Alexander Ilich Rodimtsev

V. Wobst

18-04-2007

Tremendo soldado. Buen trabajo Moisin, me gustó bastante

Moisin-Nagant

06-06-2007

Algunas fotos de Rodimtsev en la Guerra civil española.

Los que estan entendidos en el tema seguro reconoceran esta fotpgrafia y al personage que esta con una gorra a la izquierda (Lister) el que esta a la derecha de boina es nada menos que Pavlito (Rodimtsev)

Una menos conocida pero tomada segundos antes o despues.

Rodimtsev (izquierda) y Mario, su traductor.

MIGUEL WITTMAN

06-06-2007

Buenas fotos.

Vivían como reyes los asesores soviéticos.

Moisin-Nagant

31-07-2007

Rodimtsev en Stalingrado, con Pilotka, cigarro y cara de borracho  :laugh: :laugh:

Rodeado de sus tropas que tanto lo querian.

centinela talako

02-08-2007

Cuando grande quiero ser un heroe como él.

Fug

03-08-2007

Buenas fotos. Vivían como reyes los asesores soviéticos.

Pues no lo se, pero en la republica, no creo que ese sea el adjetivo.  ¿como Marajas quizas?

MIGUEL WITTMAN

03-08-2007

Ja, ja, ja. ;D :D

Moisin-Nagant

24-08-2007

Recibi ayer el libro "Bajo el cielo de españa" Rodimtsev habla mucho sobre su vida, la epoca de la escuela militar y su familia, su esposa Katerina y su hijita Irochka o algo así.

Prometo ir poniendo anecdotas y mejorar su biografia en estos dias, antes tengo que dedicarme a terminar algunos articulos que deje por la mitad.  :-[

Scott Baker

29-10-2007

Me encantó la biografía. Siempre es bueno conocer a este tipo de figuras.

Saludos.

Moisin-Nagant

04-12-2007

Gracias Scott, aqui les dejo un relato de su vida contado por el, tomado de su libro "Bajo el Cielo de España"

Vida de Rodímtsev antes de ir a España.

Nací en el lejano y apartado pueblo de Sharlyk, en la familia de un campesino pobre. A nuestro pueblo lo rodeaba la estepa inmensa y fértil. Pero desde mi infancia tuve ocasión de saber que aquellos millones de desatinas de tierra no medida y los lagos y los cuantiosos rebaños de vacas y ovejas y las yeguadas y hasta los pasos a la orilla de los caminos en la estepa, eran ajenos, pertenecían a los terratenientes y a los kulaks. Mi padre carecía de tierra propia y toda su “hacienda” era un caballo viejo y flojo, comprado a un tratante cuando iba de paso. Pero mi padre casi no alcanzaba a uncir a su Podlasha: de la primavera hasta bien entrado el otoño trabajaba como peón para los labradores hacendados, que no tenían necesidades de nuestro “amblador”. Yo me encargaba de cuidar a Podlasha, lo llevaba al prado donde pastaba por la noche, lo limpiaba, lo bañaba y lo mimaba y me alegraba cuando el viejo penco echaba una cana al aire y corría tras la yeguada.

A nuestro pueblo el eco de los grandes acontecimientos llegaba muy tarde y con sordera. Solo recuerdo la algarroba del día en que se junto la pobretería como en fiesta. Apareció una bandera roja sobre el edificio de la administración distrital. La suntuosa banda roja que se puso mi padre terciada al pecho. Y, luego, la guerra civil. Los guardias blancos cometían desmanes. Eran bandidos, bandidos rematados, aunque se hacían pasar por gentes nobles. Cada día aparecían en el pueblo nuevos cabecillas. Por su saña se hacían de señalar los bandidos de Dútov. Después de sus correrías eran muchos los que lloraban a sus deudos.

Los kulaks se acordaron de que el peón Iluyá Rodímtsev, carente de tierra, pobretón, había pronunciado un discurso en aquella junta, expresando su fe en el ejército rojo. Entregaron a Rodímtsev a los de Dútov… Un cabecilla ebrio irrumpió en la isba como entran en una fortaleza asediada. Vio a los chicos pálidos y desgarrados, a la madre enferma, al padre encanecido antes de tiempo… Hasta aquel bandido sintió lastima, se guardó el revolver y dijo a sus compinches “Se suspende el fusilamiento… ¡Pero los baquetazos no los contéis!”

Ferozmente apaleado por los bandidos, mi padre murió al cabo de unas semanas. Yo quedé solo al frente de mi familia. Me era duro y amargo ir a trabajar para el ricachon pero no había otro remedio, y la bendición de la fatigada mano de mi madre eran para mí una ley.

Dejé a la familia y a los compañeros y me fui de peón.

Más pronto la caballería roja entro  en nuestro pueblo, bajo el resplandor del sol, a los sones de la banda de música y el galopar de los cascos. No recuerdo como me encontré junto a un fuerte y bayo trotón, como me agarré al estribo del bigotudo jinete. Y él, riendo, se inclino y alzándome sobre la tierra me montó sobre el arzan de la silla… En aquel momento me olvidé del rezongón del amo y del ganado que estaba sin comer. Los soldados de la caballería roja habían llegado a Sharlyk a descansar, yo andaba tras ellos y el corazón se me paraba cuando oía sus pláticas.

La lontananza atrayente de las marchas militares, a partir de entonces fue el ensueño de mi infancia. Yo quería ser jinete rojo para hacer sonar como aquel donaire las espuelas, llevar un sable corvo con la empuñadura dorada, manejar una pica larga de tres varas, lanzarme impávido al ataque contra el enemigo sobre un fogoso corcel, para que los trabajadores de las estepas me recibieran con alegría, como propio…

En el otoño de 1927 fui llamado a filas. Pero en lugar del caballo, primero tuve que dominar el paracaídas. Después de los cinco primeros saltos, me entregaron el distintivo. Yo lo consideré poco menos que el máximo galardón.

En el ejército ingrese al Komsomol y, cuando acabé mi servicio reglamentario, me examine de ingreso en la escuela militar que llevaba el nombre de Comité Ejecutivo Central de toda Rusia. Me destinaron a la sección de caballería. Así se hizo realidad el ensueño de mi infancia: era un futuro oficial de la caballería roja.

Ya de chico me tenia como excelente jinete, así lo consideraban también los mayores en nuestro Sharlyk. Pero ahora tenia que aprender de nuevo: mi manera de montar y dirigir el caballo nuestro comandante la llamó “alegre artesanía”.

El arte militar lo estudiaba con enorme interés: en el dominio del caballo y del sable pronto logré no pocos éxitos, si bien a veces me hallé debajo de la montura. Por lo demás, semejantes reveses servían para templar la fuerza y la destreza.

En la escuela militar ingresé en el partido de Lenin y, tras tres años de tenaz estudio, me nombraron comandante de una sección de ametralladoras de la escuela regimental.*

Fotografía de Rodímtsev, posiblemente en la esucela militar del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia.

Moisin-Nagant

08-01-2008

Chekchov (izquierda) y Rodimtsev (derecha) en el embarcadero del Volga en Stalingrado, 20 años después de la batalla.

Fug

08-01-2008

sigue camarada  <<34  . Cuesta rescatar alguno buen soldadado despues de tantos años de "proganganda sovietica"  jejejeejej.  <<11 <<11 <<11

Moisin-Nagant

28-01-2008

Pintura denominada "Rodimtsev Cruzando el Volga" se veria muy bien sobre mi estufa.

Armia Krajowa

28-01-2008

Este tio estuvo metido en todos los "fregaos" ...vamos, es que no se le escapó uno.

Moisin-Nagant

31-01-2008

En mi fanática búsqueda pro saber todo sobre Stalingrado y Rodimtsev me encontré con este video que edité de un documental y subí a youtube.

Rodimtsev en Stalingrado

http://www.youtube.com/watch?v=Vg7TpWaUvhk

A ver si alguien que sepa francés nos traduce, aunque no creo que sea demasiado importante lo que dice, estaria interesante saber. A ver si hay suerte  <<34

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