España, "la puerta de atrás de Europa"

MIGUEL WITTMAN

31-08-2007

Gracias Nonsei.

Wittman citó ese mensaje en particular.

Sería estupendo que es servicio de inteligencia español funcionase tan bien. Qué pena que no podamos decir lo mismo en estos últimos días. <<35

Nonsei

31-08-2007

Los servicios de inteligencia españoles en los años 40 eran de risa. Es un tema que tengo olvidado, pero si me das algo de tiempo para buscar sobre el tema te puedo contar algo sobre su organización y sus métodos. Eso no impide que pudieran interceptar mensajes, habría que saber cómo lo hicieron.

Nonsei

03-09-2007

No es el tema, pero doy algo de información sobre los servicios secretos españoles durante los años de la Segunda Guerra Mundial, sacada del libro Servicios Secretos, de los periodistas Joaquín Bardavío, Pilar Cernuda y Fernando Jáuregui:

*En agosto de 1939 desaparece el ministerio de Defensa y se crean tres ministerios militares: Ejército, Marina y Aire. El día 8 de ese mismo mes, se organiza legalmente el Alto Estado Mayor, con la pretendida misión de coordinar esos departamentos y de constituirse en un órgano de información con dependencia directa del jefe del Estado. Solamente información, aunque, naturalmente, más orientada al interior (lo que equivale al control de disidentes) que al exterior (...).

El primer jefe del Alto, como se le conocerá en esferas militares y políticas, es el general Jorge Vigón.

El Alto se organiza al principio con tres secciones: 1ª, Militar; 2ª, Economía; y 3ª, Información. (...). Al mes de creado el Alto, se le agrega otro organismo al que se le quiere dar un tinte de cierta independencia que sería ficticia. Se trata de la Comisión de Estadística, ya existente durante la guerra, donde reúnen unos mínimos restos reestructurados de los servicios secretos vigentes en la contienda. El Alto, pese a su nombre, que suena a cierta rimbombancia, era en realidad un organismo modesto en su base, aunque de relumbrón en la cúpula o jefatura.

El presupuesto del que disponía era parco y, por tanto, los medios humanos y materiales humildes. Durante la Segunda Guerra Mundial, apenas contó con información propia de los países contendientes y la obtenía principalmente de los servicios alemanes e italianos y, avanzada la contienda, de algunos aliados. Naturalmente, no era información inocente, sino casi siempre sesgada para los intereses de los informadores. Se contó con algunos espías ocasionales de escasa trascendencia. En realidad, a Franco le preocupaba su equilibrio una vez definida la neutralidad española y no quería arriesgarse a injerencias que podían llevarle a resultados desagradables.

Cuando Ramón Serrano Suñer, el “cuñadísimo” de Franco, visita por primera vez a Ribbentrop en Berlín, éste le comenta con ironía que las únicas fuentes que tiene España sobre Inglaterra eran las que le proporcionaba sir Robert Vansittart, del Foreign Office, al duque de Alba, embajador español en Londres. Serrano no contesta a la impertinencia, que lo era desde un punto de vista diplomático, pero que describía un panorama muy aproximado a la realidad.

El primer jefe de la tercera del Alto es un militar notorio, el entonces coronel de Caballería Arsenio Martínez Campos de la Biseca, duque de la Seo de Urgel, que andando el tiempo sería el primer preceptor del príncipe don Juan Carlos tras su llegada a España (...). En 1940, todo el Alto constaba de 17 jefes y oficiales y 15 suboficiales auxiliares. Con estos medios, no es extraño que contratara policías de fronteras para obtener información sin conocimiento de sus superiores. Les daban una gratificación de 200 pesetas mensuales, lo que produjo roces con la Dirección General de Seguridad (...).

En 1943 el Alto se estira considerablemente. Cuenta con un general de división como jefe, un general de brigada como segundo jefe, dos coroneles (uno en la secretaría técnica), 15 tenientes coroneles, 15 comandantes, 9 capitanes, 7 tenientes, 38 suboficiales, 76 personas de tropa. En total, el personal asciende a 164 de los que 126 pertenecen a la 3ª sección, de lo que cabe colegir que es prácticamente la que da vida al organismo.

El organismo afecto, la Comisión de Estadística, compuesta por personal operativo encargado de la información de fronteras y países limítrofes, cuenta con un total de 74 personas, que difícilmente pueden cubrir con garantías informativas cuatro centros territoriales que pretenden estar informados sobre Francia, Portugal, Gibraltar y Marruecos. De hecho, y visto el panorama, puede afirmarse que España carece y carecerá por largos años de servicios secretos propiamente dichos.*

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