Tienes la rara habilidad, por otro lado interesada de mezclar las cosas.
¿A qué viene Goebbels? Me refiero a España.
Revolución del 34. Nadie en su sano juicio puede negar la participación de ese partido en los acontecimientos del 34, claramente anticonstitucionales (Constitución de 1931), y que perseguían el derrocamiento del Gobierno de la CEDA y la implantación del bolchevismo en España y la secesión de parte del territorio español.
El debate actual está en la posibilidad de que el desencadenante del Alzamiento que acabó en guerra fueran esos acontecimientos.
A modo de ilustración de esos aconteceres, pongo aquí un texto de D. Salvador de Madariaga, pág. 362 del libro "España", Espasa-Calpe, 1978:
"...El alzamiento de 1934 fue imperdonable. La decisión presidencial de llamar al poder a la CEDA era inatacable, inevitable y hasta debida desde hacía ya tiempo. El argumento de que el señor Gil Robles intentaba destruir la Constitución para instaurar el fascismo era a la vez hipócrita y falso. Hipócrita porque todo el mundo sabía que los socialistas del señor Largo Caballero estaban arrastrando a los demás a una rebelión contra la Constitución de 1931, sin consideración alguna para loq ue se proponía o no el señor Gil Robles; y por otra, a la vista de que el señor Companys y la Generalidad entera violaron también la Constitución.
En cuanto alos mineros asturianos, su actitud se debió por entero a consideraciones teóricas y doctrinales que tanto se preocupaban de la Constitución como de las coplas de Calainos.
Por otra parte, como los hechos iban a demostrar, la CEDA no tenía intención alguna contra el Estatuto catalán. El incidente viene, pues, a confirmar lo que en estas páginas se viene sosteniendo: que los catalanes son típicamente españoles y presentan en forma no menos acusada que los demás españoles los defectos que nos afligen como entes políticos. Así, por ejemplo, la derecha catalana, émula como todos los partidos españoles del conde don Julián, se apresuró a buscar apoyo fuera de Cataluña para vencer a la izquierda catalana. Y la izquierda catalana, al ver que el sistema funcionaba contra ella, rompió el sistema. Ambos rasgos caracterizan toda la vida española.
Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936".-
Saludos.-