24-09-2007
Al parecer no fue una mina, sino una trampa explosiva que para evitar el posible inhibidor de frecuencias que actualmente llevan los BMR fue accionada a distancia mediante cable electrico.
Saludos
24-09-2007
Al parecer no fue una mina, sino una trampa explosiva que para evitar el posible inhibidor de frecuencias que actualmente llevan los BMR fue accionada a distancia mediante cable electrico.
Saludos
24-09-2007
Se han encontrado restos de cable.
¿Son misiones de paz? <<2
25-09-2007
He leído por ahí que son 62 m de cable los que han encontrado. <<10
25-09-2007
yo creo que sí son misiones de paz, de hecho, por lo que parece, sólo pueden repeler cuando les disparan a ellos, otra cosa es que, como en este caso, los talibanes les consideren fuerzas hostiles y van ya directamente a por ellos.
saludos
25-09-2007
sólo pueden repeler cuando les disparan a ellos
¿Por eso son misiones de paz en zona de guerra?
Saludos
25-09-2007
bien, son estas, aunque la fecha es del 12 de mayo del 2006
La carta de las Naciones Unidas hace una distinción entre una serie de medidas para prevenir y salvaguardar la paz y otras para imponerla. Según este criterio, la concepción clásica de las misiones de paz se dividía en dos grandes categorías:
Misión de observadores militares, integrada por oficiales desarmados («boinas azules») encargados, a petición de las partes en conflicto, de supervisar un alto el fuego, verificar una retirada de tropas o patrullar fronteras y zonas desmilitarizadas.
Fuerzas de mantenimiento de la paz («cascos azules»): integradas por contingentes nacionales de soldados. Sus misiones suelen ser similares a las de los observadores militares y además deben actuar como elemento disuasor y mediador entre las partes.
Sin embargo, el nuevo escenario estratégico surgido tras el fin de la guerra fría ha obligado a replantear la concepción de las misiones de paz. Actualmente, la ONU está revisando los tipos de misiones existentes. No obstante, en 1992 el entonces secretario general, Butros Gali, desarrolló una clasificación actualmente aceptada y que, a grandes rasgos, es válida para las misiones realizadas por otras organizaciones regionales de seguridad:
Diplomacia preventiva (conflict prevention). Su objetivo es evitar que afloren controversias entre las partes o que el desacuerdo evolucione hacia un conflicto militar.
Medidas de establecimiento de la paz (peacemaking). Están destinadas a conseguir un acuerdo negociado de las partes en conflicto mediante el uso de los procedimientos recogidos en el capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas.
Operaciones de mantenimiento de la paz (peacekeeping/PK). Exigen la presencia de personal militar o civil de las Naciones Unidas con el consentimiento de las partes enfrentadas para vigilar la aplicación de los acuerdos sobre el control del conflicto (alto el fuego, separación de fuerzas), su resolución o garantizar la distribución de ayuda humanitaria.
Medidas de imposición de la paz (peace enforcement/PE). Son el último recurso. Se utilizan cuando fracasan todas las posibilidades ya descritas. Las acciones se llevan a cabo bajo el amparo del capítulo VII de la Carta e incluyen el uso de la fuerza armada para mantener o restaurar la paz en situaciones en las cuales el Consejo de Seguridad determine la existencia de una amenaza para la paz, violación de la paz o acto de agresión.
Medidas de consolidación de la paz (peace building). El inicio de su aplicación coincide con el fin del conflicto. Su finalidad es fortalecer la paz e impulsar el entendimiento entre los antiguos adversarios para evitar la reanudación de las hostilidades. Entre estas medidas se encuentra la celebración y supervisión de procesos electorales, la reconstrucción de infraestructuras e instituciones y la reactivación económica.
Ayuda humanitaria (humanitarian operation). Compatible con todas las medidas anteriores. Fuerzas militares garantizan y protegen el reparto de ayuda humanitaria dirigido por agencias especializadas de las Naciones Unidas o por organizaciones civiles.
Las operaciones de paz hoy
En el mundo actual la mayor parte de los conflictos no se producen entre estados, sino dentro de los estados. Esta característica marca la fisonomía de las operaciones en las que el objetivo final no es sólo terminar con la situación de enfrentamiento armado, sino también crear las condiciones para el restablecimiento de las instituciones básicas, tutelar el desarrollo de los estados de acuerdo con las normas del Derecho Internacional y del Derecho Humanitario, apoyar el desarrollo sostenible de un tejido económico mínimo y prestar ayuda humanitaria a las poblaciones que sufren las consecuencias de estas situaciones.
Estas nuevas necesidades marcan la organización, objetivos y procedimientos de las actuales operaciones de paz y las hacen más complejas y exigentes para la comunidad internacional, que debe empeñarse, no sólo con fuerzas militares y policiales, sino también con contingentes civiles y recursos financieros.
Las organizaciones con responsabilidades en este campo, más aún tras las experiencias vividas en zonas como Afganistán o Irak, organizan las operaciones con tres componentes básicos: el de seguridad, el civil y el meramente administrativo (dedicado al sostenimiento de la operación), equilibrando la preeminencia de los medios y recursos empleados en ellos de acuerdo con la evolución de la situación
En los primeros momentos de una operación, cuando los enfrentamientos armados están todavía presentes o continúan desarrollándose, adquiere la mayor importancia el componente militar cuyos objetivos básicos son el obtener el cese de las acciones armadas en la zona, proporcional seguridad (a la población y a las agencias de asistencia) y apoyar las acciones de asistencia humanitaria y de desarme. En esta fase el contingente civil, en el que en algunos casos se incluye el policial, evalúa las necesidades para el desarrollo de las instituciones, los diferentes procedimientos de transición a la democracia, marca las pautas a seguir para la reconstrucción de los tejidos político, económico y social y establece los mecanismos de ayuda tanto a la población como al país.
Conforme la situación evoluciona, el componente militar disminuye sus capacidades de combate y aumenta las de apoyo al civil y al de asistencia. Por su parte, el componente civil adquiere un mayor protagonismo y desarrolla las acciones dirigidas a la reconstrucción, la asistencia a las estructuras política y social y la ayuda humanitaria.
Las actuales misiones de apoyo a la paz se articulan en torno a cuatro áreas de actuación básicas que desarrollan su actividad, de forma coordinada, de acuerdo a la evolución de la situación:
Seguridad: proporcionada por las fuerzas militares y policiales desplegadas y cuyos objetivos fundamentales son la consecución de un entorno estable y el mantenimiento de la seguridad para que el resto de las actividades puedan desarrollarse.
Normalmente, dado lo específico de este área, como objetivo secundario también se le encarga del apoyo para la reestructuración de las Fuerzas Armadas del país en conflicto y, en algunos casos, el de sus fuerzas policiales.
Reconstrucción: a cargo de organizaciones internacionales con capacidades económicas o conformadas, caso por caso, mediante la creación de "grupos de donantes" que coordinan y canalizan los recursos monetarios en apoyo a una zona en conflicto y que tienen como objetivo la reconstrucción de las infraestructuras básicas imprescindibles y la rehabilitación del tejido económico.
Desarrollo político y democrático: normalmente a cargo de una o varias organizaciones internacionales (ONU, OSCE, EU, ...) y cuyo objetivo es la reestructuración, y en muchos casos la creación, de los tejidos políticos y sociales en la zona de conflicto de acuerdo a los estándares del Derecho Internacional y el tutelaje de su funcionamiento durante un periodo de tiempo, para permitir a estos países reintegrarse a la "comunidad internacional" con todas las garantías.
Asistencia humanitaria: desarrollado por las "agencias" de Naciones Unidas o internacionales y por un amplio abanico de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, que tienen como objetivo el apoyo directo a la población en la zona de conflicto, no sólo en el campo del suministro alimentario, sino también en el desarrollo de la educación, o el fomento de medidas de protección de las minorías.
Como fácilmente puede deducirse esta nueva fisonomía y complejidad de las operaciones obliga a las organizaciones internacionales a planear y ejecutar las operaciones teniendo en cuenta las necesidades y posibilidades militares, policiales, políticas, financieras y sociales.
La decisión del envío de fuerzas militares a una operación por parte de un gobierno, tiene como consecuencia inmediata la involucración de los estamentos del estado, ya que en ella se ven envueltas las fuerzas militares, los estamentos políticos, las instituciones y organismos de cooperación y las organizaciones no gubernamentales de asistencia humanitaria que actúan en el país.
Estas nuevas necesidades han provocado una serie de adaptaciones que han tenido que afrontar las Fuerzas Armadas. Algunas de ellas son:
Las unidades militares no son orgánicas, sino diseñadas, caso por caso, para cada una de las operaciones.
Dadas las capacidades requeridas, normalmente se utilizan elementos y unidades de más de un ejército, y de más de un país, lo que complica el planeamiento, el seguimiento y el control de las operaciones.
Por la razón anterior, las capacidades de Mando y Control y las comunicaciones deben ser potenciadas, dotado a las unidades de medios de enlace e información tácticos y satélite.
La imprescindible coordinación de la actuación de las fuerzas militares y la de las organizaciones de asistencia que actúan en las zonas de despliegue. Esto obliga a organizar unidades de cooperación cívico-militar que sean capaces de coordinar las actividades de todos los actores en una operación.
Estas necesidades, junto con condicionantes políticos, sociales y financieros, han debido ser tenidas en cuenta por los Estados para adaptar sus Fuerzas Armadas a los requerimientos actuales, de forma que sus unidades militares puedan actuar en el escenario internacional con todas las garantías.
http://www.mde.es/./contenido.jsp?id_nodo=4262&&&keyword=&auditoria=F
saludos
25-09-2007
Extenso documento.
¿Si ven a algún talibán disparando a algún civil afgano, cómo actúan nuestros soldados?
25-09-2007
Los soldados desplegados en Afghanistan no estan bajo el mando de la ONU, sino de la OTAN y como tales no se dedican solo a patrullar y esperar a que los ataquen sino que hacen patrullas y batidas buscando a los Taliban para trabar combate con ellos.
Por cierto, el gobierno ha decidido dar las medallas con distintivo rojo a los dos últimos caidos, esta orden tiene caracter retroactivo con lo que nuestros soldados caidos anteriormente tambien portaran esta medalla.
Saludos
25-09-2007
Y ese distintivo rojo se concede a muertos en acciones de guerra. <<18
25-09-2007
Po zi .
Saludos
26-09-2007
De que te sirve, si ya estas muerto <<5
26-09-2007
Al muerto no le sirve de nada.
A los familiares directos, de consuelo, y de orgullo por haber visto compensada y reconocida la actividad de su familiar que ha entregado su vida por España.
Y además, la diferencia de color también conlleva el que la condecoración sea pensionada o no. Tienen derecho a remuneraciones económicas.
Fíjate para una viuda la importancia que tiene eso.
Saludos.
26-09-2007
Por cierto, va siendo hora de que quién deba hacerlo empiece por redefinir el status de la misión de nuestros compatriotas bajo mando Otan. Misión de guerra en zona de guerra. No vale decir que hay mucho riesgo.
Están muriendo soldados Otan a diario.
26-09-2007
De que te sirve, si ya estas muerto
Günter, entiendo que has dicho esto desde el punto de vista de desconocer lo que correctamente te ha explicado el amigo Steiner
Si no, no lo entiendo: tengamos un respeto hacia los militares que dan su vida por por su patria, sea cual sea su bandera. E incluso si no hay compensación económica.
Saludos
26-09-2007
Creo que Günter no ha sabido explicarse.
Saludos
Haz login o regístrate para participar