03-07-2013
Eso se lo cuentas al jefe de máquinas Minoru. Él sabrá decirte la diferencia entre el olor a carbonilla y los aromas de la bragueta de tu jefe de carro que llevas apoyada en tu nuca
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Saludos.
Estos no saben nada de buques y encima nos vacilan, Paco.
Prefiero mil veces ser sub de subfogonero de calderas que sub jefe de carro el primero huele a carbón o a fuel, a veces cuando hace reparaciones, a "mastique", el segundo apesta a sudaos, a meaos y a pedaos.
Lo de las calderas lo sé por experiencia porque he encendido algunas y he ganado una pasta además de pasarme casi 24 horas "de cine" lo prefiero a desmontar un diesel grande aunque eso también será mejor que oler a tractorista sudoroso.
Cuando un buque entraba a reparar como es lógico se apagaban las calderas (en los que las tenían ) luego se hacían las reparaciones pertinentes y si incluían revisiones o reparaciones de calderas el astillero se encargaba de encenderlas y subir ligeramente la presión.
El proceso era sencillo y en invierno muy pero que muy confortable. Había dos operarios que se encargaban de hacerlo y consistía en calentar las calderas poco a poco con dos enormes sopletes alimentados con gasoil y aire comprimido el gas oil se almacenaba en dos tanques de unos 500 litros y un sistema de tuberías y válvulas hacía la mezcla que alimentaba a los sopletes.
El trabajo se iniciaba a primeras horas de la mañana llevando los depósitos llenos y los accesorios, incluidos sopletes, a la sala de calderas se preparaba todo y se instalaba frente a los hornos justo delante de los mecheros, una vez listo se seguía con otros trabajos que se asignaran hasta la hora de fin de jornada, luego los dos operarios se quedaban a encender la caldera durante la noche se introducía cada soplete en un hogar y se empezaba calentando durante una hora y se paraba media luego se aumentaba el periodo de calentamiento en media hora y otra de parada, después se iba aumentando el tiempo de calentamiento y disminuyendo el tiempo de parada, ese procedimiento era así porque se debía evitar un calentamiento elevado durante poco tiempo para evitar averías en las juntas o en las propias calderas o accesorios de las mismas.
Una vez que se llegaba a la temperatura precisa se seguía calentando por medio de los mecheros de los hornos después, como es lógico, de retirar los sopletes y ya al comienzo de la nueva jornada los fogoneros del barco se hacían cargo de mantener la caldera encendida y llevar la presión al nivel de trabajo.
Si los compañeros que hacían el trabajo se sabían compaginar podían alternarse pegando una cabezadita o descansando un poco, era un trabajo guay de esos que gusta hacer y no necesitan demasiado esfuerzo
Ahora el tractorista de turno me preguntará que es "mastique"
como shoy un poco shulo
os digo: adelante preguntar si no lo hacéis se supone que ya lo sabéis