10-02-2007
EL SILENCIO DE PIO XII
Habiendo concluido ya la Segunda Guerra Mundial , surge la polémica tras la muerte del Santo Padre sobre el silencio de Pio XII ante los crímenes acaecidos por los nazis, cuando en el año 1963 R. Hochhuth estrena su obra de teatro El Vicario. Ante este hecho , la Santa Sede publica la documentación de sus archivos en lo referente a la actuación del Vaticano en la guerra, tratándose de doce tomos aparecidos entre 1965 y 1981.Mediante dichos tomos , quedan claros tres aspectos:
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El silencio de Pio XII no fue absoluto , sino que habla en tres ocasiones contra las medidas adoptadas por Adolf Hitler en lo referente a sus medidas racistas en contra de determinados grupos étnicos
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Éstas alusiones fueron únicas, ante el holocausto nazi no protestaron ni los Aliados ni la Cruz Roja ni las comunidades judías establecidas fuera del yugo alemán , sino que fue el Santo Padre quien más empeño puso en denúnciarlo.
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La causa de que no se pronunciara más en este sentido era que creía que dichas denuncias eran absolutamente ineficaces, debido a la experiencia del trato anterior con Hitler.Incluso , las denuncias no hacían sino enfurecer más al furer y embrutecer sus acciones , hasta tal punto que los obispos polacos pidieron prudencia al Vaticano por las represalias nazis tras transmitir noticias por Radio Vaticano o en L’osservatore Romano.Dichas razones fueron también las que hicieron callar tanto a los Aliados como a la Cruz Roja. Así pues , el Pontífice quiso mantenerse como mediador para actuar al término de la guerra.
Recientemente la polémica resurgió, fruto del documento que la Pontificia Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo hizo público el 16 de marzo de 1998: «Nosotros recordamos: Una reflexión sobre la “Soah”». En él aparecen varias afirmaciones claras:
· La iglesia alemana condenó el racismo nazi: se recuerdan los sermones del cardenal Faulhaber y las oraciones por los judíos ordenadas por el preboste de la catedral berlinesa B. Lichtenberg.
· También Pío XI se opuso al racismo de los nazis: Mit brennender Sorge.
· La persecución nazi a los judíos nació de su cosmovisión pagana, nada cristiana.
· El antijudaísmo existente en ciertos sectores del cristianismo ¿influyó para que no fuese tan decidida la oposición a las medidas antisemitas? Es difícil juzgar a muchas personas, sujetas a múltiples influjos y con distintos niveles de conocimiento de la realidad. Sí es cierto que gobiernos de países católicos se negaron a admitir judíos cuando las autoridades nazis ofrecieron esta posibilidad antes de decidir la “solución final”.
· Pío XII hizo lo posible por salvar judíos personalmente o a través de sus representantes.
Tanto obispos, sacerdotes, religiosos y seglares han sido objeto de condena por parte del gobierno de Israel. Pocos meses después del documento, en noviembre de 1998, el embajador de Israel ante la Santa Sede, Aarón López, solicitó una moratoria de 50 años en el proceso de beatificación de Pío XII por su presunto silencio ante el Holocausto.
Nadie discute que el Papa hizo mucho para salvar vidas de judíos durante la guerra,
personalmente y animando a otros en este sentido. Fueron muchos los hombres y mujeres de Iglesia que arriesgaron mucho para salvar de la muerte a judíos en muchos países de Europa. Hay constancia de que muchas de estas acciones fueron estimuladas por el Papa o sus colaboradores.Cabe destacar que el Vaticano estuvo informado desde mediados de 1942 mediante Gerhart Riegner. También lo hizo el embajador norteamericano en septiembre. Esto no significa que las noticias fuesen abundantes, y fiables. Se tenían noticias de traslados de judíos —y también de gitanos y de otras razas, aunque de esto no se hable—a campos de concentración y de malos tratos en ellos. .Por
otra parte, la informacion que recibía la Secretaría de Estado estuvo condicionadas por los servicios secretos alemanes .
Además, ante la protesta de la Iglesia y ante la firma del Concordato, el Führer retrasó la ley que justificaba la esterilización de los no arios. Una vez comenzada la guerra, las autoridades nazis dieron un paso más: la eutanasia. Las protestas de los pastores luteranos y católicos tuvieron tal eco que Hitler anunció el final del programa de eutanasia. Ya antes, el Santo Oficio en L’Osservatore Romano condenaba la eutanasia.
En el Radiomensaje de Navidad de 1942, Con sempre, condenaba el racismo y denunciaba el crimen contra los cientos de millares de personas, que se ven destinados a un progresivo aniquilamiento.Aunque las críticas más directas fueran dirigidas a los crímenes de guerra y a solidarizarse con las víctimas, los mensajes contra el soah fueron claras.Por ejemplo, tras el Radiomensaje de Navidad de 1942 la Gestapo informó a la superioridad: aunque no nos cita nominalmente, ataca a todo lo que creemos y habla a favor de los judíos. Y el New York Times en su editorial comentaba:Estas Navidades él [el Papa] es más que nunca una voz solitaria gritando en el silencio de un continente (…).Pio XII habló escasamente(aunque más que los aliados y la Cruz Roja) más fue claro. Es más, el mismo Papa fue escaso también en su denuncia de los crímenes que afectaban a los católicos o a la Santa Sede. Al comienzo de la guerra denunció el ataque alemán a Polonia y otras atrocidades de la guerra.
Ante todo ello, cabe preguntarnos, ¿cuál era la razón de este presunto silencio?Una de las razones que se le atribuye, aunque sin fundamento, fue que era filonazi ,veía en el nazismo una barrera contra el comunismo, argumento que desechamos con ejemplos como aquel en el que el Berliner Morgenpost, órgano del partido nazi, escribía al día siguiente de su elección(de Pío XII) que ésta no era bien recibida en Alemania, porque siempre se ha opuesto al nazismo o aquel otro por el cual quiso poner en contacto con Inglaterra a los generales alemanes que querían derrocar a Hitler y lograr una paz honrosa o avisar a los Aliados de la fecha de la invasión nazi. Ello implica que no estamos ante un filonazi.
La otra razón que se le achaca es la cobardía, difícil esta de refutar, mas hechos como el acaecido el 11 de marzo de 1940, cuando Von Ribbentrop visitó al Papa para
convencerle de lo inevitable de la victoria nazi y de la conveniencia de que el Papa no se aliase con los enemigos del Führer, demuestran lo contrario.En dicho encuentro Pío XII le escuchó impasible. A continuación abrió un libro que tenía sobre la mesa y en perfecto alemán recitó un catálogo de hechos persecutorios realizados por los nazis en Polonia, indicando día, lugar y detalles precisos de cada crimen. Pío XII justifica su actitud
Así pues, podemos concluir que la actuación de Pío XII se resume en pocas condenas, pero claras y muchas actuaciones,cuyas causas, como anteriormente mencionábamos son:
Las condenas no hacían sino empeorar las cosas, como la experiencia de Holanda nos lo demuestra, es decir, no tenían resultado positivo alguno y Pío XII prefirió mostrarse no partidista, pues una condena a una de las partes se consideraría como un acto hostil a la
nación condenada y prefiere poder ser, al finalizar la guerra, mediador neutral aceptado por todos en busca de una paz justa. La última causa es que se inclina a que fueran los obispos más relacionados con los hechos los que se pronunciaran como se deduce
de la carta del Papa a Mons. Von Preysing
Más entonces, ante los hechos y las ya nombradas publicaciones de la Santa Sede, ¿por qué se sigue poniendo en entredicho la actuación de Pío XII? Hasta la muerte de Pío XII la opinión pública fue casi unánimemente favorable a su actuación durante la guerra, exceptuando dos franceses: el cardenal Tisserant y François Mauriac. La causa, como ya hemos mencionado antes, es la publicación del drama El Vicario por Hochhuth, joven protestante alemán que denuncia el silencio del Papa .Más , como puede una obra escrita por un hombre que en tiempos de la guerra era un niño ejercer una influencia de tal magnitud? Entre otras causas, destacan que la obra sirvió para quitar un peso de encima y liberar en cierto modo la conciencia de los alemanes y todo aquel que había apoyado a Hitler y sirvió a los judíos más críticos como arma arrojadiza contra el Papa. Además, aunque la ya nombrada teoría del miedo queda ahora descartada, fue un argumento muy difícil de refutar y debatir.
Para terminar, la razón de su “silencio” la expone en uno de sus mensajes navideños:
< Nos amamos, Dios nos es testigo, con igual afecto a todos los pueblos; y para evitar la sola apariencia de que nos mueve el espíritu partidista, Nos hemos impuesto hasta ahora la máxima reserva >(Nell’alba, 24-12-1941).
Finalizada ya la guerra dijo:
”Era este para Nos el más oportuno y, podríamos incluso decir, el único camino eficaz”
Glenn E. Duncan
Fuente:"Una nueva voz para nuestra época" y mis apuntes :)