21-06-2006
Esta es una historia curiosa. ¿Sabías que hubo enfrentamientos entre cazas españoles y aviones de la Francia de Vichy e incluso norteamericanos?
La historia comienza en 1942. Cuando África se convirtió en zona de combate, la Fuerza Aérea Española envió algunas escuadrillas a África del Norte para proteger el espacio aéreo del Marruecos español y su protectorado. Entre las unidades enviadas, había algunos Heinkel 112B, el aparato que años antes había competido en Alemania con el Bf 109 (Messerchmitt) por la plaza de caza estándar de la Luftwaffe.
Para el que no conozca este aparato (He112) simplemente diré que para muchos aficionados a la aviación, este modelo tenía más posibilidades que el Messerchmitt y que de haber seguido su desarrollo, hubiera dado lugar a una serie de interceptores de gran nivel. Pero ésta no es la cuestión del presente Topic.
Volviendo a África, en noviembre de 1942 los Aliados desembarcaron en el Marruecos francés y en Argelia, lo que supuso llevar la guerra hasta las mismísimas fronteras españolas. Desde el principio, los aviones aliados violaron el espacio aéreo español de forma deliberada y continuada. En muchísimas ocasiones, estas violaciones dieron lugar a la aparición de cazas españoles en el área, que armados de paciencia y con órdenes expresas de Madrid no abrieron fuego contra los incursores.
Una de esas ocasiones en que los cazas españoles podrían haber causado una escabechina entre los aparatos aliados, tuvo lugar el 8 de noviembre, cuando varios cazas interceptaron una formación de C-47 Skytrains sin escolta cargados de paracaidistas en Estutel, cerca de Melilla. Sin embargo, los aparatos españoles no hicieron fuego, limitándose a escoltar a los aviones norteamericanos fuera del espacio aéreo propio.
Durante meses, este tipo de “encuentros” fue habitual. Hay varios informes similares de encuentros en espacio aéreo español con Spitfires. La mayor parte de las interceptaciones las realizaron los Heinkel 112, que por prestaciones y características, era el mejor caza español en África. Estos aparatos habían permanecido en la Fuerza Aérea desde la Guerra Civil, con pocas mejoras. En total, había 18 de ellos disponibles.
Además de estos encuentros con aviones aliados, hubo otros menos amistosos con aparatos de la Francia de Vichy, llegando a combatir los He112 con Dewoitine 520 galos en varias ocasiones sin pérdidas por parte de ningún bando.
Sin embargo, los aliados siguieron sin respetar el espacio aéreo español, y el primer incidente serio ocurrió el 3 de marzo de 1943. Ese día, los puestos de observación de tierra observaron como una formación de cazabombarderos aliada violaba nuevamente la soberanía española cruzando a Marruecos desde Argelia. Recibida la noticia en el 27º Grupo de Caza, se ordenó que los Heinkels salieran a interceptarlos.
El Teniente Miguel Entrena, despegó inmediatamente con su He112B2 del aeródromo de Nador y ascendió hasta los 3.500m detectando casi inmediatamente la presencia de 11 cazabombarderos norteamericanos (P-38F1 Lightnings del 14th Fighter Group con base en Youk-les-Bains, Argelia) volando en dos formaciones, de cinco y seis aparatos a diferentes alturas. Para atacar con alguna posibilidad, Entrena se posicionó a mayor altura (4.000m) entre los P-38 y el sol. Eligió de las dos formaciones estadounidenses, la que volaba a mayor altura, y se lanzó disparando contra uno de los bimotores. El aparato fue alcanzado por varios proyectiles del cañón de 20mm del He112, y uno de sus motores comenzó a arder desprendiendo humo. El piloto del aparato alcanzado lanzó los depósitos externos de combustible y abandonó la formación, seguido por el Teniente Miguel Entrena, quien no volvió a disparar contra él, sino que poniéndose a su altura le hizo gestos para que se lanzara en paracaídas.
El piloto estadounidense no saltó. Preocupado seguramente por no quedar en territorio español (lo que habría supuesto el internamiento), maniobró hacia la frontera hispano francesa entre Marruecos y Argelia, consiguiendo hacer un aterrizaje forzoso a orillas del río Mulluya, justo en la frontera pero ya en territorio francés (controlado por los Aliados desde 1942 tras los desembarcos de la Operación Torch). El P-38 sufrió serios daños en la toma de tierra porque debido a los impactos recibidos, sólo una de las dos ruedas laterales descendió, con lo que al final, el aterrizaje se produjo sobre su panza.
Este incidente pudo haber tenido consecuencias internacionales, pero los Aliados, implicados en la campaña africana y con toda la Segunda Guerra Mundial por delante todavía, no tomaron represalias sobre España. Del mismo modo, desde Madrid se dio órdenes expresas a los interceptores de que sólo en el caso de ser atacados estarían autorizados a disparar sobre aviones aunque se hallaran en territorio español.
De hecho, varios aparatos estadounidenses tuvieron que hacer aterrizajes de emergencia en el Marruecos español, quedando internados, siendo algunos de ellos: tres Spitfires, un Swordfish, un B-24, un P-38 y un B-25 (que después fue puesto en servicio en las Fuerzas Armadas Españolas). Por supuesto, también aparatos del Eje acabaron internados en este escenario de la guerra, entre ellos, un Ju88 y un He111.
Fuera del terreno de la aviación, muchos paracaidistas norteamericanos cayeron también sobre el Marruecos español, siendo apresados por las autoridades de cada zona.
Autor: Wilhelm Heidkamp
Fuente:
Heinkel 112 in action, Squadron/Signal, Dénes Bernád, 1996.
[size=12pt]Gracias Marcelo[/size]