Carta de Stalingrado.

Deleted member

14-04-2006

Cada vez que leo el fragmento de Pradaise me emociono más... En fin que triste. Paradaise cuales fueron las 6 diviones panzer implicadas en la operación???

Stalingrado!

14-04-2006

Porque se ordeno la retirada... se que lo lei en Stalingrado pero ahora no recuerdo bien y no quiero leer... quien me lo recuerda?

Paradise Lost

14-04-2006

Hola Graf.

En realidad sólo fueron 3, y una, concretamente la 17ª, llegó un poco tarde.

Aquí os dejo un pequeño resumen del intento del 57º Cuerpo Blindado por llegar hasta el Kessel.

12 de diciembre de 1942.

Al mando del general von Manstein, el 57º Cuerpo Blindado se puso en marcha desde Kotelnikovo, para intentar salvar al VI Ejército.

En un principio se intentó que otra fuerza avanzara al mismo tiempo desde el Chir, pero debido a la fuerte oposición soviética, solo se pudo contar con el ataque del 57º Cuerpo Blindado. En un principio estaba compuesto por la 23ª Panzerdision y la 6ª Panzerdision. Esta última provenía de Francia, y era la única que contaba con material nuevo. Un poco más tarde se les añadió la 17ª Panzerdivision, que al estar alejada tardó un tiempo precioso en unirse a las dos anteriores. Las divisiones contaban con escasa gasolina y el apoyo aéreo de la Luftwaffe era inexistente. Pero se era optimista ya que se contaba con un nuevo panzer, el Tiger, que se creía superior al T-34.

Esquema del ataque desde Kotelnikovo.

Al principio, el ataque cogió por sorpresa a las tropas rusas y fue un éxito, ya que apenas había efectivos en la zona del suroeste.

Avanzando hacia el Kessel.

Pero los soviéticos reacionaron y enviaron el II Ejército de la Guardia Soviética, estrellándose la división Hoth contra ellos, y quedándose atascada en el río Mishkova el 18 de diciembre, a sólo 60 km del Kessel. Esa fue la distancia más corta.

Hermann Hoth, apodado "Papa" Hoth en el centro.

Una vez a 60 km., los tanques de cabeza, lanzaron bengalas para que sus compatriotas supieran que les iban a rescatar.

La esperanza en el kessel renació de repente.

Bengalas en el cielo: ya estamos aquí, compañeros.

Algunos supervivientes nos explican sus vivencias:

Manfred Gusovius. Oficial estado mayor 14 división panzer.

"Vimos las bengalas y oímos el fuego de artillería. A 40 grados bajo cero se oye muy bien. En aquel tiempo tan claro se oía todo."

Los soldados alemanes empiezan a quemar sus objetos personales, preveyendo que van a abandonar muy pronto el Kessel. nada debe quedar para el enemigo. Pero aquello fue una decisión precipitada.

Gunther Schröder. Oficial infantería.

"Todo ardía. Por todas partes había fuego. Y entonces recibimos la orden: 'Nos quedamos'. Muchos soldados incluso habían quemado sus abrigos gruesos. Nos habían dado unos abrigos de invierno gruesos y forrados. Los soldados cogían los abrigos y los tiraban al fuego porque decían que sólo con uniforme podrían correr más."

El 19 de noviembre, se les dio la orden a los soldados del Kessel de que volvieran a ocupar sus posiciones originales.

Hans Erdmann Schrönbeck. 295 ª  división de infantería.

"De noche en el Kessel oíamos el ruido de la batalla. En aquellos espacios abiertos con el frío que hacía se oía todo. Después de navidad el sonido se alejó cada vez más. Y después ya no oíamos nada. Aunque no nos lo comunicaron oficialmente, supimos que no saldríamos de Stalingrado."

El 23 de noviembre Manstein da la orden de que la 6ª Panzerdivision debe ser movilizada y dirigirse al noroeste de Klátskaia y Serafimóvich, para cerrar la brecha que se ha abierto al caer el VIII Ejército italiano.

El fin del VI Ejército estaba sellado.

Fuente: Salingrad: Der Kessel. ZDF.

Saludos

Stalingrado!

14-04-2006

Fustrante... muchos de ellos tal vez no se han repuesto del sentimiento de culpabilidad.

Deleted member

14-04-2006

Sin palabras. Simplemente no tengo nada que decir.

Deleted member

14-04-2006

Pues si, es muy duro, estos hombres debieron de sentir una gran responsabilidad al no poder hacer más por alcanzar la bolsa de Stalingrado... :'(

Por cierto Stalin, yo también me disculpo si mi apasionamiento en el debate te molestó ;)

Stalingrado!

14-04-2006

De ninguna manera camarada :D

Deleted member

14-04-2006

:)

Deleted member

15-04-2006

Bueno Graf, lo prometido es deuda, esto va por ti, y por los soldados del VI Ejército, estén donde estén.

¡Viene Manstein!

En bunkers y hospitales, en el rancho y en las letrinas, en cualquier lugar en que se reunieran dos soldados estaban estas palabras en el aíre: “¿Lo sabeís? Viene Manstein.” “¿Manstein? ¡Vaya, por fin!. “¿No fue el que ganó Crimea?” “Claro que sí, y Sebastopol” “Pues a ver si aquí también, ya es hora de que esto acabe...” La mayor parte de los hombres del kessel no conocían a Manstein, pero ese nombre inspiraba fuerza y confianza, respiraba alegría y viejo y buen estilo militar. Los corazones de los sitiados empezaron a vivir febrilmente de la esperanza despertada por el nombre del mariscal.

Casi nadie, en cambio, hablaba del hombre que verdaderamente iba  a soportar la responsabilidad y peso moral de la acción liberadora: el teniente general Hoth, jefe del IV Ejército Blindado. Hoth conocía bien ese camino, ese mismo verano había recorrido el espacio de doscientos kilómetros de la estepa calmuca a la velocidad del diablo. Pero ahora era invierno; la estepa estaba helada y muy nevada; sus mejores divisiones se desangraban dentro del cerco.

Y sí, el ataque avanzó: metro a metro avanzaron las debilitadas divisiones por la nieve y el frío contra la tenaz resistencia rusa. “Seguiamos adelante movidos por la desesperación y el deseo de salvar a los camaradas sitiados, olvidábamos la posibilidad de morir, sólo pensábamos en sacarlos de allí”, diría un soldado de Hoth.

En la bolsa, en la zona sur, escuchabamos rígidos, intentando penetrar con la vista toda la soledad nevada; y algunas veces, en días en que el frente ruso parecía muerto, en días de especial calma y serenidad, escuchábamos a lo lejos un vago, sordo rumor aprtado por el viento, un murmullo levísimo que se fundía con los latidos del propio corazón: “¿Lo oís? ¡Están llegando!” Y en las claras noches de helada, cuando el cielo negro no tenía más luces que los limpios puntos de estrellas, se distinguían las luminosas bengalas que se lanzaban para dar fe de su llegada. “¡Muchachos!, ¡están avanzando hacia aquí!”

Todos estaban de un estado de ánimo que hubiese podido hacer frente a cualquier adversidad. Herbert me diría: “En Navidades, mi teniente, cuando estemos todos con permiso en Alemania, tienen que ir a verme, a Dessau. Celebraremos un banquete...” Y si, ya estaba proyectando las recetas más audaces. Frölich estaba literalmente pegado al mapa el día entero, y Geibel escuchaba gustoso las conferencias estratégicas del oficial especial: “Mire usted aquí: ahora les están cerrando por abajo. Y luego, cuando venga el gran ataque del Oeste (por que vendrá, de eso puede usted estar seguro), entonces quedarán copados de cinco a seis ejércitos rusos. ¡Será algo grande muchacho! ¡Será la mejor batalla de cerco de la historia!”.

Los días fueron haciéndose más breves y pálidos, y las noches más largas y angustiosas, llenas ahora de inquietantes rumores. Y al final nos dimos cuenta del espejismo, Manstein no llegaría jamás, y nosotros... nosotros nos quedamos allí abandonados para mayor gloria del III Reich. La más profunda desesperación se apoderó de nosotros, no sabiamos que hacer, en que creer, simplemente ya no éramos personas, habíamos perdido ese honor. :'(

“El Ejército traicionado” por Heinrich Gerlach.

Stalingrado!

15-04-2006

Creo que ustedes tienen un plan para hacerme  :'( . Si el de Paradise estuvo bueno... este esta requete bueno tambien.

Deleted member

15-04-2006

El que no se emocione con estos testimonios camarada no es una persona, no merece serlo... estos hombres fueron unos héroes desgraciados. Vaya una paradoja... :'(

Hiwi

15-04-2006

Increibles relatos, muy buenos  ;)

Deleted member

17-04-2006

Ultra emocionante...  :P

Paradise Lost

30-12-2006

Hola a todos.

Retomando este tema ya olvidado en las profundidades de los subforos, creo conveniente aportar este documento que aporta luz a que Hitler abandonó al 6º Ejército a su suerte en Stalingrado.

Ya había comentado anteriormente la entrevista de Winrich Behr con Hitler en la Wolfsschanze

http://weltkrieg.forum.ijijiji.com/tema-277-weltkrieg.html

y ahora con esta entrevista, queda más claro y evidente.

Se trata de una entrevista aparecida en la página web de Der Spiegel (tienen artículos interesantes en PDF que se pueden descargar por 0,50 euros) en la que se le pregunta a Winrich Behr por su reunión con Hitler en la Wolfsschanze, que acaeció a principios de enero de 1943, y en la que Behr intentaba convencer a Hitler, para que permitiese a Paulus capitular con su 6º Ejército en Stalingrado.

Está traducido del alemán.

De cómo Winrich Behr, oficial del comandante en jefe en Stalingrado, Friedrich Paulus, intentó convencer a Hitler en la Wolfsschanze de la capitulación del 6º Ejército.

SPIEGEL: ¿Cuántas veces se reunión con Hitler?

Behr: Dos veces. Me presentaron a Hitler en la campaña de Francia, donde fui herido. Después volví a hablar con él durante mi visita al cuartel general del Führer en la Wolfsschanze, en enero de 1943.

SPIEGEL: ¿Cuál era su objetivo?

Behr: Debía exponer cual era el estado del 6º Ejército y de esa manera, que el general Friedrich Paulus, recibiera libertad de acción, para poder capitular.

SPIEGEL:¿Cuándo se le informó de su misión?

Behr: Paulus me lo ordenó el 13 de enero sobre las 9, en su bunker. Allí se encontraban él, y el Jefe de Estado mayor, el General Arthur Schmidt. Me dijeron: “Behr, hoy debe salir de aquí en avión.”

El capitán Winrich Behr por aquel entonces.

SPIEGEL: ¿Cuál era el motivo?

Behr: Paulus dijo que todos los intentos para hacer factible el puente aéreo habían fracasado. O se cambiaba, o debería capitular. Para eso quería que Hitler le diera libertad de acción.

SPIEGEL: ¿Por qué Paulus le envió a usted precisamente?

Behr: Creía que un joven oficial en el frente - por aquel entonces tenía 24 años -, y que había sido condecorado con la cruz de hierro...

SPIEGEL: ...la condecoración al valor por antonomasia...

Behr: ...debería poder impresionar a Hitler.

SPIEGEL: Sin embargo, usted no estuvo destinado en el frente de Stalingrado.

Behr: Pero parecía como si hubiera bajado de un Panzer. En Stalingrado llevaba el uniforme de la Panzertruppe, a la que pertenecía originalmente, estaba en los huesos, pero no tanto como las tropas que luchaban. Y naturalmente, antes de mi conversación con Hitler, me coloqué la cruz de hierro en el cuello del jersey, donde era claramente visible.

SPIEGEL: ¿Era usted el único portador de una cruz de hierro disponible?

Behr: No, pero estaba especialmente bien informado sobre la situación del 6º Ejército debido a mi posición como Ordonnanzofficier 1.

SPIEGEL: ¿Por qué cargó un Ordonnanzofficier 1 con esa responsabilidad?

Behr: Debía recoger muy a menudo la información de los diferentes sectores del frente y agruparlos en un informe. Además, el Ordonnanzofficier 1 debía exponer rápidamente, los cambios del estado crítico del abastecimiento: como de cuantos Panzers disponíamos, la cantidad de munición y cosas parecidas.

SPIEGEL: ¿Cuánto tiempo creía usted que el 6º Ejército podría seguir resistiendo?

Behr: Suponía que no podríamos resistir más allá de enero.

SPIEGEL: ¿Voló directamente a la Wolfsschanze?

Behr: No, primero volé a Taganrog. Allí me esperaba por la tarde Erich von Manstein, el Comandante en Jefe del Grupo de Ejércitos. Le expuse lo desesperada que era la situación. Manstein conocía de sobras cual era la situación y me animó a repetirle las mismas palabras a Hitler.

SPIEGEL: ¿Qué esperaba Manstein?

Behr: Estaba desorientado. Me dijo: “Probablemente llevará su exposición a la toma de medidas. Pero el qué, aún no lo sé.”

SPIEGEL: ¿Cuándo se encontró con Hitler?

Behr: Al día siguiente volé a la Wolfsschanze. Me condujeron rápidamente a la llamada Führerbaracke. Un SS me pidió en el guardarropía que le entregase mi abrigo y mi pistola con la funda. Cuando volví después de informar, mi pistola y su funda habían desaparecido. Robadas.

SPIEGEL: ¿Cómo se desarrolló su conversación con el Führer?

Behr: Me guió a la habitación donde estaba la mesa con el mapa. Allí esperaban numerosos Generales y miembros del Estado Mayor. Entonces, durante una hora, me informó sobre como marchaban las cosas a nivel mundial.

SPIEGEL: ¿Por qué?

Behr: Hitler repetía reiteradamente: Stalingrado es una de mis preocupaciones, pero no la única. Evidentemente, quería que tuviera la impresión, de que él tenía una idea general del asunto, y que por lo tanto yo debía confiar en él. Utilizaba un truco muy a menuda para evitar las malas noticias, que consistía en despedirse rápidamente de la persona, antes de que llegase a tocar el tema importante. También quería despedirse de mí. Pero ya conocía la artimaña.

SPIEGEL: ¿Cómo?

Behr: Nicolaus von Below era mi cuñado, y me había advertido previamente.

SPIEGEL: ¿Qué hizo usted entonces?

Behr: Le pedí que me dejara exponer mi informe. Ésa era mi misión, y además estaba furioso.

SPIEGEL: ¿Qué sucedió?

Behr: El discurso de Hitler fue sencillamente escandaloso. Sobre el mapa había muchas banderitas, que representaban Divisiones. Parecía como si cada banderita representase a miles de soldados que luchaban. Yo ya sabía que había muy pocos hombres, que eran capaces de sostener un fusil y luchar. Y entonces me enfureció, que Hitler empezara hablar de Divisiones Panzer de las SS que nos sacarían de allí.

SPIEGEL: ¿Dijo algo usted en contra?

Behr: Ya sabía de Manstein, que esas Divisiones de las SS no se encontraban en las inmediaciones. Lo que Hitler intentaba era engañarme con sus cuentos. Entonces vi claramente que podía olvidarme de él.

SPIEGEL: ¿Sentía admiración por Hitler?

Behr: Sí, hasta la exitosa campaña de Francia, pero después ya no. Expuse la situación del 6º Ejército sin rodeos: que los soldados morían de hambre y que apenas llegaba nada a través del puente aéreo. Naturalmente la Luftwaffe protestó. Naturalmente insistí con mis advertencias, en que los soldados iban a morir de hambre. La idea que reinaba era: “Bueno, desde principios de diciembre informasteis de que sólo teníais alimentos para tres días, y habéis sobrevivido seis semanas después. Así que podéis hacerlo otras seis.”

Tropas alemanas en Stalingrado.

SPIEGEL: ¿Mencionó las deserciones de los Landser?

Behr: Sí. Entonces Wilhelm Keitel, me señaló amenazante con un dedo. Tenía evidente miedo, a que el Heer pudiera perder frente a las Waffen-SS su buena reputación.

SPIEGEL: ¿Cómo reaccionó Hitler ante la mala noticia?

Behr: La escuchó, criticó los generales, pero no estaba dispuesto a conceder la libertad de acción a Paulus, a pesar de que se lo mencioné en repetidas ocasiones. “Stalingrado debe resistir”, esas fueron sus palabras. Se refirió otra vez a sus Divisiones SS. Más tarde me pregunté si creía realmente en tamaño disparate.

SPIEGEL: ¿Qué paso después?

Behr: Al día siguiente se requirió mi presencia de nuevo. El general Erhard Milch.

también estaba allí. A partir de ahora debía hacerse cargo del puente aéreo. Hitler vociferaba que el general debía meter  prisa a la Luftwaffe.

SPIEGEL: ¿Quería ya Hitler por aquel entonces escenificar la caída del 6º Ejército?

Behr: Retrospectivamente tengo esa impresión.

SPIEGEL: ¿No voló de nuevo al Kessel?

Behr: No se me permitió. Tuve otra conversación más tarde con el general Rudolf Schmundt, un militar con fe ciega en el Nacionalsocialismo. Me preguntó: “¿Qué le ha parecido su entrevista con Hitler?” Y le contesté sinceramente: “Una catástrofe. Nadie puede pensar que soy tan tonto, para creerme el cuento de las Divisiones de las SS.” Al decir eso, ya no era el mensajero apropiado para informar a Paulus.

SPIEGEL: Después de su entrevista con Hitler, ¿pasó usted a formar parte de la oposición?

Behr: No, a pesar de que mi amigo Bernhard Klamroth me lo mencionó. Servía junto al coronel Hellmuth Stieff, y los dos me llegaron a preguntar abiertamente: “¿Crees que Hitler debería ser liquidado?”

SPIEGEL: ¿Por qué no quiso tomar parte en ello?

Behr: Era ir demasiado lejos. Se debía asesinar al comandante superior, y eso iba en  contra de mi educación. El cambio era demasiado brusco: Hasta hacía poco admiraba a Hitler, ¿y debía ahora colaborar para matarlo?

SPIEGEL: ¿Y los crímenes de Hitler?

Behr: Hasta entonces había luchado sobre todo en Francia y Norte de África. Sobre de los asesinatos de los judíos y otros crímenes contra la humanidad de Hitler, no tenía conocimiento alguno.

*El capitán Winrich Behr en la actualidad. Provenía de una familia de oficiales.

Fue condecorado con la Cruz de Hierro en la campaña de África.

De 1965 a 1983 fue director general de una empresa de comunicaciones.

En 1984 ascendió a vicesecretariogeneral de la EWG-Kommission.

Behr aparece también como testigo en el documental de la ZDF: Stalingrad*

[size=8pt]Fuente: *http://www.spiegel.de

Entrevista: Klaus Wiegrefe

Traducción: Paradise Lost*[/size]

MIGUEL WITTMAN

07-06-2007

Qué interesante debate. No lo había visto antes.

Paulus debería haber atacado para romper el cerco en noviembre-42, cuando Manstein se lo pidió.

Muy interesante. Qué pena que algunos de los que han publicado en este hilo, no se encuentren entre nosotros.

:'( O0

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