*Los comandantes Soviéticos aprobaron el plan general de ataque, pero existían fuertes diferencias de opinión entre los métodos específicos para su ejecución. Las fuerzas de Rokossovsky, por ejemplo, tendrían que capturar o neutralizar la ciudad fortificada de Bobruisk antes de que el brazo sur pudiera avanzar hasta Minsk. Bobruisk estaba situada en la orilla norte de los inmensos pantanos del Pripet, y los vehículos acorazaos únicamente podían pasar por estrechos caminos de tierra firme. Rokossovsky decidió que las condiciones de los pantanos del Pripet exigían un ataque de pinza sobre Bobruisk. Esto iba en contra de la doctrina táctica soviética, que consistía siempre en lanzar un solo atáquela principio de la ofensiva.
Las tácticas heréticas de Rokossovsky fueron el centro de una fuerte discusión en la reunión de Moscú del 22 de Mayo. Rokossovsky presentó un plan minucioso y enumeró sus ventajas a Stalin y a los miembros del comité de Defensa del estado soviético, incluidos el ministro de asuntos exteriores Vyacheslav M. Molotovy el secretario del comité central Georgy M. Malenkov. Al mencionar el avance en pinza, Stalin interrumpió a Rokossovsky:
“La defensa sólo debe abrirse en un lugar” respondió Stalin con firmeza.
“Si abrimos la defensa por dos bandos” replicó Rokossovsky “podemos aportar mas fuerzas para el ataque, y además impedimos que el enemigo tenga la posibilidad de pasar refuerzos de un lado al otro”
“¿Y esas son las ventajas?” preguntó Stalin con desprecio “Salga y un momento y piénselo de nuevo”
Rokossovsky se retiró a la habitación contigua y reconsideró su plan de ataque. Pero cuanto más pensaba en ello mas convencido estaba de que el terreno requería una dispersión de fuerzas; un solo ataque podía suponer la perdida innecesaria de vidas si sus soldados eran atrapados en un corredor estrecho. Más convencido que antes, Rokossovsky volvió al despacho de Stalin.
“¿Ha pensado en ello, general?” preguntó Stalin
“Sí, camarada Stalin”
“Bien, ¿significa eso que lanzaremos un solo ataque?” Preguntó Stalin de forma retórica, trazando ya el avance de las tropas en el mapa.
“Es más aceptable lanzar dos ataques, camarada Stalin” contestó Rokossovsky. Los otros generales presentes guardaron silencio.
Stalin estudió el mapa y dijo:
“Retírese otra vez y píenselo de nuevo. No sea tozudo, Rokossovsky”
En la habitación contigua Rokossovsky pronto recibió la visita de Molotov y Malenkov.
“No olvide con quién está hablando” le advirtió Malenkov “esta contradiciendo al camarada Stalin”
“Tendrá que aceptar, Rokossovsky” añadió Molotov “Aceptar y se acabó”
Una vez mas, Rokossovsky se presentó ante Stalin.
Implacable, el dictador preguntó:
“¿Qué es lo mejor entonces, asestar dos golpes débiles o uno fuerte?”
“Dos golpes fuertes son mejores que uno fuerte” respondió Rokossovsky.
“¿Pero cual es prioritario según su opinión?”
“Ambos deben ser prioritarios”
Durante unos instantes tensos, Stalin simplemente fumó su pipa sin decir nada. Entonces se dirigió a Rokossovsky, puso la mano sobre su hombro y dirigiéndose al resto de los presentes dijo:
”¿saben?, Rokossovsky tiene razón. Y a mí me gusta que un comandante este convencido de sus ideas. Apoyo su decisión, camarada Rokossovsky”
Ahora Rokossovsky tenia que demostrar la idoneidad de su plan en el campo de batalla.*
Interesante anecdota tomada del libro "La maquina de destrucción sovietica II" de Time Life Folios