Batallas desesperadas

mister xixon

24-12-2015

buen aporte Ignaz

saludos

Lenz Guderian

31-12-2015

14 de julio de 1811. El movimiento independentista en la Nueva España atraviesa un punto bajo. Los principales caudillos han sido apresados y fusilados. Las fuerzas realistas están siendo reforzadas por el futuro Virrey Felix Calleja.Las tropas insurrectas estan compuestas por campesinos, indígenas, ex esclavos,  y en general carecen de armamento adecuado y se han vuelto guerilleras. La mayoría portan machetes, trinches, palos  y ondas, pocos son los soldados regulares. Las piezas de artillería son un bien escaso y  muy codiciado.

Ese día la columna de unos 300 insurgentes de Ignacio Rayón tomarán por asalto la hacienda de San Eustaquio en el cerro del grillo, cerca de de Saltillo Su principal objetivo es abastecerse del agua que contiene el abundante pozo de la fortificación. La columna esta tan desesperada por obtenerla que se exponen a un fuego superior de los 200 realistas bien armados, portando ellos en su mayoría armas de combate cuerpo a cuerpo. Ya han perdido a la mayoría de sus animales por sed y las odres de agua se vaciaron, rompieron o se han ido con los desertores. Están en zona árida en los meses de calor y la moral es baja. La plaza es unas mole de arquitectura y en sus espaldas hay un acantilado, por tal no puede rodearse. Solo un ataque frontal es viable

Así los rebeldes se disponen a usar su único cañón de bronce, que al carecer de cureña y no ser muy grande lo transportan a lomo de mula. Fracasan al intentar colocarlo de diferentes formas apuntándolo a la hacienda apoyándolo en piedras o montículos. Los realistas comienzan a percatarse del intento de asedio y comienzan a afinar la puntería.

Un insurgente llamado Juan Valdivia, hombre muy corpulento se ofrece a servir -pidiendo permiso-. de base para el cañón. Sus compañeros lo escuchan atónitos pero ante las circunstancias se disponen a montar la pieza en las espaldas de Valdivia quien se pone a cuatro. Le colocan unos sarapes y con cuerdas lo sujetan apretadamente a su cuerpo. Así fue cargado el cañon, hecha punteria hacia a la gran puerta de madera. Y ¡¡fuego!!. El impacto afectó una de las esquinas pero la puerta no cedió. Valdivia pálido y temblando alzó la cabeza miró al frente y exclamó "se necesita otro disparo" Los "artilleros" vuelven a cargar el arma contra su objetivo que  por fin cae. Los rebeldes exclaman vivas a su comandante se aprestan a atacar la hacienda y dejan a la cureña humana con el cañón atado aún, olvidado atrás. Una de las mujeres soldaderas lo desata de la pieza. El retroceso de ambos disparos ha roto la columna y costillas de Valdivia en muchas partes. Más tarde será atendido en la plaza ya asegurada. El soldado no volverá a caminar erguido ni tampoco podrá volver a combatir. Finalmente es recompensado por sus servicios y morirá en el retiro, viejo en 1840 casado con la mujer que lo ayudó ese día.

Esta suceso se convertirá en una aliciente en las fuerzas independentistas cuya guerra estaba aún muy lejos de terminar.

mister xixon

01-01-2016

terrorifico lo que hizo el soldado Valdivia , no solo aguanto un disparo, lo hizo otra vez.... increible

saludos

josmar

05-01-2016

Enhorabuena Lenz....Una historia que no por pequeña, es menos interesante...

peiper

10-01-2016

Me parece increíble si con un disparo ya le devia de haber dejado mal aguanto otro aun sabiendo lo que le esperaba, un relato muy bueno lenz

gaffer

28-01-2016

  ¢@1 ¢@1 ¢@1 ¡¡Caray!!...que bien "puestos" los tenia Valdivia. Muy interesante  i.

Un saludo.

Heinz von Westernhagen

24-02-2016

Durante segunda mitad del siglo XVI, Francia estuvo inmersa en ocho guerras de religión. Los protestantes de Enrique IV estaban apoyados por Inglaterra, mientras que España ayudaba a la Liga Católica. En la primavera de 1594, Juan del Águila y su Tercio viejo de Sicilia llegan a península de Crozon (enfrente de la rada de Brest) y comienzan a construir un fuerte. El comandante de Brest, Sourdiac, pide refuerzos al Mariscal d’Aumont, Gobernador de Bretaña. Juan del Águila deja a poco más de 300 hombres y cuatro culebrinas en el fuerte, al mando del capitán Tomás de Paredes y con la orden de resistir hasta su regreso, mientras él marcha con el resto a buscar refuerzos. El 11 de Octubre, 3.000 franceses, 3.000 ingleses, 300 arcabuceros a caballo y 400 gentilhombres, con 12 cañones pesados, atacan y ponen sitio a la fortaleza. Les apoya desde el mar una flota que cañonea la posición sin cesar.

La guarnición resiste con bravura. El fuerte está sin terminar y se compone de dos baluartes de tierra, con un foso poco profundo, que defiende la zona de tierra. Forma un triángulo y tiene acantilados en dos de los lados. Los hugonotes abren trincheras de asedio y comienzan a excavar minas. Los ataques son rechazados por los defensores con derroche de coraje, efectuando incluso salidas para tomar provisiones y clavar algunos cañones enemigos. No hacen caso de las ofertas de rendición, porque Del Águila les prometió volver… Las bajas son contínuas. Las minas hacen polvo parte de los terraplenes, que son reparados malamente. Ante la falta de municiones, los españoles cargan sus armas de fuego con monedas, clavos, pedazos de hierro…. El 19 de Noviembre, después de un tremendo asalto que duró todo el día y fue rechazado, los ingleses se acercan bajo bandera de parlamento. Mientras se está hablando, los pérfidos logran sobrepasar las defensas al amparo de la oscuridad y penetrar en el semiderruído fuerte. Se pasa a cuchillo a los pocos defensores que quedan (incluídos varios centenares de hombres, mujeres y niños que habían buscado la protección de los españoles), con la excepción de cuatro hombres que escaparon por el acantilado y de 9 heridos, por los que intercedió el avergonzado d’Aumont, que hizo enterrar con honores militares a Paredes en la iglesia principal de Brest. Los sitiadores tuvieron más de 5.000 bajas (de ellas 3.000 muertos) en las seis semanas que duró el asedio. Los  9 heridos fueron devueltos a Juan del Águila, que se encontraba ya a 10 km del fuerte.

josmar

24-02-2016

Por algo a los pérfidos se les llama así.....

Buen trabajo, Heinz...

mister xixon

24-02-2016

muy bueno el aporte desesperado. he aqui algunos argumentos de que en la guerra vale todo.....

saludos

peiper

24-02-2016

Buena historia y el nombrecito tiene tela chicos.

Saludos

Heinz von Westernhagen

25-02-2016

Los franceses llaman a la zona en donde estuvo el fuerte "Pointe des espagnols"...También es conocido por Fort Crozon o por el Fuerte del Águila...

Por cierto: hay una anécdota referida a los nueve heridos que llegaron hasta Juan del Águila. Cuando éste los vió, les preguntó extrañado "¿De dónde venís, miserables?... "De entre los muertos", contestó uno de ellos. El viejo capitán les respondió coléricamente: "¡¡ Pues con ellos debísteis quedar, como teníais ordenado!!"...

Saludos!!

Heinz von Westernhagen

03-03-2016

En el 66 AD el Legado de Siria, Cestio Galo, pone sitio a Jerusalén con 30.000 hombres (su Legio XII Fulminata y varias unidades auxiliares), tomada por los rebeldes judíos. Indeciso, decide abandonar el asedio a los seis días de su comienzo, lo que anima a los rebeldes de una manera insospechada. Los romanos (en un orden de marcha que se alarga en varios km, impedimenta incluída) no pueden maniobrar para defenderse de los contínuos ataques de guerrillas, que les causan un tremendo desgaste. Pierden parte de los bagajes por el camino. Cestio Galo, subestimando las fuerzas enemigas, ni ha enviado a los exploradores de la caballería por delante ni ha ordenado vigilar las alturas, que ahora están dominadas por los rebeldes. Al llegar a los estrechos pasos de Bet Horon, 14.000 judíos atacan la retaguardia y los flancos de los romanos. Les mueve la sed de venganza por los atropellos sufridos y están muy motivados. Cestio se bate en retirada con el grueso de sus tropas. En pocas horas, los romanos pierden a 5.300 infantes y 480 jinetes, además de la mayor parte de las máquinas de asedio y el águila de la Legión.

La Legio XII Fulminata no fue disuelta debido a la valentía que demostraron hasta su aniquilación los 400 hombres (sin contar los heridos), que fueron dejados atrás por Cestio Galo, con la esperanza de que los rebeldes se cebaran con ellos y permitieran a las demás unidades proseguir con su huída. El resto de la tropa pudo escapar debido a la descoordinación de los ataques judíos, que se cebaron en la retaguardia. Todo un ejemplo, el Cestio Galo…

josmar

03-03-2016

Vaya elemento el tal Cesio...

mister xixon

03-03-2016

todo un comandante, debía ser muy querido entre sus hombres

saludos

Lenz Guderian

04-03-2016

¿Esos mismo rebeldes, o lo que quedó de ellos  fueron un poco mas tarde los que despues se atrincheraron en Masada ?, y ahi viene la batalla desesperada por excelencia. Un modelo como una batalla de este tipo "debe" terminar...

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