadas por posiciones desfavorables, falta de tripulaciones y munición, personal poco entrenado, falta de piezas de repuesto y vehículos e recuperación insuficientes (el 44% del total requerido y muchos eran usados para remolcar la artillería, siendo vehículos que podían remolcar sólo 4 toneladas de máximo, algo insuficiente para los T-34s).[7]
* Steven J. Zaloga dice que un 29% del total necesitaba un mantenimiento importante y un 44% una reconstrucción. Además, según este autor, debido a la supuesta incompetencia de Marshal G. Kulik, la producción de municiones de 76,2 mm había sido repartida a sólo un 12% de los tanques, mientras que algunos T-34 combatieron sin municiones perforantes (AP) y sólo con munición de alto explosivo (HE), donde en la mayoría de los casos no se llevaba siquiera el cargamento completo. También cita la falta de piezas de repuesto y problemas en las cajas de cambio debido a la rapidez de fabricación, recordando que en los tanques sólo había un 19-36% de los oficailes requeridos y gran falta de entrenamiento.[8]
* Dr. Matthew Hughes y el Dr. Chris Mann cuentan que en junio de 1941, muchos tanques T-34 fueron al combate sin municiones perforantes, mientras otros lo hacían con sólo una parte del total de la munición.[9] También citan un comentario de Franz Halder quién hacía incapié en la falta de entrenamiento de los tanquistas soviéticos.[9]
Prueba de las deficiencias se pueden ver en la 32º División de Tanques dirigidos por el Coronel Yefim Pushkin. Tenía la mitad de los oficiales mayores necesarios y sólo un 43% de los oficiales menores precisados. Los primeros T-34 comenzaron a llegarles el 25 de abril de 1941 hasta el 25 de mayo del mismo año. La brigada recibió un total de 173 T-34s y 49 KVs. Sin embargo, recibieron sólo un 30% de las radios, un 28% de los ingenierons, un 22% de vehículos de ruedas, un 13% de equipo de reparación y sólo un 2% de recambios. Además, los conductores rara vez superaban las 5 horas de formación y algunos artilleros jamás habían disparado un cañón.[8]