Los planes secretos de Stalin para la invasión de Alemania en octubre de 1941

Si, seguro que en mayo no la buscaba, ni tampoco en junio, pero el despliegue y entrenamiento pronto se habría completado, y en función de esto habría guerra más o menos temprano.

Segun los propios interrogadores de Paulus en el 42.

Existen más versiones revisionistas, entre ellas la de Víktor Suvorov que publicó su Icebreaker en 1990, ha producido un gran debate entre historiadores rusos y alemanes sobre la plausibilidad de la tesis de Suvorov sobre el plan de Stalin para atacar a Alemania. El debate ha generado dos grupos de historiadores: quienes defienden que Stalin tenía planes para llevar a cabo un ataque sorpresa contra Alemania y Europa, y los que sostienen lo contrario, que Stalin no guardaba intenciones agresivas contra Alemania y que su ejército no estaba preparado para la guerra.

A este último grupo (que en su día encabezó el propio mariscal Zhukov) pertenecen el periodista y profesor de la Academia de Ciencias Militares, Lev Bezymenski, el general M. A. Gareyev, V. A. Anfilov e Y. A. Gorkov. Con este grupo enlaza igualmente el israelí Gabriel Gorodetsky, quien ha tenido el privilegio de acceder a los archivos escogidos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, del Estado Mayor General, del NKVD, GRU, y otros informes normalmente vetados a los investigadores, especialmente a los revisionistas.

Al grupo de acusadores del plan de agresión de Stalin, pertenecen Suvorov (Vladimir Rezun), Mikhail Meltiukhov, V. A. Nevezhin, V. D. Danilov y Aleksandr Solzhenitsyn, así como los alemanes Joachim Hoffmann, Wolfgang Strauss y Fritz Becker, y los austriacos Heinz Magenheimer y Ernst Topitsch.

Los americanos Richard Raack y R. H. S. Stolfi entraron en este debate, convirtiéndolo ya en una controversia internacional.

Desde la publicación de Suvorov han aparecido nuevos libros de autores de ambos grupos. Gorodetsky publicó Grand Delusión, Suvorov, Samoubiystvo (Suicidio), y Meltiukhov, Upushchennyy shans Stalina (La Oportunidad Perdida de Stalin). Como ya viene siendo la norma, exceptuando el Icebreaker de Suvorov, las obras de Suvorov y Meltiukhov no se encuentran disponibles en inglés (¡ni qué decir en español!), y sólo hay reseñas críticas hasta el momento. Sin embargo, se ha traducido al inglés la obra del alemán Joachim Hoffmann La Guerra de Exterminación de Stalin.

La obra de Suvorov es la que más éxitos de ventas ha obtenido en literatura rusa seria sobre la guerra, y sus detractores, casi todos historiadores profesionales, intentaron en un principio ignorarlo, pero cuando más tarde tuvieron que reconocer su trabajo quisieron desprestigiar sus tesis como el producto de la fantasía de quien no había tenido acceso a los documentos oficiales. Suvorov replicó que con el tiempo sus tesis se verían finalmente avaladas por los documentos oficiales. Con el colapso de la Unión Soviética, esos documentos oficiales empezaron a salir a la luz y fue Meltiukhov, con su experiencia en el manejo de archivos y su acceso a los mismos, quien finalmente proporcionó la documentación para las tesis de Suvorov.

El foco de análisis y discusión se centra básicamente en el documento Zhukov (Plan de ataque de Zhukov de 15 de mayo de 1941). En el año 2000, Vladimir Sergeyev describió y publicó extractos del documento Zhukov, que fue descubierto en los Archivos del Presidente de la Federación rusa unos años antes. El texto original de 12 páginas había sido manuscrito por el entonces mayor general A. M. Vasilevski y remitido a Stalin, Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, marcado como “¡Alto Secreto! ¡De gran importancia! ¡Sólo para Stalin! ¡Una copia solamente!”. Fue aprobado por el ministro de Defensa S. K. Timoshenko y por el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo, general Zhukov.

Un pasaje del texto reza: “Para prevenir un ataque sorpresa alemán y para destruir al ejército alemán, considero esencial que bajo ninguna circunstancia se le conceda la iniciativa de libertad de acción al Alto Mando alemán. [Considero esencial] adelantarse al despliegue enemigo y atacar al ejército alemán cuando se encuentre todavía en fase de despliegue y no tenga tiempo de organizar su frente y la interacción entre las armas de su ejército”. (Según Michaels, el verbo adelantar aparece subrayado dos veces en el texto original).

La escuela de Suvorov y ciertos analistas militares alemanes especulan que el fracaso de Stalin para atacar antes de la embestida alemana del 22 de junio de 1942 se debió probablemente a que sus propias fuerzas aún no estaban completamente desplegadas para una ofensiva. Por otra parte, Sergeyev sugiere que el plan de ataque preparado por Zhukov era defectuoso.

El plan de Zhukov asignaba a los frentes suroccidental y occidental del Distrito Militar Especial de Kiev (que entonces estaban bajo su mando) la tarea de destruir a las unidades de la Wehrmacht que tenían en frente, para avanzar luego en dirección suroeste a través de Polonia hacia la frontera alemana. Con esta operación intentaba aislar a las fuerzas alemanas del teatro de operaciones de los Balcanes y de sus aliados rumanos y húngaros, incluyendo sus pozos de petróleo.

Lo que Zhukov desconocía era que el principal despliegue alemán no se dirigía hacia el flanco izquierdo soviético, sino más al norte, hacia el centro. Así que si las tropas soviéticas hubiesen atacado hacia Cracow-Lublin, como preveía el plan, el Grupo de Ejércitos Centro alemán hubiera podido abrirse camino por el expuesto flanco derecho (septentrional) del ataque soviético, desbaratando la ofensiva soviética, y avanzar a lo largo de la línea Minsk-Smolensk hacia Moscú. Como más tarde admitió Zhukov al historiador militar V. A. Anfilov: “Visto en retrospectiva, fue bueno que [Stalin] no coincidiese con nosotros. De otra forma, nuestra fuerzas habrían sufrido una catástrofe”.

Un estudio más detallado del plan de Zhukov llevado a cabo por L. A. Bezymenski, muestra que el plan tenía objetivos más ambiciosos. Después de completar la primera etapa de la ofensiva, las fuerzas soviéticas debían virar al norte y noroeste para destruir el ala septentrional del frente alemán, ocupando Prusia del Este y toda Polonia. Según Bezymesnki, el audaz plan de Zhukov muy probablemente había sido influido por la alocución de Stalin del 5 de mayo a los graduados de la academia militar soviética, en la cual Stalin preconizó las ventajas de la estrategia ofensiva sobre la defensiva.

La movilización y despliegue soviéticos en el período enero-junio de 1941 se llevó a cabo en tres fases:

• en enero-marzo se llamó a un millón de reservistas y la industria ordenó la puesta en producción de los tanques T-34 y KV.

• En abril-junio, se trasladó el segundo escalón de fuerzas hacia la frontera occidental, y las tropas del Lejano Este se movieron hacia el oeste.

• Del 1 al 22 de junio, Stalin acordó abrir la movilización y el avance de los ejércitos del segundo escalón hasta el frente. Todas las operaciones se realizaron en secreto y las fuerzas soviéticas tenían que lanzar una ofensiva repentina y decisiva contra Alemania y sus aliados.

De acuerdo con Meltiukhov, la correlación de fuerzas a lo largo del frente desde Ostroleka (Polonia) hasta los Cárpatos en el momento de la ofensiva planeada por Zhukov era:

• Ejército Rojo: 128 divisiones, 3.400.000 hombres, 38.500 cañones de campaña, 7.500 tanques y 6.200 aviones.

• Wehrmacht: 55 divisiones, 1.400.000 hombres, 16.300 cañones de campaña, 900 tanques y 1.400 aviones.

• Ratio: divisiones (2.3:1), hombres (2.1:1), cañones (2.4:1), tanques (8.7:1) y aviones (4.4:1)

En La oportunidad perdida de Stalin, Meltiukhov establece, con meticulosa documentación, que durante los años 1938-1940, la URSS había llevado a cabo un rearme masivo que la convertía en la super-potencia del momento. Concluye diciendo que el ataque contra Alemania, Operación Groza (Tormenta), fue planificado para el 12 de junio de 1941, pero que más tarde el Kremlin había cambiado la fecha para el 15 de julio de 1941. Acaba diciendo Meltiukhov que “Desgraciadamente, lo que nosotros sabemos ahora era un secreto en 1941. El liderazgo soviético cometió un funesto error de cálculo al no atacar primero”.

Meltiukhov dice que Stalin demoró la fecha del ataque al enterarse, el 12 de mayo, del vuelo de Hess a Inglaterra, pues temía que si la misión de paz de Hess tenía éxito, los británicos se retirarían de la guerra y la URSS quedaría en solitario contra Alemania. Cuando tuvo claro el fracaso de Hess, Stalin reprogramó la Operación Groza para el 15 de julio.

Bien, los soviéticos tenían un plan para atacar a Alemania ¿y qué?

Lo bueno es que el texto deja claro que el plan consiste en una respuesta para adelantarse a un supuesto ataque alemán:

Un pasaje del texto reza: “Para prevenir un ataque sorpresa alemán y para destruir al ejército alemán, considero esencial que bajo ninguna circunstancia se le conceda la iniciativa de libertad de acción al Alto Mando alemán. [Considero esencial] adelantarse al despliegue enemigo y atacar al ejército alemán cuando se encuentre todavía en fase de despliegue y no tenga tiempo de organizar su frente y la interacción entre las armas de su ejército”. (Según Michaels, el verbo adelantar aparece subrayado dos veces en el texto original).

Es decir, el plan soviético consistía en adelantarse al ataque alemán y atacar ellos primero antes de que los alemanes completasen su despliegue. Pues resulta que no ejecutaron su propio plan cuando les llegaron informaciones de que el ataque alemán iba a ser inminente, según se dice porque no estaban preparados (!).

Pusieron en marcha los preparativos de su plan, que, según se repite muchas veces, consistía en adelantarse a la ofensiva alemana. Ya no se puede decir que no creyesen en las informaciones que les llegaron, porque sí que respondieron a ellas. Definitivamente estaban preparando la guerra y sabían que los alemanes estaban haciendo lo mismo. Pero incomprensiblemente fueron tan idiotas como para dejar que los alemanes atacasen primero sabiendo que lo iban a hacer (porque ahora Stalin sí que tuvo que creer las noticias que le llegaron sobre los preparativos alemanes). Siguieron con su despliegue ofensivosabiendo que no les iba a dar tiempo a completarlo porque iban a ser atacados antes.

No entiendo nada.

Es tan simple como decir que en la Rusia del 1941 todo estaba mucho menos optimizado, y la eficacia en todos los sentidos dejaba mucho que desear, a última hora trataron de formarse despliegues defensivos que dieron fe de su poca importancia, como la efimera línea Stalin, que demuestra la poca predisposición de los soviets para responder a un ataque alemán y a sus precipitados intentos de establecer una defensa razonable.

La Rusia de 1941 estaba hecha una pena. No estaban preparados para atacar ni para defenderse, pero iban a invadir Europa.

Sigo sin entender.

No amigo, no es tan difícil de entender, sí, lo es cuando tratas de ceñirte a la versión oficial... yo no puedo dar por el momento más indicios, a pesar de todo estaban en proceso de llevarse a las cadenas de montaje los Katiushas o los T34. Eso estaría disponible en unos meses, la preparación de los nuevos oficiales se completaría por aquel entonces, pero la declaración de guerra alemana rompió todos estos preparativos, por que no? justo a tiempo. Pero no se si podré seguir por mucho tiempo contestando a tus mensajes camarada, me da la impresión de que por más que me esfuerce y por más vueltas que le demos a lo mismo ambos vamos a mantener nuestras tesis.

Como saltarian las URSS, en par de meses, de ser una nacion con el ejercito mas indiciplinado y bajo en moral de la epoca... a una gran marea que arroparia a Europa?

Si a la hora del ataque 22 de junio de 1941, a las 3:15am, las URSS eran tan debiles como para flaquear en el primer encontronazo con los alemanes... como de ahi al 15 de Julio de ese mismo año seria superpotencia militar?

Yo me sumo a Nonsei... porque sencillamente.... NO SÉ

¡¡¡BRILLANTE TRABAJO, KARL!!!!

Mis más sinceras felicitaciones por eso.

Estoy francamente asombrada y me complace sobremanera que un joven español, hoy día, pueda poner en blanco y negro conceptos por tanto tiempo omitidos de toda consideración y que ciertamente, merecen ser tenidos en cuenta. Ojalá pudieras madurar una obra de comentarios para hacerla pública y ojalá me llegara a mí un ejemplar, porque de veras, he quedado impresionada de la cantidad y calidad de las fuentes de información que has podido recopilar en apoyo de tu tesis, que por otro lado, apoyo sinceramente, si bien no dispongo de tantos elementos de juicio, al menos por puro sentido común. De nuevo mis más cordiales felicitaciones.

Para los afectos a defender a ultranza la versión oficialista, fácil y acentuadamente maniquea, conviene reiterar que no se trata de un ataque a los vencedores que durante décadas han alimentado deliberadamente dicha doctrina por razones políticas, sino mucho más a la honestidad de satisfacer el derecho a conocer, estudiar y asimilar la verdad histórica tal cual fue, aún cuando esta contradiga la doctrina oficial.

Felcidades Karl, me uno a los comentarios positivos de Graf.

Pues tus elogios me llenan de dicha Sigel, muchas gracias.

Mi objetivo era tratar de descubrir cosas nuevas, aun estamos muy lejos de dar forma a esta tesis, pero estoy tanteando el terreno, y no estoy dando precisamente palos de ciego, evidentemente será imposible convencer a todo el mundo, por que las versiones oficiales se arraigan con mucha fuerza en la sociedad, y además se suele considerar a los revisionistas en muchos círculos como ratas rastreras...no se si me explico.

Poco a poco, otra historia saldrá a la luz, para que podamos contrastar con la línea oficial, espero sorprender a mucha gente, pero hace falta que primero saque la carrera, y luego que tenga tiempo y medios para investigar... pero en fin, una de mis ilusiones es revisar la II Guerra Mundial.

Pues tus elogios me llenan de dicha Sigel, muchas gracias. ... por que las versiones oficiales se arraigan con mucha fuerza en la sociedad, y además se suele considerar a los revisionistas en muchos círculos como ratas rastreras...no se si me explico.

Te explicas perfectamente, Karl, y es por eso que admiro tu valor y entereza. Cuídate ante todo de los provocadores de todo pelaje. Te deseo toda la suerte del mundo. Ojalá perseveres en tus propósitos.

http://weltkrieg.forum.ijijiji.com/tema-601-weltkrieg.html

Para el que le pueda interesar pongo este enlace con información interesante referida a este tema, apoyando la tesis de una eventual guerra soviética contra Alemania.

El foco de análisis y discusión se centra básicamente en el documento Zhukov (Plan de ataque de Zhukov de 15 de mayo de 1941). En el año 2000, Vladimir Sergeyev describió y publicó extractos del documento Zhukov, que fue descubierto en los Archivos del Presidente de la Federación rusa unos años antes. El texto original de 12 páginas había sido manuscrito por el entonces mayor general A. M. Vasilevski y remitido a Stalin, Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, marcado como “¡Alto Secreto! ¡De gran importancia! ¡Sólo para Stalin! ¡Una copia solamente!”. Fue aprobado por el ministro de Defensa S. K. Timoshenko y por el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo, general Zhukov. Un pasaje del texto reza: “Para prevenir un ataque sorpresa alemán y para destruir al ejército alemán, considero esencial que bajo ninguna circunstancia se le conceda la iniciativa de libertad de acción al Alto Mando alemán. [Considero esencial] adelantarse al despliegue enemigo y atacar al ejército alemán cuando se encuentre todavía en fase de despliegue y no tenga tiempo de organizar su frente y la interacción entre las armas de su ejército”. (Según Michaels, el verbo adelantar aparece subrayado dos veces en el texto original). La escuela de Suvorov y ciertos analistas militares alemanes especulan que el fracaso de Stalin para atacar antes de la embestida alemana del 22 de junio de 1942 se debió probablemente a que sus propias fuerzas aún no estaban completamente desplegadas para una ofensiva. Por otra parte, Sergeyev sugiere que el plan de ataque preparado por Zhukov era defectuoso. El plan de Zhukov asignaba a los frentes suroccidental y occidental del Distrito Militar Especial de Kiev (que entonces estaban bajo su mando) la tarea de destruir a las unidades de la Wehrmacht que tenían en frente, para avanzar luego en dirección suroeste a través de Polonia hacia la frontera alemana. Con esta operación intentaba aislar a las fuerzas alemanas del teatro de operaciones de los Balcanes y de sus aliados rumanos y húngaros, incluyendo sus pozos de petróleo.

Esta es la explicación que Laurence Rees da a este documento, en su libro Una guerra de exterminio:

...  Este contexto ha de tenerse siempre presente a la hora de juzgar las teorías, surgidas tras la caída del comunismo, que aseguran que la Unión Soviética estaba planeando, a su vez, atacar a los alemanes en 1941 —afirmación que, por su parte, hicieron Hitler y los propagandistas nazis a raíz de la invasión para justificar su agresión—. Los argumentos concretos al respecto giran, en esencia, en torno a un escrito soviético fechado el 15 de mayo de 1941 y titulado: «Consideraciones para el despliegue estratégico de las fuerzas armadas de la Unión Soviética en caso de guerra con Alemania y sus aliados». Sin embargo, el examen detenido de todo el documento revela que dista mucho de constituir una prueba irrefutable que justifique las tesis de quienes respaldan la teoría de la conspiración y afirman que Stalin había concebido un ataque inminente a Alemania. Estudiado en su contexto, queda claro que está motivado por las noticias que estaban recibiendo los militares soviéticos relativas a la concentración de tropas alemanas en torno a las fronteras del país: «La situación, en el clima político actual, hace pensar que, de tener intención de atacar a la URSS, Alemania podría movilizar contra nosotros 137 divisiones de infantería, 19 blindadas, 15 motorizadas, 4 montadas y 5 aerotransportadas, lo cual hace un total de 180 divisiones». Acto seguido, el informe habla de la dirección que podría tener la arremetida principal de la invasión alemana, que se pretendía iniciar «al sur de Demblin», y asevera: «Todo apunta a que el ataque podría ir acompañado de otro más al norte, procedente de Prusia Oriental y dirigido contra Vilna y Riga, así como de uno más breve y concentrado contra Vólkovisk y Baránovichi, desde Suvalki y Brest». Después de enumerar las posibles rutas de la agresión alemana, el documento sugiere «atacar al Ejército alemán cuando se encuentre aún en fase de despliegue y aún no haya tenido tiempo de organizar el frente y coordinar las diferentes armas». A continuación, se proponen dos contraofensivas en territorio alemán. Tras analizar con pormenor el escrito, salta a la vista que no pretende exponer un plan para atacar Alemania sin que medie provocación alguna, sino plantear una respuesta a la movilización alemana y un intento de frustrar una posible invasión.También, se hace patente que, lejos de constituir un proyecto secreto, sólo desvelado en el instante en que se halló el documento, no es más que el último de una serie de planes de despliegue concebidos ante la contingencia de una invasión desde Occidente. A despecho de la leyenda popular que da a entender que los soviéticos no hicieron nada por prepararse ante un posible ataque alemán, lo cierto es que los dirigentes del Ejército Rojo sí consideraron con detalle el modo como desplegarían sus fuerzas: lo que sucedió fue que las desplegaron de una manera equivocada. El supuesto militar básico sobre el que descansan tanto el documento del 15 de mayo como los que lo precedieron era que, en caso de guerra, los soviéticos iban a optar por la «defensa activa». En lugar de servirse de la vasta reconditez de la Unión Soviética a fin de dificultar los movimientos del enemigo, Stalin pensaba que debía posicionar ingentes porciones del Ejército Rojo inmediatamente detrás de la frontera, listas para efectuar un multitudinario contraataque en territorio del agresor. El proceder de que dio muestras el dirigente soviético durante la primavera de 1941 fue propio de quien trata con desesperación de no hacer nada que pueda provocar la hostilidad de otro estado, más que de un caudillo militar que espera el momento de acometer a su rival.

El supuesto militar básico sobre el que descansan tanto el documento del 15 de mayo como los que lo precedieron era que, en caso de guerra, los soviéticos iban a optar por la «defensa activa». En lugar de servirse de la vasta reconditez de la Unión Soviética a fin de dificultar los movimientos del enemigo, Stalin pensaba que debía posicionar ingentes porciones del Ejército Rojo inmediatamente detrás de la frontera, listas para efectuar un multitudinario contraataque en territorio del agresor. El proceder de que dio muestras el dirigente soviético durante la primavera de 1941 fue propio de quien trata con desesperación de no hacer nada que pueda provocar la hostilidad de otro estado, más que de un caudillo militar que espera el momento de acometer a su rival. [/i]

Esta és la "interpretación" de lo Sr. Rees, que ya conocia. Y me hace gracia. Defensa activa?? Podriase lamar también de "ofensiva pasiva" ? <<12

Esta fué la misma disculpa para lo ataque a Finlandia, una "defensa activa".

Esto de la "desesperación" de Stalin entonces. Si, lo pobre no tenia ninguna idea expancionista. Por supuesto que és muy distinto dejar clara sus intenciones a estados que de ninguna manera se pueden defenderse, como Finlandia o los paises balticos. Se hace la preparacion, bajo sus ojos, se les invade y listo.

La "desesperacion" si estaba en lo facto de no dejar claras las intenciones a Alemania, que si era mucho más poderosa. 

La primera versión de la guerra preventiva.

Saludos.