03-04-2007
Sí, había miedo a la guerra. Y también lo había en 1939. No era miedo a una guerra nuclear, pero la Primera Guerra Mundial había horrorizado al mundo lo suficiente como para que nadie desease que se repitiese algo que se sabía que iba a ser aún peor. En un mensaje anterior de esta conversación hablé de la diferencia entre 1914 y 1939, los desfiles y las manifestaciones patrióticas en las capitales europeas que celebraron el comienzo de la guerra en un caso, y el miedo generalizado, compartido por todos, en el otro. Si Estados Unidos y la URSS no acabaron en guerra fue porque ninguno de los dos tuvo un Hitler capaz de forzar la situación hasta el límite y a continuación dar un paso más.