Batallas desesperadas

Pero Balt, ¿qué mérito tenía eso? Eran tercios españoles Saludos.

Hombreeeeeeeeeeee, visto así ninguno  .

Saludos

Hombreeeeeeeeeeee, visto así ninguno

Saludos.

Ya que hablamos antes de cargas de caballería, vamos a mencionar un hecho acaecido durante una de ellas.

En 1848, Melilla se halla sitiadas por las harkas moras (que novedad) y el capitán José Rufián sale a campo abierto con el 1º Escuadrón del Regimiento "Numancia" para aliviar la presión que aquellas ejercían sobre la ciudad. Se inicia la carga y en medio de ella cae herido de muerte el caballo del sargento Fernández, que se pone en pié de un salto y grita "Donde muere mi caballo, muero yo", cargando contra los jinetes moros que lo rodean y logrando matar a cuatro de ellos antes que una bala en la cara dé fin a su gesta.

Aquel grito desesperado fue escuchado por algunos de sus compañeros y con el tiempo se convirtió en el lema del Regimiento Numancia.

Sirve esta gesta herica para traer a colación unos versos del poeta cántabro Amós de Escalante refiriéndose al anónimo soldado español:

"Donde le llevan, va; jamás cansado, ni el bien le asombra ni el desdén le hiere. Sumiso, valeroso, resignado, obedece, pelea, triunfa y muere"

Saludos.

Una bella lámina del gran Dalmau...

Y una heróica gesta la del Sargento Fernández...

Saludos!!

(Está nevando aquí, en Boal, Asturias)...

Esta mañana han amanecido nevados pueblos a poco mas de 60 Km de Sevilla

Saludos.

Cuando se produjo el derrumbe de la Comandancia de Melilla el 23 de julio de 1921, el capitán Félix Arenas Gaspar se encontraba en el lugar e inmediatamente marchó con el teniente coronel Ugarte en dirección a Dar Dríus para intentar proteger la retirada de la columna que venía huyendo de las jarkas rifeñas. Al llegar a Batel encontraron un escuadrón del Regimiento de Cazadores Alcántara número 10, que venía en retirada e informaba a todo el que pretendía incorporarse a Dar Dríus que el camino estaba cortado por el enemigo. Arenas y Aguirre dejaron su automóvil incorporado a una columna de camiones llenos de heridos que regresaba a Melilla, y prosiguieron su camino a caballo en dirección a Monte Arruit. En el camino encontró a un sargento de Infantería herido en una pierna al que no conocía; Arenas le cedió su caballo y él se volvió a la posición de Tistutin. Allí tomó el mando de la posición y trabajó con gran actividad, no solo en la defensa de la misma, sino tratando de restablecer el enlace telegráfico con Monte Arruit.

El viernes 29 de julio el general Navarro ordenó la retirada de las tropas españolas a Monte Arruit. El capitán Arenas solicitó voluntariamente el mando del núcleo de retaguardia, formado por unos 200 hombres. Finalizada la evacuación del grueso de la columna en retirada, el capitán Arenas inicia la contención del enemigo. Arenas dirigió con serenidad las operaciones de retirada hacia el valle, siempre en el puesto de mayor peligro, y logró que la columna entrara en Monte Arruit, sosteniendo una dura lucha contra un enemigo muy numeroso y dirigiendo un fuego metódico y disciplinado contra los rifeños. La mayor parte de las tropas de la retaguardia cayeron muertos, heridos o prisioneros, pero lograron contener al enemigo hasta que el grueso de la columna se acogió en Monte Arruit. Muy cerca de esta posición, y prácticamente encima del grueso, los miembros de la retaguardia quedaron rodeados por el enemigo. El capitán Arenas se tiene que defender con su propio fusil. La lucha se generaliza, pues se combatía por los cuatro frentes. El alférez Maroto cayó herido, el capitán Aguirre se lo cargó al hombro y logró entrar en Monte Arruit con el resto de su tropa.

Detrás quedó el capitán Arenas. La batería del capitán Blanco está a punto de ser tomada por el enemigo. Blanco pretende defender los cañones, pero sus soldados le arrollan. De pronto surgió el capitán Arenas, dispuesto a defender los cañones a toda costa. El capitán los defiende desesperadamente. Los rifeños detuvieron su paso un momento, admirados por el valor del oficial, hasta que uno de ellos le puso el fusil en la cabeza y lo mató de un disparo. Cuando lograron entrar en Monte Arruit, varios oficiales (tenientes Calderón y Sánchez) testigos de estos hechos pidieron a gritos la Laureada para Arenas ante el general Navarro. Por su heroica actuación, fue recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando a título póstumo. Desde entonces, figura en el Anuario Militar a la cabeza de los capitanes del Cuerpo de Ingenieros.

Fuente: Wiki

Saludos.

Esta mañana han amanecido nevados pueblos a poco mas de 60 Km de Sevilla Saludos.

Me lo ha comentado mi hermano, al cual tengo en Sevilla estudiando un Master y como representación de la ribera navarra .

    Saludos

Parece mentira que la semana pasada se empezaron a poner los aires acondicionados y esta mañana fui a sacar al perro y tuve que echar mano a un chaquetón

Saludos.

Pues por Barcelona no has dejado de llover poco o mucho no ha parado y ya llevamos más de tres días asin

La verdad es que durante el desastre de Annual se dieron hechos de cobardía inimaginables...pero también muchas acciones heróicas.

Una buena historia...¿qué pasará por la cabeza de los protagonistas en momentos como ésos, teniendo la casi certeza de que van a apiolarte allí mismo?...

Saludos!!

...¿qué pasará por la cabeza de los protagonistas en momentos como ésos, teniendo la casi certeza de que van a apiolarte allí mismo?

Mira Heinz, hay dos cuadros de Ferrer Dalmau que han logrado impactarme y creo que reflejan la respuesta a la pregunta que te haces. Una, la del Capitán Arenas, otra la de un anónimo jinete del Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14º de Caballería, tras una de las cargas efectuadas para proteger las columnas españolas que se retiraban a Monte Arruit. No olvidemos que hicieron hasta ocho cargas y en la última la mayoría la hicieron a pié porque los caballos estaban exhaustos o heridos. Incluso hubo quien utilizó los mulos de carga y tiro para cargar contra los cabileños.

En ambos vemos esa mirada perdida con la adrenalina brotándole por los poros, mirando a los ojos a la pelona. Creo que así estaría cualquiera durante y tras un combate en el que sabes que tu vida no vale una chica. Y fíjate en la actitud del jinete, heridos ambos, como diciendo "Aquí estoy mojamé, ven a por más ... "

Saludos.

Impresionante Dalmau...

El escritor que más me ha hecho pensar sobre el tema es Pérez-Reverte en alguno de sus libros sobre el Capitán Alatriste. En "El sol de Breda" narra muy bien los sentimientos de los españoles que se están partiendo la jeta resistiendo las cargas de los herejes.

Saludos!!

Era lo único que no podían quitarle al español de la época: el orgullo.

Entre otras cosas porque no poseían nada mas.

Saludos.

"Amos" a contar otra batallita...

En el año 338 A.C. se enfrentan en la llanura de Queronea el ejército macedonio al mando de Filipo II y un ejército griego compuesto por una alianza de polis, principalmente, Atenas y Tebas.

Las fuerzas contendientes están equiparadas en cuanto a número de efectivos. Tras una larga lucha en la que las bajas son abundantes por varios bandos, los macedonios ponen en fuga a los atenienses, mientras que los tebanos aguantan un poco más en el flanco antes de emprender a su vez la huída.

En ese día, los 300 hoplitas que componían el Batallón Sagrado de Tebas se merecieron un lugar en la historia al aguantar los embates macedónicos sin ceder terreno; rodeados por fuerzas muy superiores en número y luchando hasta el final. La estatua del León de Queronea marca su tumba en el mismo campo de batalla. Allí aparecieron, en catas arqueológicas, los cadáveres de 254 guerreros tebanos, por lo que se suponen ciertas las crónicas de la época, que dicen murieron casi todos los miembros del Batallón menos unos pocos, que resultaron heridos.

Como curiosidad, decir que el Batallón Sagrado estaba formado por 150 parejas de guerreros, unidas por sentimientos afectivos. Su combatividad, probada en los 33 años que duró la unidad, quedó fuera de toda duda en batallas como Leuctra y Mantinea, entre otras. Queronea fue la única batalla que perdieron estos hoplitas...siendo erigida su tumba comunal como reconocimiento al tremendo valor y al sacrificio demostrado.

Saludos!!

En esa epoca era muy comun entre los guerreros griegos tener amantes del mismo sexo.