23-05-2006
P-51B
El P-51 demostró ser un aparato muy susceptible de ser modificado, por lo que británicos y estadounidenses lo hicieron de manera simultánea. Sin embargo fue el cambio de planta motriz británica propuesto por el teniente de la RAF y piloto de pruebas R.Harker la que significó el mayor éxito. El motor era el inglés Rolls Royce Merlín modelo 61 utilizado por los aviones Supermarine Spitfire MK IX, el caza estándar de la RAF, y el único capaz, de superar a los nuevos cazas alemanes FW 190A. El Rolls Royce Merlín modelo 61, era una actualización del motor Merlín que utilizaron los Spitfire y los Hurricane en la Batalla de Inglaterra.
Los Estados Unidos observaron la increíble capacidad del avión con la nueva motorización, y decidieron fabricar el Merlín bajo licencia por Packard. El motor se denominó V-1650-7, y se caracterizaba por ser un V12 con una potencia de hasta 1.500 cv (1.695 Hp), y un régimen de hasta 3.000 RPM, si bien el coste por unidad rondaba los 25.000 dólares. Curiosamente, éste motor también se empleó durante los tres últimos años en los Lancaster y los Mosquito ingleses. Por la utilizacion de esta planta motriz las fuerza sarmadas de US le pagaban 6000 dolares a los britanicos.
El primer modelo de los Mustang con la nueva motorización fue el P-51B Mustang, que entró en producción en la fábrica de Inglewood. Éste aparato recibió una nueva hélice cuatripala “Hamilton” más ancha, que mejoraba la capacidad del avión a gran altitud. Asimismo se reubicó y amplió la toma de aire del carburador para el motor. Sin embargo, el Coronel estadounidense C.Hough probó el nuevo avión, al que le achacó cierta falta de estabilidad direccional. A pesar de ésto, el avión se convirtió en el nuevo caza estándar de la 8ª Air Force. El avión llevaba un esquema de pintura a base de verde oliva oscuro y gris
El aumento de potencia obligó a los ingenieros a reforzar el aparato estructuralmente pues el P-51B era capaz de volar a una velocidad de 685 km por hora a 9000 metros. Su comportamiento en vuelo no tenía nada que ver con su dócil antecesor, el Mustang I, el piloto del P-51B tenía que estar pendiente del avión, sobre todo cuando iba cargado de combustible extra. Las dos primeras horas de vuelo, el trabajo del piloto consistía en mantener estabilizado el aparato; el más pequeño despiste o distracción podía hacer que el Mustang entrara en barrena y cayese hacia el suelo como una piedra. Pasadas las dos horas tras el despegue, el vuelo se realizaba de manera normal. Y en combate, llevando el avión al límite, en sus maniobras, emitía crujidos y chirridos estructurales que ponían los pelos de punta a los pilotos novatos.
Hasta entones, la mayor preocupación de la USAAF eran las incursiones diarias de sus bombarderos, pues estas provocaban la pérdida de un impresionante número de aparatos. Durante algunas de estas incursiones, hasta 77 bombarderos eran derribados, tanto por la Flak (antiaérea) como por la Luftwaffe (fuerza aérea alemana). En 1943, los mejores cazas estadounidenses, el P-47 Thunderbolt y el P-38 Lightning eran muy válidos cazas, pero no disponían de la suficiente autonomía para escoltar a los B-17F Flying Fortress hasta sus objetivos en Alemania, por lo que cuando los cazas de escolta volvían hacia sus bases, los bombarderos estaban a merced de los cazas alemanes.
La ventaja del P-51B residía en gran parte en su alcance, pues gracias a su bajo consumo y a sus grandes tanques internos, el avión tenía una buena autonomía. Pero con la adopción de los dos tanques de combustible externos de 284 litros (75 galones) cada uno, el P-51B era capaz de escoltar a los bombarderos B-17F Flying Fortress y B-24 Liberator hasta objetivos en Frankfurt, enfrentarse a los cazas alemanes Bf 109 y FW 190 y volver a sus bases en Inglaterra. Dichos tanques eran lanzados en cuanto se producía el avistamiento de cazas enemigos, pues producían una disminución de la velocidad y por precaución y vulnerabilidad de los tanques a impactos de bala.
Otras ventajas del aparato eran su gran techo de servicio y su buena velocidad punta así como su maniobrabilidad, que le permitía enfrentarse a los cazas alemanes y salir victorioso. El armamento estaba formado por cuatro ametralladoras pesadas M2 de 12,7 mm (.50) sobre las alas, pues permitían una mayor cadencia que si hubiesen sido instaladas sobre el capó. Sin embargo era un armamento bastante limitado, aunque válido frente a los cazas de la Luftwaffe.
La cabina idéntica a la de la versión inicial, era una carlinga con montantes, que reducía la visibilidad especialmente hacia detrás. Otra característica del avión era su tren de aterrizaje totalmente retráctil, que disminuía la resistencia, y su anchura, que le proporcionaba un aterrizaje y un despegue más cómodo que otros aviones como el Spitfire.
Su gran capacidad, permitió que algunos pilotos americanos llegasen a convertirse en ases, como el capitán Don Gentile, el más famoso as de caza de la 8ª Air Force, quién bautizó a su P-51B con el nombre de “Shangri-La”, y que se acreditó 27 victorias