5. SS-Panzer-Division "Wiking"

Balthasar Woll

09-12-2015

Un gran trabajo Ignaz  .

Saludos

Ignaz Woll

12-12-2015

Tscherkassy (1944) [III]

En la tarde del 16 de febrero de 1944, el oficial  de enlace entr el regimiento "Germania" y el Panzer-Abteilung divisional trajo una orden sobrecogedora, que había sido esperada durante días y días, por los nerviosos tanquistas que, medio congelados y extremadamente fatigados tras haber combatido en el "Kessel" durante varios días seguidos, habían sobrevivido a los sangrientos combates con el Ejército Rojo. La orden, firmada por el comandante de la "Wiking", autorizaba al batallón blindado a trasladarse a Schanderowka, donde recibiría las comandas e instrucciones necesarias para romper el cerco e intentar un osado escape. El 5. SS-Panzer-Abteilung, antes de partir, hace inventario de material. Los unicos elementos blindados que le restan al bravo batallón son un tanque de comando, 2 Panzer IV, 4 Panzer III y 6 StuG. Bajo la atenta mirada del veterano comandante de la unidad, el SS-Sturmbannführer Hans Köller, la paupérrima columna avanza, bajo una espesa nevada, y acompañada del resto de vehículos, hacia Schanderowka.

La Acción del 17 de febrero de 1944. En azul, los alrededores de Schenderowka, donde la "Wiking" había quedado reducida. En negro, Chilki, en verde, Komarovka. En rojo, la ruta inicial a seguir por el batallón blindado.

Poco después de la 1 de la mañana del 17 de febrero, la totalidad del batallón había cruzado el puente en Schanderowka, a pesar del nefasto tiempo. Desde Schanderowka, el batallón tendría que abrir el camino para la división, cruzando 15 kilómetros bajo el fuego enemigo, por la noche, bajo una nevada, y con las carreteras embarradas. El Ejército Rojo los esperaba. Los elementos más al este del III. Panzerkorps, del mismo modo, esperaban su más pronta llegada desde las colinas rodeando Dshurshenzy, que formaba el punto de llegada para aquella desesperada operación.

Poco después de comenzar el sigiloso avance, los del batallón blindado, que avanzaban con la compañía de infantería "ad hoc" del  SS-Hauptsturmführer Wittmann (formada, recordemos, por los tanquistas que habían perdido su carro), se toparon con las primeras unidades soviéticas en su camino, en los alrededores de Chilki. Sin embargo, pudieron ser destruidas, pero causaron grandes bajas en los ya menguantes vehículos con ruedas, que poco podían hacer contra el barro de los caminos y la nevada que caía, imperturbable, sobre el 5. SS-Panzer-Abteilung. Este primer ataque de la guarnición de Chilki alertó a la de Komarovka de la intentona teutona, y un grupo de blindados del Ejército Rojo salió de esta ultima localidad para tratar de frenar al batallón blindado. El SS-Untersturmführer Kurt Schumacher, todo un veterano, además de superviviente, había ganado ya la Deutsches Kreuz in Gold, con sólo 20 años, y fue puesto al mando de los restantes Panzer para frenar la avanzadilla bolchevique en su columna. Tras sufrir la pérdida de 2 carros a manos de los hombres de Schumacher en la nevada estepa, el enemigo se retiró. El tanque de comando tuvo que ser destruido, lamentablemente, tras sufrir la pérdida de una oruga. El comandante del batallón, el SS-Sturmbannführer Hans Köller, al mando de ese vehículo, y su ayudante, tuvieron que escurrirse en el propio tanque de Schumacher. Con más oleadas de tanques soviéticos emboscando la condenada columna del batallón blindado, los tanquistas se sumergieron en una noche de sangre, fuego y humo. Con los heridos del batallón rogando en los camiones (cada unidad era responsable de sacar a sus propios heridos del "Kessel", pues los hospitales de campaña habían sido cerrados), cada tanquista luchó por la vida de cada uno de sus camaradas. Cuando un tanque bolchevique alcanzó al Panzer de Schumacher en un lateral, justo detrás del asiento del conductor, el tanque comenzó a arder. Los tripulantes, heridos en su mayoría, salieron, tosiendo, pero Köller, el oficial al cargo del batallón murió allí mismo, dentro de un humilde blindado, en la mitad de la estepa ucraniana. El proyectil del otro carro lo había matado en el acto. Llevaba en el batallón desde su misma creación, desde los campos de entrenamiento, desde el ahora lejano Wildflecken. Moría junto a sus soldados, junto a sus amados y admirados camaradas.

La gran mayoría de los blindados fueron destruídos allí mismo, en aquella planicie antes de Dshurshenzy. Escenas de terror, locura y increíble intrepidez emergieron, entre el fuego, las explosiones, los cuerpos de los caídos y los gritos de los todavía heridos, en aquella estepa. El SS-Oberscharführer Fiebelkorn, que se había torcido el tobillo al saltar de su tanque (nº 112) en llamas en Nowo Buda, un par de días atrás, estaba, al comienzo de el intento de escapar de aquel "Kessel", en un semioruga. Tras un costoso avance de 7 kilómetros, un grupo de 14 T-34 comenzaron a abrir fuego sobre el semioruga. El hábil conductor hizo todo lo posible, incluyendo estrambóticos giros y alocadas maniobras para evitar el fatal impacto. Sin embargo, justo antes de entrar en un pequeño bosquecillo, el semioruga fue alcanzado. Sin embargo, Fiebelkorn, ayudado por otro herido leve, pudo salir, y continuar la funesta marcha en un carro de algún campesino, llamados "panje". Cuando, estando al sureste de Dshurshenzy, un obús de artillería caía a pocos metros del "panje", Fiebelkorn, junto a otros heridos, fue sepultado cuando el carro volcó. Ayudado por un grupo de soldados cercanos que respondieron a sus aterrorizados gritos, el suboficial pudo salir de lo que pudo ser su tumba. Pocos segundos después, otro proyectil impactaba en el mismo camino, y nuestro herido SS-Oberscharführer fue empujado por su onda expansiva. Acabo a un lado del camino, donde desfalleció, y yació allí durante horas, medio enterrado entre nieve y lodo.

Hans Lehni, que era parte de la compañía de infantería formada por tanquistas, estaba atrincherado junto a unos compañeros, vigilando un sector del camino hacia Dshurshenzy, cuando un gran contingente de fusileros y varios tanques soviéticos atacaron su posición. "Basándome en el gran ruido que producían sus "Urräh!", deduje que había bastantes de ellos. Disparando la ametralladora que habíamos logrado sacar de nuestro tanque, disparamos sobre ellos, provocándoles unas cuantas bajas. Poco a poco, oímos como las posiciones de nuestros compañeros enmudecían lentamente, y comenzamos a escuchar voces en ruso detrás nuestro. Rápidamente, tomamos la ametralladora y demás municiones y nos retiramos hacia un bosquecillo, donde nos reunimos con unos camaradas". Y es que, tras la destrucción de la mayoría de los tanques, los hombres del 5. SS-Panzer-Abteilung fueron abandonados a su suerte, y cada soldado tuvo que abrise camino por sí mismo hasta las ansiadas colinas en Dshurshenzy.

Pero volvamos con el SS-Oberscharführer Fiebelkorn. Con las primeras horas del 18 de febrero, Fiebelkorn se despertó de su largo letargo tras oír varias voces en ruso. Arrastrándose lentamente por el suelo, pudo encontrar a dos soldados, heridos también, únicos supervivientes del grupo que le había rescatado de aquel "panje". Usando la brújula de uno de ellos, se orientaron, y comenzaron su marcha hacia Dshurshenzy. A media hora de comenzar la odisea, uno de los soldados murió, probablemente de fatiga. Tras marchar por unas cuantas horas, el infante restante cayó rendido a las inclemencias del tiempo. Fiebelkorn, decicido a sobrevivir, anduvo hasta alcanzar las posiciones alemanas en Dshurshenzy. Al llegar allí, perdió la consciencia al instante. El bravo suboficial fue llevado a un hospital en la retaguardia, y, cuando finalmente despertó, fue informado de que, además del tobillo, había esquirlas de metralla en gran parte de su cuerpo (a causa del fuego de artillería), y que, debido al congelamiento severo que había parecido, tras yacer y andar durante tantas horas en la nieve, tenía los dos pies, las dos manos y la rodilla derecha congelada. Cuando le preguntaron como se las había ingeniado para sobrevivir, simplemente dijo: "Vivo ahora por mi tozudez, por mi firme esperanza de volver a ver a mi familia. Mi mujer esta embarazada de nuestro segundo hijo, y estoy determinado a regresar con ellos".

El SS-Obersturmführer Willi Hein, que del mismo modo, había sido herido con anterioridad al osado ataque, escribió en su diario, al alcanzar las posiciones de la 1. Panzer-Division en Dshurshenzy, tras una odisea de colosal tamaño: "Libertad!". Bien sabían, todos los que sobrevivieron aquella hazaña, que solo el haber alcanzado las líneas con su vida, con nada más que si mismos, tras haber perdido la totalidad del material y un grandísimo número de camaradas en el valle, que se habían ganado un merecido descanso.

Infantes del regimiento "Germania" en el "Kessel" de Tscherkassy

Posiciones de la "Wiking" a mediados de febrero de 1944 en Tscherkassy. Fíjense en el Panzerfaust 30 que yace enfrente de la trinchera, listo para el siguiente ataque del Ejército Rojo. Se puede observar otro en la trinchera más al fondo.

Viking Panzers, de Ewald Klapdor

SS-Wiking: The History of the 5th SS Division 1941-45, de Rupert Butler

Hell's Gate: The Battle of the Cherkassy Pocket, January-February 1944, Douglas E. Nash

https://www.google.com/maps/d/viewer?mid=zzovbmWWtUJE.kZSHfF9ogaKU&hl=en_US

http://weaponsandwarfare.com/2015/11/12/waffen-ss-wiking-division-at-korsun/

http://www.wiking-ruf.com/1944.html

http://worldatwar.eu/index.php?esid=13d6411d40a91f59fa5aaa0a4013f862&lang=9&refcode=0&location=article&articleid=192&categoryid=10&searchstring=

http://historyimages.blogspot.com.es/2012/04/battle-korsun-cherkassy-pocket-1944.html

PD: Mil gracias a todos por los halagos y demás comentarios amables  !

josmar

14-12-2015

Un relato ciertamente sobrecogedor, transcrito con una frialdad, y al mismo tiempo, fidelidad, impresionante....

jadtiger

14-12-2015

Que valentía la de aquellos hombres

Ignaz Woll

04-06-2016

Tscherkassy (1944) [IV]

El Tscherkassy Kessel no se convirtió en otro Stalingrado. Los fámelicos hombres de la "Wiking" llegaron, barbudos y helados tras tener que cruzar a nado el fatal río Gniloy Tikich (muchos no-nadadores se quedaron en aquellos 17 metros entre orilla y orilla, mientras los soviéticos disparaban a placer), a las casitas de las aldeas de Dshurshenzy o Lysanka. Las pérdidas de material eran enormes, pero recuperables con los nuevos ritmos de producción. Sin embargo, las pérdidas humanas resultaban más pesadas. Veteranos y bisoños reclutas, agerridos Landser y doctores veterinarios, sin distinción alguna, cayeron en aquel condenadamente gélido trozo de Ucrania. Los escuálidos fantasmas que llegaron a las líneas germanas, llorando, con los chaquetones roídos y embarrados, con los ojos enrojecidos por la falta de sueño en las últimas jornadas, simplemente se dejaron caer en brazos de los atónitos infantes de la Leibstandarte y de la 1. Panzer-Division. 

Y podrían descansar. Se lo tenían ganado. Sin duda alguna, la 5. SS-Panzer-Division "Wiking", que había resistido los peores embates del Ejército Rojo, había sufrido también bajas extraordinarias, insólitamente estremecedoras. Además de las batallas en Nowo Buda y demás posiciones, como en la Colina 239, los infantes tuvieron que padecer las consecuencias de la espeluznante situación climática. Combatiendo entre tormentas de nieve, con las glaciales corrientes de viento rugiendo a lo largo de la estepa, los hombres de la división adolecieron de diversos males además de las heridas en combate a causa del horrible tiempo.

Y una vez que los últimos felices supervivientes alcanzaban las líneas alemanas, los oficiales comenzaron a hacer cuentas de las pérdidas. Fue allí cuando la magnitud de las bajas, de los hombres perdidos, ateridos por el frío, de los heridos que felices sonreían al saberse a salvo en las cómodas camas de la retaguardia. Pero los números eran aterradores. De la SS-Sturmbrigade Wallonien, adherida a la "Wiking", tan sólo quedaban en pie 632 infantes. Apenas un año antes, a su llegada al frente, habían sido más de 2.000. Entre las bajas, el Sturmbannführer Lucien Lippert, comandante de la unidad valona, alcanzado por un francotirador. En la otra orilla del Gniloy Tikich, además, se podía observar un enorme cementerio de tanques, pues en 3 meses, cerca de 200 blindados teutones y 800 soviéticos habían sido destruidos. Por añadidura, la práctica totalidad del equipamiento de la "Wiking" había sido perdido (inutilizado, abandonado o capturado), y los supervivientes no portaban más que su más básico armamento a su llegada a las líneas amigas.

Pero el reencuentro de los camaradas fue un acto expectacularmente feliz, lógicamente. Una escuela, con una gran G (de Gille, por el comandante divisional) fue el punto de encuentro, donde sucedieron diversas anecdotas de distinta índole. El SS-Obersturmführer Willi Hein recuerda una cómica:

"El SS-Unterscharführer Schweigler entró por la puerta. Era el artillero del tanque del comandante. Llevaba la ametralladora, desmontada del tanque, sobre su espalda, y varias cintas de munición colgaban de sus hombros. Al verme, dejó la ametralladora en el suelo, y se presentó en su particular acento de Prusia Oriental:

-Obersturmführer, se presenta el SS-Unterscharführer Schweigler, de vuelta desde el Kessel.

-¿Schweigler, se puede saber cómo hizo para volver de una pieza?-preguntó el herido oficial.

-Obersturmführer, lo peor fue no poder cagar durante 24 horas. Pido permiso para hacer lo mismo ahora.

Un Oberleutnant del ejército, que se encontraba en la escuela, le diría más tarde, entre risotadas: "Te envidio por tener tales hombres!"

Cada subunidad de la división se organizó y se volvió a reunir en diferentes puntos al suroeste de Lysanka. La "Wiking", que llevaba casi un año entero en el frente, padeciendo las diferentes acometidas del Ejército Ruso, las ofensivas y las retiradas del Frente Oriental, fue concedida un descanso fuera de las líneas de combate, en Polonia. Además, este paréntesis de lucha y bajas serviría para re-equipar a la temida división, que había recibido, algunos meses antes, el titulo de SS-Panzer-Division, con todas las ventajas y mejor equipamiento que eso traía consigo.

El 21 febrero, lo que quedaba de la división fue enviada, por tren, a Desengolowka, a 20 kilómetros al norte de Uman. Sin embargo, la "Wiking" sería reorganizada a lo largo de Polonia. El Panzer-Abteilung, por ejemplo, llegó a Lublin por tren el primero de marzo, pero terminaría en Kholm (Cholm en alemán, Jolm en español). Y allí, en la estación de aquella ciudad rusa, los boquiabiertos tanquistas se toparon, además de con 17 StuG, con numerosos camaradas heridos, que volvían a sus respectivas unidades. Entre ellos, el rubio SS-Obersturmführer Hans-Georg Jessen, que tras haber sido herido en agosto de 1943, volvía a su compañía, con una reluciente Deutschen Kreuzes in Gold.

Un permiso especial fue entregado a la gran parte de la "Wiking" y a la totalidad de la "Wallonien", y los felices, y ahora en parte recuperados soldados volverían a su casa, felices de haber salido del cuartel, pero, sobretodo, del fatal cerco, o Kessel, de Cherkassy. O Tscherkassy, como los teutones dirían. Un nombre para no olvidar.

Infantes de la "Wiking" en la Bolsa de Cherkassy, mediados de febrero, 1944.

Posiciones defendidas por los Waffen-SS, mismo tiempo y localización

Viking Panzers, de Ewald Klapdor

SS-Wiking: The History of the 5th SS Division 1941-45, de Rupert Butler

Hell's Gate: The Battle of the Cherkassy Pocket, January-February 1944, Douglas E. Nash

[http://weaponsandwarfare.com/2015/11/12/waffen-ss-wiking-division-at-korsun/

](http://weaponsandwarfare.com/2015/11/12/waffen-ss-wiking-division-at-korsun/)[http://www.wiking-ruf.com/1944.html

](http://www.wiking-ruf.com/1944.html)http://worldatwar.eu/index.php?esid=13d6411d40a91f59fa5aaa0a4013f862&lang=9&refcode=0&location=article&articleid=192&categoryid=10&searchstring=

http://historyimages.blogspot.com.es/2012/04/battle-korsun-cherkassy-pocket-1944.html

PD: Sí, vuelvo a la carga  !

josmar

05-06-2016

        > PD: Sí, vuelvo a la carga  !

        ¡¡¡...Más te vale...!!! ¢@25  ¢@20 ¢@20

Ignaz Woll

11-06-2016

Rekonstruktion (1944)

La "Wiking", reavituallándose en los alrededores de Lublin, y con algunas subunidades en Kholm (Cholm en alemán, Jolm en español) y, en, comenzó a hacer cuentas del desastre sufrido en el Kessel. No quedaba ningún tanque, apenas contaban con vehículos ligeros y artillería, y las pérdidas humanas rozaban lo estremecedor.

Por ejemplo, el 19 de marzo, el I. Abteilung del 5. SS-Panzer-Regiment entregó su informe final sobre las bajas en Tscherkassy. Además del propio comandante del batallón, el SS-SturmbannführerHans Köller (caído el 17 de febrero), el SS-Obersturmführer Heinz Moritz, al mando de la 1. Kompanie (muerto el primero de febrero), y el SS-Obersturmführer Franz Stadler, de la Stabs-Kompanie (abatido el 17 de febrero), el batallón había sufrido 22 bajas mortales. Además, 81 heridos habían sido hospitalizados, mientras que otros 65 todavía continuaban con la unidad. 63 tanquistas continuaban desaparecidos, aunque podrían estar en algún hospital de campaña. Por último, 49 hombres estaban enfermos, tras las inclemencias climáticas de los combates. Muchas caras conocidas habían sido heridas, enterradas o habían desaparecido, entre la nieve, la neblina ártica de Tscherkassy y la pólvora. Este era el caso del SS-Haupsturmführer Friedrich Oskar von Unruh, que se desvaneció en los combates de Nowo Buda, el 13 de febrero de 1944. O el del SS-Haupsturmführer Sobota, comandante de la sección de reparaciones. Otros, como el SS-Obersturmführer Fritz Wolf, oficial adjunto del batallón, había tenido algo más de suerte, y descansaban en el hospital, heridos de metralla y demás proyectiles. Sin embargo, los 4 SS-Stabsscharführer (un cargo administrativo, equitativo a "Spiess"), uno por compañía, del batallón habían caído. Los tanquistas habían perdido a sus "4 madres", lo que supuso un grave golpe de moral.

Las unidades comenzaron a reconstruirse, con extremada precisión y orden, como era de esperar por los teutones. El aporreado batallón blindado también se reconstituiría, a la vez que nuevos tanques llegaban: la1. Kompanie estaría ahora al mando del SS-Obersturmführer Wolfgang Brandstetter, la 2.  sería comandada por el SS-Obersturmführer Willi Hein, mientras que la 3. estaría bajo el mando del recién ascencido SS-Obersturmführer Kurt Schumacher. La 4. Kompanie, equipada con cazacarros, volverá a ser dirigida por el recuperado (pues había sido herido en agosto de 1943) SS-Obersturmführer Hans-Georg Jessen, mientras que "el pobre" Wolf es sustituido por el SS-Obersturmführer Leopold Mittelbacher, que será, asimismo, comandante de la compañía de entrenamiento.

Pero la reconstrución fue una tarea fácil. Una vez llegados los primeros blindados (22 Panzer IV), se puso en marcha la reorganización del batallón al completo, con nuevas tripulaciones y con las caras más viejas de comandantes. Sin embargo, incluso las herramientas más elementales, junto con los teléfonos, bienes básicos y demás objetos propios de la logística, faltaban, y se echaban de sobremanera en falta. Mas una noticia extraordinaria podría restaurar la moral: el establecimiento del 5. SS-Panzer-Regiment. El 1º batallón se uniría, por primera vez, con el 2º, tras varios meses de instrucción en Francia y Alemania.

Tanquistas de la "Wiking", principios de 1944

Tanquistas del II./5. SS-Panzer-Regiment, terminando su entrenamiento junto a su Panther

Viking Panzers, de Ewald Klapdor

SS-Wiking: The History of the 5th SS Division 1941-45, de Rupert Butler

http://forum.axishistory.com/viewtopic.php?f=38&t=120415&p=1056000&hilit=UNRUH#p1056000

http://www.panther1944.de/index.php/en/sdkfz-171-pzkpfwg-panther/truppenteile/kurzchroniken-der-panthertruppenteile/173-ss-pzrgt-5?showall=1

http://www.wiking-ruf.com/1944.html

http://worldatwar.eu/index.php?esid=13d6411d40a91f59fa5aaa0a4013f862&lang=9&refcode=0&location=article&articleid=192&categoryid=10&searchstring=

http://5sswiking.tumblr.com/page/18

Ignaz Woll

11-12-2016

Rekonstruktion (1944) [II] / Kowel

El II. Batallón del que ahora era el 5. SS-Panzer-Regiment, formado con tanquistas alemanes, flamencos, noruegos y diversos "Volksdeutsche" (alemanes étnicos de Rumanía, Bulgaria, etc.), sería comandando por el viejo líder del "Germania", el SS-Sturmbannführer Siegfried Scheibe. Las 4 compañías (desde la 5ª hasta la 8ª)  estarían al mando de veteranos oficiales, como las del reconstituido primer batallón. La 5. Kompanie iría para el SS-Hauptsturmführer Ewald Klapdor, la 6. Kompanie para el SS-Obersturmführer Fritz Dedelow (del batallón de reconocimento), mientras que el mando de la 7. Kompanie sería para el SS-Hauptsturmführer Hans Keppels, y la última compañía, la 8. Kompanie, sería comandada por el SS-Obersturmführer Hans Nicolussi-Leck (austríaco que provenía del "Der Führer", transferido a los carros de la "Wiking" poco antes del verano de 1942).

Durante el período de instrucción, fue destacable la implicación del SS-Obersturmführer Nicolussi-Leck en la formación de suboficiales, combinando las experiencias del frente con las más novedosas técnicas del Panther. "La clase de Nicolussi-Leck" daría un buen número de tanquistas extremadamente capaces a la "Wiking", que serían, a lo largo de la guerra, tripulantes y comandantes de carros con gran éxito. A mencionar, asimismo, sus importaciones de vino tirolés, que llegaban al campo de entrenamiento de manera misteriosa, y que ayudaban con la moral de la tropa de inusitada manera.

Tras pasar por Alemania (Grafenwöhr) y Croacia (Karlovac), el segundo batallón blindado fue enviado de vuelta a su patria, a la base de Erlangen, donde se les hizo entrega de los Panther (con visita de Guderian incluida). Scheibe le entregó el mando del batallón a Klapdor, y el mando de la 5. Kompanie fue para el SS-Obersturmführer Hans-Georg Jessen*. A continuación, tras un último curso en el área de entrenamiento de Mailly-le-Camp, los tanquistas emprendieron el viaje hacia el Frente del Este. Para muchos, el paseo en tren no era más que una apertura de horizontes, un viaje hacia el final de la noche, pero para otros, unos pocos, el viaje era una vuelta al pasado, pues pasaban por las mismas estaciones, por las ciudades y poblados en las que habían tenido que batallar en 1941 y 1942. Y claro, la gran mayoría, confiados y alegres con sus flamantes blindados, estaban ansiando entrar en combate, ya fuese de nuevo o por primera vez. El destino para el batallón, y para lo que quedaba de la "Wiking" era la ciudad ucraniana de Kóvel.

Cuando a principios de marzo, los ataques en masa del 1º Frente Ucraniano de Vatutin rompieron las defensas alemanas, los germanos tuvieron que replegarse y formar una nueva línea entre Tarnopol, Brody y Lutzk. Sin embargo, justo entre el Heeresgruppe Mitte y el Süd, existía una brecha. En el gran cruce de vías ferreas (para Varsovia, para Lemberg, para Brest-Litovsk) que era Kóvel, las marismas del Prypiat, con su infranqueable área anegada, suponían una formidable defensa natural. Pero, ay, el Ejército Rojo, que tenía a la ciudad ucrania en sus miras, podría atacarla desde norte y sur.

La "Wiking", a pesar de no contar con armamento pesado ni blindados todavía, fue enviada a toda prisa a la ciudad. Para cuando el "Germania" y el "Westland" (los regimientos de infantería divisionales) alcanzaron Kóvel, con el SS-Gruppenführer Herbert Gille a la cabeza, la situación alrededor de la ciudad era casi insostenible. Tras alcanzar la ciudad, los infantes podían adivinar un futuro poco favorable. Como bien apuntaba el SS-Hauptsturmführer Werner Westphal: "A medida de que pasaban los días nos dábamos cuenta de que la  ciudad estaba lentamente siendo rodeada por los rusos". Defendida por una mezcolanza de trabajadores del ferrocarril, armados con excéntricos rifles y anticuadas ametralladoras, ciudadanos ucranianos e, incluso ¡un tren blindado!, la vital posición debería mantenerse en manos alemanas para evitar una catástrofe enorme. Gille, comandante de la "Wiking", sin quejas ni reclamanciones, decidió atenerse a la defensa de la ciudad con lo que contaba. Colocando minas, excavando trincheras entre las ruinas, y preparando un plan de salida, los de las Waffen-SS comenzaron a aceptar que tan sólo podrían aferrarse a sus compañeros para salir vivos de allí.

Por supuesto, la ciudad fue rodeada por 4 divisiones de fusileros soviéticas a mediados de marzo de 1944. En la retaguardia, los alemanes, que trataban de abastecer a la ciudad con ayuda de la Luftwaffe, tramaban un avance hacia la ciudad asediada, creando una especie de pasillo. La 131. Infanterie-Division, junto con el III./"Germania" (que no había sido enviado a Kóvel al haber estado reavituallándose) esperaban ávidos el momento de socorrer a los defensores.

Y las comunicaciones que los de Gille enviaban eran desoladoras. Retrocediendo de los aledaños de la ciudad, ahora en los suburbios, los asediados rogaban apoyo aéreo (que era denegado por las inclemencias climáticas) y apremiaban el avance. Un cierto descontrol, potenciado por la niebla y la caótica situación en Kóvel, potenciaba situaciones casi irrisorias. El 22 de marzo, 10 T-34 penetraron equívocamente en el centro de la ciudad, para la sorpresa de los defensores, sin ningún grupo de infantería para protegerles. Uno fue destruído por un cañón antiaéreo, y 5 otros fueron volados por los germanos a corta distancia. El resto de carros huyeron apresuradamente. El día anterior, el tren blindado fue alcanzado de lleno por la artillería del Ejército Rojo, quedando completamente destrozado. Además, cerca de 900 heridos alemanes yacían en Kóvel, sin que se les pudiera evacuar de ninguna forma. El 27 de marzo, los soviéticos lanzaron un gran ataque sobre la ciudad, comenzando a las 02:00. Al norte, los teutones tuvieron que retroceder cerca de 600 metros. Más tarde, el ataque, reforzado con más tanques, se produjo desde sur y este, y a pesar de muestras de inmensa valentía, la línea principal de defensa continuó su constante retroceso. Para el día siguiente, la artillería de los defensores se había quedado sin munición, y los infantes no iban muy sobrados de suministros.

Los combates continuaron el día siguiente, y la situación se tornó cada vez más desesperada. La noche del 29-30 de marzo, los defensores (Kampfgruppe Gille) solicitaron que la operación de socorro sucediese el día venidero. Concluyeron el mensaje anunciando que la estación, como el conjunto ferroviario en su totalidad, estaba ahora en manos de los soviéticos. Los últimos defensores de Kóvel se encontraban atrincherados a lo largo de la ciudad, y serían aplastados con toda seguridad si los alemanes que se encontraban fuera de la bolsa no tomaban parte rápido. De todos modos, los defensores de Kóvel seguían luchando, contra fuerzas 4 veces mayores, entre el lodo y las ruinas. Y es que parece ser que los de la "Wiking" habían sido atrapados por el encanto de los Kessel...

Infantes de las Waffen-SS en movimiento, principios de 1944

Teutones junto a un embarrado Sd.Kfz en 1944

  • Jessen acababa de volver del hospital tras unas heridas en el verano del '43. Su antiguo comando, la 4. Kompanie (la de los StuG), iría para el SS-Unterstumführer Helmut Bauer, condecorado con la Cruz de Caballero hace un par de meses.

https://mundosgm.com/que-sabes-sobre-(facil)/personajes/msg203398/#msg203398

http://www.wiking-ruf.com/1944.html

Viking Panzers, de Ewald Klapdor

SS-Wiking: The History of the 5th SS Division 1941-45, de Rupert Butler

https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_the_Korsun%E2%80%93Cherkassy_Pocket

http://forum.panzer-archiv.de/viewtopic.php?t=3777

josmar

11-12-2016

...¡¡¡¡...Buena reaparición.......!!!!  ¡¡...Con "suspense" incluido.....  

Heinz von Westernhagen

21-04-2017

No pude leerlo hasta ahora... ...Un buen trabajo, Ignaz, como todos los tuyos...¡¡Bravo!!

Un saludo!!

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