19-07-2015
¡Hola a los compañeros del foro!.
En esta mi primera intervención he querido participar en la elección del mejor crucero pesado de la II guerra mundial para aportar puntos de vista diferentes al resto pero como ese tema es antiguo, aunque todo lo de la II Guerra Mundial lo es, propongo un debate sobre lo propia razón de ser de ese tipo de cruceros.
En la evolución del crucero observo una discontinuidad en los años que van del 1919 a comienzos de 1922. En poco menos de 3 años se pasó de imponer a Alemania una restricción por la cual no podían construir cruceros de más de 6.000 "tons" (toneladas largas de 1.016 kgs) a establecer, de forma indirecta, un límite de 10.000 tons "standard" y un calibre máximo de artillería principal de 8" (203,2 mm.).
Los cruceros tuvieron una amplia participación durante la I Guerra Mundial sin llegar a las 6000 tons. de desplazamiento "normal" (que incluía parte de combustible y agua de reserva excluídos en el "standard" posterior).
Está generalmente admitido que la razón del nuevo límite especificado en el tratado de Washington fue evitar la destrucción de los cruceros tipo "Cavendish" de 9.750 tons. y cañones de 7.5" (188 mm.) que la Gran Bretaña construía en esos momentos. El "Cavendish" fue reconvertido en portaaviones y las otras unidades, por orden de botadura, fueron los "Hawkins", "Raleigh", "Frobisher" y "Effingham".
El HMS "Frobisher"
Estos grandes cruceros fueron diseñados sobre informaciones falsas, para contrarrestar cruceros auxiliares alemanes (en la I G.M.) que se suponía portaban cañones superiores a 152 mm. (6"), necesidad inexistente tras el final del conflicto.
Los conceptos de "crucero ligero" y "crucero pesado" no nacieron hasta el tratado de Londres de 1930 que especificó cruceros tipo "A" y tipo "B" para establecer límites de tonelaje en los cruceros que no fueron convenientemente regulados en Washington. Los tipo "B" eran los que portaban cañones de un máximo de 6.1" (155 mm.) y los tipo "A" los que tenían calibres entre 6.1" y 8". Según el tratado de Washington, los buques que portaran cañones de más de 8" entrarían en los cómputos de los "capital ships" (acorazados) y por lo tanto quedan fuera de este análisis.
El caso es que inmediatamente después del tratado de Washington, los proyectistas de las diferentes marinas involucradas se debatieron en el dilema de elegir como batería principal cañones de 6" u 8". Básicamente, el de 6" tenía una cadencia superior de tiro, al ser cargado manualmente, mientras el de 8" tenía mayor alcance, poder penetrante y era preferible en la función de soporte a los desembarcos.
Los estadounidenses acabaron escogiendo el cañón de 8" por su mayor alcance, habida cuenta la gran visibilidad existente en el océano pacífico, el escenario potencial de utilización, y sobre todo... porque consideraban imposible proteger un buque de 10.000 tons contra ese cañón. Los japoneses también se decantaron por ese cañón en su afán por lograr unidades más poderosas que sus enemigos. Los británicos explotaron los máximos permitidos por el tratado antes de abandonar el tipo y dedicarse a cruceros más pequeños que les permitieran defender las extensas comunicaciones de su gran imperio.
El caso es que asistimos a una construcción generalizada de "tinclads" (envolturas de lata) que no podían cumplir el requisito básico de poder resistir el ataque de un cañón de su propio calibre.
Durante la II Guerra Mundial, los japoneses y estadounidenses comprobaron, en los combates de las Salomón, que la cadencia de tiro de sus 8" no eran adecuados para combatir unidades ligeras y rápidas (destructores). Los combates en las aguas de Noruega, guerra de convoyes árticos, etc. tuvieron lugar con visibilidad escasa, donde el canón de 8" alemán tampoco era el más adecuado. Los americanos persiguieron continuamente mejorar la cadencia de tiro de sus 8" pero solamente lo consiguieron en el tipo "Des Moins", diseñado durante la II G.M. pero que entró en servicio una vez terminada. Para entonces, el esfuerzo de conseguir un crucero de 8" satisfactorio costó llegar a la dimensión de 17.000 tons., todo un lujo para realizar algunas funciones, como la escolta de convoyes, que podía desempeñar un "Arethusa" de 5.200 tons.
El USS "Salem", de la Clase "des Moines". En la imagen inferior, el HMS "Arethusa"
Para lograr algo aceptable, los japoneses tuvieron que exceder las 10.000 tons especificadas en el tratado, salvo las dos primeras cortas series (Furutaka y Kako; Aoba y Kinugasa). La introducción de técnicas y diseños para reducir el peso (empleo de soldadura eléctrica, superestructuras de alumnio, cascos de popa con escaso francobordo, habilitación deficiente por escasa altura entre cubiertas y escantillonado insuficiente), no les permitió cumplir con el tratado, si bien pagaron un precio al sufrir corrosiones por corrientes galvánicas, popas húmedas que aumentaban la resistencia al avance a alta velocidad, tiempos de alistamiento de hasta 15 minutos en casos de emergencia, torsiones de casco que producían salvas dispersas entre los cañones de las torres de proa y popa de los "Myoko", "Takao" y "Mogami" (tuvieron que reducir la batería a 8 cañones y situarlos todos a proa para acabar con el problema en los "Tone" y "Chikuma").
El IJN "Furutaka"
El IJN "Myoko"
El IJN "Tone"
Los alemanes se incorporaron tarde con los "Hipper"; tuvieron que llegar a las 14,000 tons para verse superados en la guerra de los convoyes árticos por cruceros ligeros tipo "Fiji" y "Southampton" de 8.000 y 10.000 tons respectivamente.
No cito a los cruceros italianos porque todos adolecían de un grave problema de diseño. La dispersión del tiro era inaceptable por las mismas razones que estudiaron los estadounidenses en 1934. Cañones muy explotados, de velocidad inicial muy alta y rápido deterioro de sus ánimas, así como cañas instaladas muy próximas en las torres que producían interferencias mutuas de las llamas de boca.
Los americanos solucionaron la proximidad de las cañas en la nueva torre del "Wichita", dejándola en 70 pulgadas aunque pretendían separarlas más. Como comparativa, baste mencionar que los británicos, que nunca tuvieron ese problema, separaban las cañas de las torres del "York" 7 pies (84"), y cuando diseñaron su primera torre triple para los "Southampton" retrasaron el cañón central .
El USS "Wichita"
El HMS "Southampton"
Los italianos redujeron la dispersión en un 30% reduciendo la velocidad en boca de sus cañones pero nunca resolvieron el problema de la proximidad de cañas, problema que afectaba también a los acorazados como el almirante Jachino reportó tras el combate de Gaudo.
El objetivo de un buque crucero es portar armas y llevarlas a donde es preciso para que cumplan su misión principal disparando. Si el fuego de esas armas principales es deficiente, el "sistema de armas" completo es un fracaso.
Lo expuesto hasta aquí me lleva a cuestionar la necesidad de estos buques, si sus aportaciones en tiempo de guerra justificaron su enorme tamaño y coste. Este es el tema de debate que propongo.
En mi opinión, simplificando al máximo, los cruceros pesados fueron buques insatisfactorios desde su nacimiento hasta el "Des Moins". Cuando por fin se encontró un buque satisfactorio (el "Des Moins") tras la guerra, su tamaño, coste y las necesidades del nuevo escenario estratégico marcaron su desaparición.
NOTA: Las verdaderas capacidades de los buques de guerra no se pueden evaluar únicamente a la vista de los sumarios de sus características principales. Sus virtudes y defectos, como en otros casos, se aprecian durante su vida operativa, de la cual es mucho más difícil obtener información pormenorizada.
Saludos